
A diferencia de la Biblia, el Corán es más bien parco respecto de acontecimientos históricos o material científico, en particular porque el redactor del Corán tiende a suponer que el lector está bien versado en esas materias (probablemente leyendo la Biblia, que era lectura más o menos corriente, tanto como puede serlo en las épocas semianalfabetas anteriores a la educación primaria obligatoria, en la época de escribirse el texto coránico), y por lo tanto prefiere comentarlas a narrarlas directamente. Sin embargo, esto no lo libra de incurrir en algunas contradicciones de bulto. Una de las insólitas... es que el Corán no se pone de acuerdo consigo mismo respecto del material a partir del cual fue creado el ser humano. Veamos.
El grueso de los pasajes que se refieren al tema, siguen la interpretación bíblica de que el ser humano fue creado a partir de la arcilla o el barro. Hablando de Alá: "Es El quien os creó de arcilla" (6:2), "hemos creado al hombre de barro arcilloso, maleable" (15:26), "ha comenzado la creación del hombre de arcilla" (32:7), "Creó al hombre de arcilla, como la cerámica" (55:14), e incluso el mismísimo Alá dice que "voy a crear a un mortal de arcilla..." (38:71). Pero en otros pasajes... la materia prima no es la arcilla sino el polvo: "(...) Adán, a quien creó de tierra" (3:59), "Y entre Sus signos está el haberos creado de tierra" (30:20), "Dios os ha creado de tierra" (35:11)...
Hasta ahí, la contradicción es venial: después de todo, puede tomarse cambiar arcilla en polvo o viceversa como una figura retórica. Pero se vuelve más complicado gracias a otro pasaje. Resulta que la interpretación de dos pasajes podría aludir a que fueron creados de agua (25:54 y 24:45, este último en relación con 21:30), pero esto puede referirse no al primer ser humano, Adán, sino a los siguientes, que obviamente nacen del semen o esperma, fenómeno que claro está no era desconocido para los pastores de cabras en Arabia. Pero lo que sí no tiene remedio es el pasaje en que se declara que Alá "ha creado al hombre de sangre coagulada" (96:2). Porque resultaría demasiado alucinógeno confundir el esperma blanco con la sangre coagulada que es roja... Pero así ha quedado en el texto coránico, por alguna razón, y sigue siendo Palabra de Alá, el Omnipotente y Misericordioso.