
En el año 2008, las elecciones a la Presidencia de Estados Unidos se vieron condimentadas por un factor inesperado. Aunque desde un punto de vista legal o jurídico no fuera así, en los hechos fue una elección entre tres eventuales candidatos: John McCain por un lado, que como WASP conspicuo representaba todo lo que se supone debe ser un Presidente de Estados Unidos (blanco, anglosajón, protestante... y varón), y por el otro dos representantes de dos grupos que, por mucho liberalismo que le pongan, despertaban enormes anticuerpos en algunos sectores de la ciudadanía, que son la población negra encarnada en Barack Obama, y las mujeres representadas por Hillary Clinton. Esta historia es bien conocida y no insistiré sobre ella, pero resulta curioso observar que en cierta medida, la serie de televisión "24", que acaba de terminar hace algún tiempo atrás, en cierta medida anticipó este escenario político.
"24" partió el año 2001, bajo la promesa de ser la primera serie de acción "en tiempo real". Pero a la larga, la serie alcanzó notoriedad por otros hechos, incluyendo la justificación de la razón de estado, el amplio uso de la tortura, y los parecidos y contrastes entre las intrigas de ficción y la política real, etcétera. Probablemente ninguna serie captó tan bien el espíritu de la Presidencia de George W. Bush como "24", dicho esto para bien o para mal. Ahora bien, en su primera temporada, la intriga se ambienta en el día de las primarias en California para designar al candidato a la Presidencia de los Estados Unidos. Y el candidato favorito es... negro. Claro que en la realidad Barack Obama es un hombre atlético, mientras que el ficticio David Palmer tenía una anatomía algo más contundente, digámoslo así. En el transcurso de dicha primera temporada, se menciona varias veces la preocupación de los organismos de seguridad y de los asesores de David Palmer, de que éste sufra un atentado por parte de algún racista únicamente para que un negro no llegue a la Presidencia de Estados Unidos, anticipación que resultó ser exacta cuando se hicieron comentarios al respecto, en la época de la elección y posterior asunción del poder por parte de Barack Obama.
Dentro de la cronología interna de la serie, David Palmer gobierna un período (en la tercera temporada decide no ir a la reelección), después viene un gobierno del partido político rival, y después llega otro negro más a la Presidencia, que es el hermano de David Palmer. En la siguiente elección (o sea, cronológicamente, doce años después de la primera temporada), la principal contendora es, ahora sí, una mujer. La película "24: Redención" (hecha para mantener la continuidad de "24" en el año 2008, en que la huelga de guionistas obligó a suspender la nueva temporada, como comenté en Cine 9009) se ambienta justamente en el día en que Allison Taylor asume la Presidencia. Se especuló que la idea de traer a una mujer a la Presidencia de los Estados Unidos, dentro de la ficción de "24", obedecía a la posibilidad de que en efecto Hillary Clinton llegara a ser Presidenta, lo que al final no sucedió, en la elección del 2008 por lo menos. Pero la ficticia Allison Taylor y la Hillary Clinton de la realidad difieren en materias de política exterior. Así, Hillary Clinton es bien conocida por ser una halcón que apoyó la Guerra de Irak, la posición de Israel en Medio Oriente, el embargo de Cuba, y la sumisión de los derechos civiles y humanos ante las necesidades de la seguridad nacional. Mientras tanto, Allison Taylor aparece primero apoyando una eventual intervención militar humanitaria en la ficticia nación de Sangala, y luego, en la octava temporada y final de la serie, ambientada en un escenario internacional tan icónico como el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, el eje de la trama es un tratado internacional con la también ficticia república de Kamistán, que debería ser la llave maestra para garantizar la paz en el Medio Oriente (no debe ser casualidad que las iniciales en inglés de la República Islámica de Kamistán, "Islamic Republic of Kamistan" o "IRK", se pronuncie casi igual a "Irak").
Con todo, antes que Allison Taylor en "24", hubo otra Presidente de Estados Unidos mujer en la ficción televisiva. La serie televisiva "Commander in Chief", del año 2003, giraba precisamente en torno a la idea de una Presidente de Estados Unidos mujer. Pero esta serie fue cancelada después de 18 episodios, en su primera y única temporada.