Páginas

jueves, 31 de diciembre de 2009

Evolución y Ciencia Ficción.


Siendo la Ciencia Ficción, valga por una vez la redundancia (y van...) ficción sobre ciencia, es lógico que la Teoría de la Evolución, la visión científica sobre el cambio de las especies, incluyendo la humana, fuera tocado por la Ciencia Ficción en varias ocasiones. Hacer una reseña exhaustiva de todas las obras de Ciencia Ficción que han abordado el pasado o futuro de la evolución humana sería algo de nunca acabar, y excede largamente lo que son los alcances e intenciones de Siglos Curiosos. Pero aún así, no deja de ser interesante echar un repaso a cómo algunas obras de Ciencia Ficción han extrapolado el tema de la evolución humana en el futuro. Dejaremos de lado las visiones más psicodélicas o místicas ("2001: Odisea del espacio", "Dune", "Akira"), y nos centraremos en aquellas con un componente científico más "hard".

Quizás la novela más enraizada con el tema de la evolución humana, desde un punto de vista puramente conceptual, sea "Galápagos" de Kurt Vonnegut. Esta novela, publicada en 1985, está ambientada "hace un millón de años... en 1986". Su argumento gira en torno a una serie de catástrofes que extinguen por completo a la Humanidad, salvo en las Islas Galápagos (alusión a las investigaciones evolutivas de Charles Darwin en el lugar, needless to say). En ese lugar, un grupo de personajes a bordo de la nave Bahía de Darwin ha conseguido salvarse y evolucionar para transformarse en la Humanidad del futuro, durante un millón de años. Previamente, en Guayaquil, una serie de rocambolescos accidentes y situaciones han elegido, de manera azarosa y darwiniana, quiénes serán "los más aptos" (por decirlo de alguna manera, en realidad) que a la larga serán los progenitores de la Humanidad en el futuro. La novela no es un ataque contra la Teoría de la Evolución, pero sí una virulenta sátira respecto de cierto malentendido muy común sobre la Evolución, según la cual todas las especies evolucionan desde lo más básico y simple hasta lo más complejo y sofisticado. Vonnegut no nos describe la Humanidad del futuro, pero nos deja entrever algunos rasgos: nadan como focas, viven cerca de 30 años, sus cerebros se han atrofiado, desconocen las caries dentales...

Un enfoque distinto prefiere la socióloga Ursula K. LeGuin en su novela "La mano izquierda de la oscuridad". El protagonista de la misma es un embajador del Ecumene, de visita en el planeta Gethen, en donde reside una Humanidad aislada que, debido a antiguos y olvidados experimentos genéticos, según se insinúa, su sexualidad ha cambiado por completo. Ahora, se la pasan todo el tiempo en un estado asexuado llamado "sommer", hasta que una vez al mes, entran en una violenta fase de "kemmer" en donde se diferencian en sexos (macho y hembra, como los de toda la vida). El largo periplo del protagonista, así como su informe final, es en realidad una excusa literaria para mostrarnos cuánto le debe la estructura de la sociedad humana a la sexualidad, a veces de maneras muy imbrincadas e impensadas, por la vía de mostrarnos cuánto cambiarían las cosas si la sexualidad humana estuviera ajustada de manera diferente.

Aparte del caso de Kurt Vonnegut, para quien la evolución humana es aún un proceso ciego y seguirá ciego por el apocalipsis inevitable al que la estupidez humana conducirá (un leit motiv vonnegutiano recurrente, esto de la estupidez y el sinsentido humanos), casi todos los autores están de acuerdo en que la ingeniería genética tomará el control de la evolución humana más tarde o más temprano, si es que no lo está haciendo ya. En "Fundación y Tierra" de Isaac Asimov, por ejemplo, los habitantes de Solaria se han modificado a sí mismo a través de la ingeniería genética hasta un punto tal, que conforman en la práctica una especie separada del resto de la raza humana. Esto tiene el corolario, a la vez irónico e inquietante, que los robots solarianos, programados para respetar la vida humana, sólo la respetan cuando se trata de un solariano: para estos robots, los no solarianos no encajan dentro de su definición programada de lo que es "humano".

Pero quizás quien ha llevado más lejos esta exploración del futuro evolutivo posthumano, siempre en su vertiente científica hard (o sea, monolitos de 2001 aparte) sea Bruce Sterling, en su Ciclo Formador/Mecanicista. En éste (conformado por un libro de cuentos, y por la novela "Schismatrix"), la Humanidad se ha bifurcado en dos grandes ramas: los Mecanicistas, que han sustituido la evolución biológica por los implantes cibernéticos, y los Formadores, que han seguido el camino de la ingeniería genética. En ambos casos, ninguno confía la evolución humana a la naturaleza, y en ambos casos, han llevado su camino de "reingenierizarse" a sí mismos tan lejos, que ya apenas pueden considerarse como humanos en lo absoluto: el cuerpo humano como tal ha dejado de ser algo intangible o sagrado, y pasa a ser una propiedad más. Incluso en algo prescindible, si se considera a los mecanicistas que han abandonado su cuerpo de carne y se han convertido en un software dentro de una red computacional...

NOTA DE SIGLOS CURIOSOS: Con este posteo, que no alcanzó a entrar en el especial de Noviembre pasado sobre los 150 años de "El origen de las especies" de Charles Darwin, Siglos Curiosos celebra con un día de anticipación sus cuatro años de vida, que serán cumplidos mañana 01 de Enero de 2010. Cuatro años de interesantes andaduras en el terreno de la Historia, y que trataremos de seguir adelante a través del quinto año... Saludos, y que tengan un Feliz Año 2010.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Los peregrinos fósiles de Beringer.

A comienzos del siglo XVIII, el mundo científico, conformado en muchos casos por aficionados más llenos de entusiasmo que de otra cosa, empezó a interesarse en el problema de aquellas extrañas piedras con formas de órganos y aún seres vivientes: los fósiles. Como no se suponía que existieran criaturas extintas aparte de las ahogadas por el Diluvio Universal (la Biblia seguía siendo el principal libro sobre Historia de la Tierra), y además aparecían allí donde no debían (esqueletos de peces en las altas montañas, etcétera), nadie pensaba que aquellas hubieran sido criaturas ancestrales. En vez de eso, se pensaba que distintos procesos netamente físicos moldeaban la piedra misma y le daban formas que a nosotros las personas nos parecían de tal o cual animal.

Un catedrático de Historia Natural en la Universidad de Würzburgo, llamado Johann Bartholomew Beringer, reclutó a sus alumnos para acompañarles en sus búsquedas de restos fósiles. Beringer tuvo la enorme suerte de que empezaron a aparecer fósiles a porfía en torno suyo. Estos eran rarezas increíbles, tales como ranas apareándose, arañas atrapando moscas, lagartijas o insectos extraños... Lleno de entusiasmo, Beringer no reparó en que, muy probablemente, de haber sorprendido el Diluvio Universal a las dichosas arañas, éstas hubieran dejado de copular en el acto, así como también las arañas papando moscas hubieran abandonado tales menesteres para ocuparse en no morir ahogadas. Beringer estaba emocionado: ¿acaso no estaba viendo a la mismísima fuerza vital engendrando a partir de la roca? En la época todavía se creía en la generación espontánea, y no se asentaba en la ciencia el principio de que "todo ser viviente proviene de otro ser viviente". Por lo tanto, la idea de que Beringer estuviera parado sobre una cantera de rocas cobrando lentamente vida a impulsos de la fuerza vital, o como se llamara ésta, no sonaba en lo absoluto descabellada.

Las sorpresas empezaron a tornarse cada vez más sorprendentes, valga la redundancia. Apareció un sol petrificado, una media luna... ¡Incluso apareció una tabla con caracteres hebreos! Beringer, insensible a cualquier otra consideración, publicó sus conclusiones en un libro llamado "Lithographiæ Wirceburgensis", en 1726, decorándolo con bellas ilustraciones de sus rocas cobrando vida. Aquello estaba llegando demasiado lejos, así es que ahora, a manera de aviso, apareció otro fósil con el nombre de Beringer. Beringer vaciló, y finalmente descubrió la verdad. Sus preciosos fósiles no eran sino artesanías en barro cocido que sus propios estudiantes cocían y secaban, para luego enterrar en los lugares que después serían excavados. Todos los hallazgos de Beringer, y todas las conclusiones publicadas en su bello libro, no eran más que una broma estudiantil que se había salido de control.

Humillado, Beringer recurrió a todo su dinero para comprar la edición completa de su obra, y destruirla. Como suele ocurrir, algunos tomos escaparon de la purga, y gracias a ellos se conoce el contenido físico de la obra en la posteridad. También se conservaron algunas de las llamadas "piedras mentirosas". Incluso, a sabiendas de que todo era un fraude monumental, hubo espacio para que en 1767 se lanzara una segunda edición del dichoso libro (humillación suprema que Beringer, fallecido en 1740, no alcanzó a ver). Toda la investigación paleontológica en masa, no sólo la de Beringer, se desacreditó, y durante mucho tiempo nadie volvió a preocuparse por el tema de los fósiles. Hasta que la curiosidad pudo más, y la investigación, a las últimas, siguió.

jueves, 24 de diciembre de 2009

La primera precuela en la Historia Universal.


Parte del negocio cinematográfico y literario de hoy en día son las precuelas. Son una consecuencia inevitable de la situación en que contar historias se transforma en un negocio multimillonario en torno a franquicias multimedia, dicho esto sin afán de crítica o alabanza, sino simplemente como un hecho del mundo actual. Después de todo, si un productor de cine se ha forrado con una película, ¿por qué no iba a rodar una secuela? Y si para un escritor ha funcionado financieramente una novela, ¿por qué no iba a escribir una continuación? En fecha tan lejana como el siglo XVI, el "Amadís de Gaula" conoció al menos unas diez secuelas, no todas ellas escritas por su autor, y el Segundo Libro del Quijote es en realidad una secuela escrita por Miguel de Cervantes como segunda parte alternativa al "Quijote de Avellaneda". Y si al público le sigue gustando, ¿qué debería haber de malo en eso? El punto es que no siempre se pueden seguir rodando secuelas ad infinitum, simplemente porque el material no puede estirarse tanto, o bien por el reclamo de los fanáticos que piden la historia de "cómo todo llegó a ser como es", en primer lugar.

El término fue popularizado después de que George Lucas estrenara su "segunda trilogía" ("La amenaza fantasma", "El ataque de los clones" y "La venganza del Sith"), que refiere cómo el Darth Vader visto en "La guerra de las galaxias", "El Imperio contraataca" y "El regreso del Jedi" llegó a ser quien es. Pero ya anteriormente, "Indiana Jones y el Templo de la Perdición", posterior a "Los cazadores del arca perdida", estaba ambientada con anterioridad, y por lo tanto, técnicamente es una precuela. Y en la literatura se conocen varios ejemplos. Isaac Asimov, por ejemplo, publicó en los '80s las novelas "Preludio a la Fundación" y "Hacia la Fundación", precuelas ambas de "Fundación" y el resto de la saga. Pero si caracterizamos una precuela como "un relato narrativo o cinematográfico que amplía un universo narrativo preexistente, refiriendo con cierto detalle los hechos anteriores al mismo" (definición propia, porque la RAE no ha recogido el neologismo), entonces deberíamos convenir que la primera precuela... ¡está en la Biblia! ¡Y en su primer libro, que es el Génesis! ¡Y nada menos que en el primer capítulo mismo del Génesis!

A estas alturas ustedes estarán pensando qué se bebió su buen amigo el General Gato quien esto escribe. Me explico. La tradición atribuye la escritura del Pentateuco (los cinco primeros libros de la Biblia: Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio) a Moisés. Sin embargo, desde el siglo XVIII se sabe, debido al estudio de la evidencia interna de los textos, plagados de interpolaciones, reiteraciones, cambios de estilo e incluso contradicciones en conceptos de fondo y en descripciones de hechos puntuales, que el Pentateuco no pudo haber sido escrito por una sola mano. A grandes rasgos, la tesis más aceptada es que el Génesis fue la compilación de dos relatos distintos, atribuidos a dos autores apodados el Yavista y el Elohísta (desconocemos sus verdaderas identidades), y que fue complementado después por otra fuente anónima, conocida como "el Sacerdote" o la "Fuente Sacerdotal", y que por sus ideas es posible que haya sido el profeta Jeremías, o alguien cercano a él (Jeremías vivió en los últimos años de la independencia de Judá, poco antes de la conquista de Jerusalén por los caldeos en 587 a.C.). El mapa es un poco más complejo que esto, y de hecho se discute la identidad del Sacerdote, pero para los efectos, con esta explicación basta por ahora.

El relato de la Creación abarca tres capítulos del Génesis. El primero detalla la creación de los cielos y de la tierra. El segundo se refiere al Paraíso del Edén. Y el tercero, a la Tentación y Caída de Adán y Eva. Pero en un análisis detenido, es claro que los capítulos 2 y 3 fueron escritos por una mano diferente al capítulo 1. El primero escribe en un estilo muy literario, concibe a Dios como una criatura antropomórfica (incluyendo el detalle de ponerse a buscar hoja por hoja en el Jardín del Edén a los muy escondidos Adán y Eva), crea el mundo en un solo día, y sus medios de creación son aplicarse con las manos a moldear el barro e insuflarle vida. El segundo, en cambio, escribe en un tono seco y ritualista, concibe a Dios como una especie de potencia abstracta y cuasifilosófica, crea el mundo en seis días, y como medio de creación utiliza la palabra como expresión de su propio pensamiento (en castellano, que dice "hágase la luz" para que la luz se haga, sin trabajo físico o material de por medio). En resumen, el capítulo 2 y 3 se le atribuye al Yavista, mientras que el capítulo 1 se le atribuye al Sacerdote. Y como el Sacerdote presenta concepciones filosóficas más refinadas, se le supone bastante posterior al Yavista. Por lo tanto, el capítulo 1 del Génesis, atribuido al Sacerdote, debió por fuerza ser escrito después que los capítulos 2 y 3. Por lo tanto... ¡el capítulo 1 del Génesis, el primer capítulo del Antiguo Testamento y de toda la Biblia, es en realidad una precuela de lo que un autor anterior ya había narrado en los capítulos 2 o 3! Para que vean que las "terceras partes que son primeras" no principiaron con "Inframundo 3: La rebelión de los lycans" ni con el "Silmarillion" de Tolkien... En cuanto a la datación, si suponemos que el Sacerdote es efectivamente Jeremías, entonces debemos concordar en que la precuela más antigua conocida en la Historia Universal tendría más o menos unos 2600 años. Casi nada.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Nicolás de Cusa y las religiones abrahámicas.


Uno de los pensadores más exóticos que produjo el siglo XV, fue el filósofo alemán Nicolás de Cusa. Si hemos de ser justo, era alemán por nacimiento y cultura, pero su obra llegó a sus más altas cumbres en Italia. Tuvo una participación destacada en el Concilio de Florencia de 1438, en el cual se mostró activo a favor de una fórmula que permitiera unificar a la Iglesia de Roma con la de Constantinopla. Sus esfuerzos fracasaron por la intransigencia de los griegos, que con esto se cegaron cualquier posibilidad de auxilio de Occidente frente a la creciente amenaza de los otomanos, que quince años después, en 1453, tomaron Constantinopla y le pusieron fin al Imperio Bizantino (después se crearía una frase destinada a tener éxito en la historiografía dieciochesca: prefirieron "el turbante del Profeta a la tiara del Papa"...). Años después, debido a su amistad con el sacerdote humanista Eneas Silvio Piccolomini, cuando éste devino en el Papa Pío II (1458-1464), Nicolás de Cusa se convirtió en uno de sus principales consejeros y asesores.

Resulta interesante observar que a pesar de desarrollar su labor en el seno mismo de la intransigente Iglesia Católica medieval, las dos tendencias espirituales de Nicolás de Cusa hacia el misticismo por un lado y hacia el humanismo por el otro, le llevaron a tratar de comprender las diferencias religiosas como meros baches en la búsqueda de la unidad humana. En la época de Nicolás de Cusa era aún reciente el problema del Imperio con los husitas, una secta herética checa que había llegado hasta la guerra civil (en muchos sentidos, como tantas otras veces en la Historia, la herejía husita era un pretexto religioso para enmascarar otras motivaciones un poco más terrenales). Nicolás de Cusa promovió el entendimiento amable con los husitas, así como con los ortodoxos de Constantinopla.

Pero no se detuvo ahí. A contrapelo de las corrientes predominantes en el pensamiento católico, Nicolás de Cusa era también partidario de entenderse con los judíos y aún con los musulmanes. Nicolás de Cusa creía en un dios casi inmanente a la Creación (es sintomático que describa al universo como teniendo "un centro en todas partes y su circunferencia en ninguna", frase clásicamente usada por los teólogos medievales para definir a Dios), y ante eso, era más importante la fe que los usos exteriores de cada culto. Basándose en la Biblia, Nicolás de Cusa consideraba aceptable que los cristianos retomaran el antiguo uso de la circuncisión (no parece claro, de todos modos, que el propio Nicolás quisiera someterse a la misma...), mientras que los judíos y los musulmanes podrían transformar o adaptar sus abluciones rituales para transformarlas en el equivalente del bautismo cristiano. El Cusano considera, de manera un tanto ingenua, que el Islam es una especie de simplificación hecha por Mahoma de la Ley de Moisés, para adaptarla a los pueblos árabes, y que por lo tanto, tratar a los musulmanes y a los judíos sería para los cristianos casi la misma cosa.

Por ironía del destino, este espíritu que en su misticismo hacía planes para unificar todas las religiones bajo la férula de un Cristianismo purgado de su intolerancia, falleció en medio de los preparativos que el Papa Pío II hacía para emprender una enésima Cruzada contra los musulmanes, Cruzada en la que el mismo Nicolás Cusano, como colaborador cercano del Papa, debía participar. Apenas tres días después, también falleció el propio Pío II, y la proyectada Cruzada no llegó así a materializarse...

jueves, 17 de diciembre de 2009

El mito de la rebelión de Iblis.

Como posteamos en Siglos Curiosos tiempo atrás, no se colige del texto bíblico que la Serpiente del Génesis sea el Demonio, esto a despecho de interpretaciones posteriores, como el "Paraíso perdido" de Milton, por ejemplo. Por lo tanto, la caída de Adán no debe atribuírsele al Demonio. Sin embargo, muy distinta es la situación en la religión musulmana. El Corán lo tiene claro: no menciona a la Serpiente en absoluto, y en cambio, le carga todo el muerto a Satán.

El relato de la caída está contenido en la sura 7 del Corán, aleyas 11 a 25. Hay también una segunda versión, en la sura 15, aleyas 26 a 50. Ambos relatos son mucho más parcos en la Tentación y Caída mismos, pero a cambio son mucho más coloridos en lo que al mito de la rebelión de Satán se refiere. Combinando ambos, tenemos que Alá creó a los djinns (los genios, como por ejemplo los famosos genios de la botella), y al crearlos, los hizo de fuego. Luego, Alá creó a Adán del barro. Y ordenó a los djinns prosternarse ante Adán (la razón por la que ordena esto, de manera aparentemente arbitraria, la verdad se me escapa). Todos se prosternaron, excepto Iblis. Este Iblis se llama también Shaitán, y más o menos equivale al Satán cristiano (aunque con modificaciones, como referiré). Alá se mosquea mucho y le pregunta a Iblis por qué se ha negado a prosternarse delante de Adán cuando su Creador se lo ha ordenado, y acontece el siguiente diálogo (me he basado aquí la traducción del Corán efectuada por Julio Cortés, aunque con algunas modificaciones para hacer el texto más legible):

- ¿Qué es lo que te ha impedido prosternarte cuando Yo te lo he ordenado?

- Es que yo soy mejor que él. A mí me creaste de fuego, mientras que a él lo creaste de arcilla.

- ¡Desciende entonces del Paraíso! ¡Sal, porque eres uno de los despreciables!

- ¡Déjame al menos esperar hasta el día de la Resurrección!

- ¡Cuéntate entre a quienes es dado esperar!

- Como me has descarriado, he de acecharles en tu vía recta. He de atacarles por delante y por detrás, por la derecha y por la izquierda. Y verás que la mayoría no son agradecidos- repone entonces Iblis, con muy poco agradecimiento porque al menos le dejaron escaparse con su barba, por así decirlo.

Alá entonces instruye a Adán que no coma del árbol de la inmortalidad, etcétera. ¿Qué hace Iblis? Va y le sugiere a Adán que lo haga, y Adán, el muy capirote, va y hace caso, y ya la tenemos liada hasta el día de hoy, Corán dixit. Lo interesante del caso es que Iblis cumple de lleno el papel de la Serpiente en el Génesis, y nada se dice sobre ninguna Serpiente. Otro punto de interés es el limitado poder de Iblis: sólo puede susurrarle cosas al oído de la gente, meterles ideas en la cabeza en buen romance, pero no tiene ningún otro poder. Si te fuiste por el mal camino, es tu culpa por haberle prestado oídos a quien no debías, que Iblis no podía forzarte de ninguna manera (así es que, suponemos, Iblis no podría hacer ninguna de las cosas que se nos presenta en "El exorcista" y otros relatos similares). En cualquier caso, no deja de ser literariamente evocador el ver a una criatura hecha de fuego en rebelión contra una criatura hecha de arcilla...

domingo, 13 de diciembre de 2009

Las shengnu.

Cambio social hoy, Historia Universal mañana. El fenómeno de las shengnu está ocurriendo hoy día mismo, y examinarlo ya resulta un poco perturbador, porque refleja una de las caras más desoladoras de la occidentalización en China. No seré yo quien juzgue la situación como un desastre social o como un precio inevitable a pagar por una "mejor China", signifique eso lo que signifique, pero sí me imagino que en algún minuto el tema será carne de posteo para blogs como Ellas en la Historia (que por cierto recomiendo fervientemente a los lectores interesados en temas históricos, dicho sea de paso). Pero vayamos al tema.

En los alrededores de Shanghai, en la década de 1930, se llamaba con el despectivo término "shengnu" a las mujeres solteras mayores de 30 años. Dentro de la rígida y tradicional sociedad china anterior a la occidentalización, el rol de la mujer estaba bien claro: debían casarse para formar una familia. Y como corolario dentro de una sociedad patriarcal, debían casarse con alguien que fuera socialmente más que ellas, así como los varones debían hacerlo con alguien que fuera menos. En la novela "Fortaleza asediada" de Qian Zhongshu se dice: "Quiero que mi hija se case con un hombre que provenga de una familia de estatus más alto y que mi hijo se case con una mujer de rango más bajo". Como escribe la columnista china Xu Xiaomin: "En el contexto de hoy, una mujer que gana un salario sobre los 10.000 yuanes mensuales (1400 dolares) debería casarse con un hombre que gane una suma considerablemente más alta" (el artículo citado fue publicado en el diario La Tercera, de Santiago de Chile, en la página 23 del cuerpo de Reportajes, el domingo 4 de Octubre de 2009).

El problema es que hoy en día, en una sociedad china cada vez más liberal, en que los estudiantes le prestan atención a cosas como "La guerra de las galaxias", "Buscando a Nemo" o las películas de desastres (ejemplos todos citados del especial sobre China que publicó la revista National Geographic en Mayo de 2008), las mujeres han ido ascendiendo socialmente. Siguiendo los reportajes de la mencionada edición de National Geographic, tenemos a una chica que dejaba a su bebé al cuidado de los abuelos de la criatura, para poder concentrarse en su carrera, algo impensable en la China tradicional. U otra que no tiene hijos, e invierte su dinero en boletos de avión para viajar los fines de semana. Yvonne Lu, de 32 años en 2008, "rara vez ha usado el mismo vestido dos veces", y "dirige una cadena de spas boutique donde se ofrecen 13 tipos de tratamientos faciales y un pedicure con chocolate, por 48 dólares". Si combinamos el exitismo de las mujeres chinas con el apego social a una mentalidad tradicional en que la mujer es secundaria, el resultado es la soltería forzada. Xu Xiaomin calcula que en China existen 860.000 "super shengnu", la mayoría concentradas en Beijing y Shanghai (los grandes centros de negocios chinos), que son atractivas, inteligentes, educadas y con carreras prometedoras, y que por lo tanto lo tienen todo... salvo un marido. Xu Xiaomin cita a una mujer soltera diciendo: "Cuando tenía 20, quería que mi marido ideal fuera rico, inteligente y con un futuro brillante. Después de 10 años de trabajo duro, he ganado bastante y he triunfado en mi carrera. ¡Finalmente, me di cuenta de que me había convertido en con quien yo quería casarme!".

Es obvio que a la larga, una de dos cosas va a ceder: o China sigue occidentalizándose y la cultura tradicional china se termina de hacer pedazos, en ese aspecto al menos, o bien una contrarreacción tradicionalista acabará con las mujeres exitistas, las "super shengnu". En cualquier caso, ambas tendencias no pueden prevalecer simultáneamente. Y por cierto, lo reservábamos para el final: "shengnu" significa "mujer que sobra", en chino...

jueves, 10 de diciembre de 2009

Antropos y andros.

En el mundo moderno existe una clara tendencia feminista, a que después de toda expresión "hombre" venga la expresión "mujer" para que no suene sexista. Así, las feministas consiguieron que en Chile, la Constitución de 1980 cambiara su primer inciso de su primer artículo, que decía "los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos", para que ahora diga "las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos". Esta adición no era necesaria, por supuesto, desde que el Código Civil de Chile establece como regla de interpretación, en su artículo 25, que cada vez en que la ley use la palabra masculina en su sentido general, debe entenderse comprendida también su contraparte femenina, a menos que del contexto se desprenda claramente que se refiere sólo al sexo masculino (y abunda: cuando las palabras de la ley están en género femenino, sólo se refieren a las mujeres).

Este mal es propio de numerosas lenguas romances, y se debe a que la palabra para designar a los seres humanos en general, es la misma que designa a los miembros masculinos de la especie. Así, "hombre" tiene esa ambigüedad en castellano, "homme" en francés, "uomo" en italiano, "man" en inglés, "mann" en alemán... Existe la palabra "persona", como la usa la Constitución chilena, pero es una palabra un tanto fría para referirse a algo tan cálido como es el ser partícipe de la condición humana. Y ya que estamos, claro que siempre se puede usar la palabra "humano" en su reemplazo, como abreviación de "ser humano", pero "humano" sigue siendo un adjetivo, o en el mejor caso un adjetivo sustantivizado, no un sustantivo propiamente tal. Y, admitámoslo, resulta un poco cansino hablar de "ser humano" o de "human being" a cada rato, a según el idioma.

Por eso, resulta cuando menos un poco curioso para nuestra mentalidad, que los griegos no tenían ese problema, o al menos lo tenían más atenuado. Porque ellos sí que disponían de palabras separadas para designar al ser humano en general, y al ser humano de sexo masculino en particular. Las palabras respectivas eran "antropos" (ἄνθρωπος) para el género humano, "andros" (ἀνδρός) para el humano masculino, y "giné" (γυνή) para la humana femenina.

La mala noticia para los machos, es que esta separación ha condenado a la raíz "andros" a un lugar muy secundario en el idioma. Todos saben, o poseen a lo menos una noción intuitiva, de lo que es la "antropología", o qué se llama un "antropoide", o qué clase de cosa es la "misantropía". Pero en cambio, ¿cuántos de ustedes han escuchado hablar de la "Andrología" (ciencia que estudia la salud y las enfermedades de los seres humanos masculinos) o de la poliandria (forma de matrimonio en que una mujer se casa o tiene relaciones sexuales o sentimentales con varios hombres)? Lo dicho: la raíz "antropos" ha tenido éxito en nuestro idioma y en otros, pero la raíz "andros" no lo ha tenido, o al menos no en el mismo grado, ni de lejos. En cuanto a la forma "giné", todos saben lo que es la Ginecología o la misoginia. Quizás la única palabra popular con la raíz "andros" sea "androginia", que combina ambas ("andros" o masculino y "giné" o femenino) para referirse a... bueno, explicaciones sobran.

Y como bonus track, ya que salieron al ruedo las dos palabras que mencionaré, terminemos con este dato de remate. En griego, "misein" es odiar. Entonces, el odio a las mujeres es la "misoginia". Y odio a la especie humana en su conjunto, es la "misantropía". Pero la palabra "misandria", que siguiendo el mismo principio podríamos inventar para definir a quienes odian a los seres humanos de sexo masculino, no existe, o al menos, no es reconocida por la RAE...

domingo, 6 de diciembre de 2009

¡Grande es la Artemisa de los efesios!

En nuestra época, mirando hacia esas sucias supersticiones paganas llamadas "mitología", estamos acostumbrados a asociar promiscuamente panteones mitológicos completos con pueblos también completos. Así, la "Mitología Griega" es considerada la "mitología de todos los griegos". Afirmación que, sin ser incorrecta, sí es inexacta, porque a según qué localidades, tales o cuales dioses eran más adorados aquí o allá que en otros lugares. Pasaba con los dioses griegos un poco como los santos y el culto mariano en el Cristianismo: aunque los santos y la Virgen lo son para todos los cristianos, hay lugares y templos más asociados con tal o cual santo, o con la Virgen, que otros. En la Antigua Grecia, la diosa de la naturaleza Artemisa era asociada a dos grandes santuarios, uno en la isla de Delos, y el otro en la ciudad de Efeso, en la costa de lo que actualmente es Turquía. Y no por casualidad.

Puede suponerse que el culto de Artemisa es una adaptación a la Mitología Griega, de un culto prehelénico anterior a la Gran Diosa Madre. Mucho antes de que los griegos cruzaran el Mar Egeo para instalarse en la costa turca, la zona de Efeso estaba bajo la órbita de la influencia cultural hitita, y en dicha cultura, la Gran Diosa Madre era adorada bajo la advocación de Arinna. Aunque Artemisa no es una traducción literal de Arinna (la diosa hitita lo era del Sol, y Artemisa pasó a serlo de la Luna), sí comparten ambas la característica de ser diosas de la naturaleza, asociadas a rituales salvajes e incluso los sacrificios humanos, así como mantener tensas relaciones sentimentales con sus amantes (otra variante griega de Arinna, más ajustada a su original hitita, es la Gran Madre griega por excelencia, la diosa Cibeles, madre de Zeus o Júpiter). Efeso era uno de los más importantes puertos de Jonia, a su vez una de las más boyantes regiones de la antigua cultura griega, y los efesios se permitieron construir un templo, el famoso Templo de Artemisa en Efeso, que es considerado una de las Siete Maravillas del Mundo. En realidad, existieron varios templos de Artemisa en Efeso, pero el más famoso fue construido hacia el año 550 a.C., y quemado en 356 a.C. por Eróstrato, un terrorista que aspiraba a pasar a la Historia por cometer un crimen célebre (como puede verse, lo logró).

Las relaciones entre los cristianos y el culto de Artemisa en Efeso fueron cualquier cosa, menos pacíficas. Debido a su celo monoteísta, los cristianos de la región odiaban el mucho más exitoso culto de Artemisa. Por otra parte, seamos justos, el culto de Artemisa había generado a su alrededor un floreciente mercadeo que tenía muy poco de sacro, y mucho de comerciante (como las estampitas de los santuarios cristianos, vaya). Cuando Pablo de Tarso llegó a predicar allí y se quedó durante dos años, según la Biblia, un platero llamado Demetrio, cuyo modus vivendi era fabricar orfebrería relacionada con Artemisa, en conveniencia con los de su gremio, promovió un tumulto popular y consiguió que expulsaran al predicador con cajas destempladas, al grito de "¡Grande es la Artemisa de los efesios!" (Hechos de los Apóstoles, capítulo 19). Algo después, en el "Apocalipsis", en las cartas que Jesucristo ordena escribir a Juan para las Siete Iglesias, Juan escribe a la comunidad de Efeso que se han mantenido firmes en la fe, pero que han perdido el sentimiento del amor fraterno, algo entendible por otra parte considerando que Efeso era una de las ciudades comerciales más importantes de su tiempo, y el amor fraterno y la caridad no suele ser el sello característico en la personalidad de "la gente bien" que se ha enriquecido lucrando a mansalva contra su prójimo (véase Apocalipsis 2:1-7).

Finalmente el Cristianismo consiguió destruir el culto de Artemisa, pero fue una victoria pírrica. Un último Templo de Artemisa fue quemado por una turba de cristianos fanáticos que lo arrasó bajo la dirección de Juan Crisóstomo. Luego, en el siglo V, se celebraron dos concilios sucesivos en la ciudad de Efeso (en 431 y 449). Ambos concilios fueron, por decirlo suavemente, turbulentos, ya que las facciones en disputa (católicos y nestorianos, fundamentalmente) recurrieron a tretas bastante sucias para conseguir que sus respectivos dogmas fueran aprobados. Entre las materias debatidas estuvo el problema de si Cristo era humano, divino, o ambos. Colateralmente, y de manera obviamente consecuencial, se debatió si la Virgen María era Christotocos ("madre de Cristo", o sea, madre sólo de la parte humana de Jesús) o Theotocos ("madre de Dios", o sea, madre de Jesús como un todo divino y humano). Los católicos adoptaron finalmente la segunda posición, lo que puso a María en el estatus, incómodo para una religión monoteísta, de... ¡ser una criatura capaz de parir nada menos que a un dios! (al final, lo arreglaron diciendo que a la Virgen se le debe una devoción especial o "hiperdulía", pero no una adoración o "latría" como a Dios... pero esos son tecnicismos teológicos, al final del día). Lo interesante del caso es que al reconocerle a María estatus de Theotocos, al hacérsela madre de un Dios, se la proclama entre líneas como una Gran Diosa Madre... exactamente como eran adorados Artemisa y Arinna antes que ella, y en la misma ciudad que era el centro de operaciones del culto de Artemisa, para remate. De manera que a la par que literario, no es realmente inexacto decir que, cuando un cristiano abraza el culto mariano, un destello de las antiguas diosas madres asoma por los ojos de la figura femenina allí adorada...

jueves, 3 de diciembre de 2009

¿Julio César el bisexual?


¿Fue Julio César bisexual? El historiador Suetonio nos deja sobre el tema un bien surtido ramillete de anécdotas, que él con su típica mano mora ni confirma ni deja de confirmar, limitándose a su enunciación. Una de sus más tempranas relaciones (siempre siguiendo al chismoso de Suetonio, recordemos) parece haber sido Nicomedes IV de Bitinia, uno de los reyes de Asia Oriental que tantos problemas daban a Roma en esos años. Julio César viajó en delegación a Bitinia, pero su escaso éxito en las negociaciones le atrajo rumores (quién sabe si fundados o no) de que tenía comercio carnal con el rey. Dolabella le llamó "rival de la reina y plancha interior del lecho real". Curión, no menos insultante, le llamó "establo de Nicomedes y prostituta bitiniana". Bíbulo, por su parte, lo bautizó "Reina de Bitinia". Le achaca Suetonio a una carta de Cicerón, referirse a que Julio César fue conducido al lecho real y se acostó en él, cubierto de púrpura. Finalmente César, de regreso ante el Senado, defendiendo a Nicomedes y los favores que le dio a Roma, fue interrumpido así: "Omite, te lo suplico, todo eso, porque demasiado sabido es lo que de él recibiste y lo que le has dado". Incluso sus propios soldados no fueron muy reverentes con él, cuando, después de la victoriosa Guerra de las Galias, entonaron el siguiente verso: "César sometió a las Galias, Nicomedes a César. He aquí a César que triunfa porque sometió a las Galias, mientras Nicomedes que sometió a César no triunfa"... ("Gallias Caesar subegit, Nicomedes Caesarem. / Ecce Caesar nunc triumphat, que subegit Gallias: / Nicomedes non triumphat, que subegit Caesarem").

Suponiendo que lo del rey Nicomedes fuera cierto, con todo debe consignarse que Julio César también tuvo amoríos con reinas. Cleopatra es la más famosa, desde luego, pero también están Eunoé, la esposa de Bagud, quién era rey de Mauritania.

Pero quizás el ataque más venenoso que recibió Julio César en la materia, fue el que le dedicó Curión. En un discurso, aludiendo tanto a su rumoreada bisexualidad como a su escaso respeto por la fidelidad hacia sus esposas (tuvo tres, de hecho), Curión le llamó "marido de todas las mujeres y mujer de todos los maridos"...

Seguidores

Busca temas históricos en Siglos Curiosos

Absolutismo (4) Administración Política (14) Africa (14) Alemania (16) Alimentación (13) América Colonial (6) América Independiente (1) América Precolombina (9) Animales (15) Antártica (1) Anticipación del Futuro (15) Argentina (2) Arqueología (11) Arquitectura (13) Arquitectura y Urbanismo (7) Astrología (4) Astronomía (28) Australasia (4) Australia (1) Austria (2) Automóviles (1) Aviación (2) Biblia (27) Bibliotecas (1) Biología (9) Bolivia (1) Botánica (1) Brujería (1) Bulgaria (1) Caballería (2) Calendarios (7) Caricaturas y Cómics (4) Celebraciones (1) Chile (97) China (9) Ciencia Ficción (12) Cine (42) Civilización Andina (5) Civilización Arábiga (1) Colombia (1) Colonizaciones (2) Comunicaciones (3) Construcciones (1) Cosmovisiones (3) Crímenes y Criminales (27) Cristianismo (20) Cristianismo y Cristianos (9) Croacia (1) Década de 1900 (13) Década de 1910 (17) Década de 1920 (8) Década de 1930 (15) Década de 1940 (20) Década de 1950 (12) Década de 1960 (7) Década de 1970 (12) Década de 1980 (18) Década de 1990 (11) Década de 2000 (24) Década de 2010 (13) Delfines y Ballenas (1) Democracia (17) Demografía (2) Deportes (7) Derechos de Autor (4) Diplomacia (3) Discriminación (1) Drogas (1) Economía (19) Edad Media (20) Educación (3) Egipto (2) Egipto Antiguo (12) Electrónica (1) Enfermedades Mentales (6) Eras Geológicas (6) Errores Científicos (5) Erupciones Volcánicas (2) Escandinavia (1) Esclavitud (4) Escultura (10) Esoterismo y Ocultismo (6) España (22) Espionaje (1) Espiritismo (1) Estados Unidos (39) Etimología (55) Europeocentrismo (3) Evolucionismo (8) Existencia de Dios (7) Expresiones (24) Fanatismo Religioso (3) Feminismo (3) Filosofía (23) Física (2) Francia (37) Frases para el Bronce (15) Fraternidad Universal (8) Fútbol (1) Gatos (6) Genética (7) Genocidios (1) Geografía (7) Geología (9) Grecia (1) Grecia Arcaica (8) Grecia Clásica (18) Grecia Helenística (6) Grecia Medieval (1) Guerra (9) Guerra Antigua (6) Guerra Medieval (10) Guerra Moderna (7) Guerra Naval (4) Guerra Reciente (7) Hebreos (3) Heroísmo (2) Historia Alternativa (4) Historiadores (13) Historieta y Cómic (7) Holanda (2) Humanismo (1) Idioma Castellano (2) Idioma Griego (9) Idioma Inglés (2) Idioma Latín (7) Idioma Sánscrito (1) Idiomas Artificiales (1) Iglesia Católica (8) Ilustración (2) Imperio Bizantino (12) Imperio Británico (2) Imperio Español (17) Imperio Inca (1) Imperio Napoleónico (6) Imperio Otomano (4) Imperio Persa (2) Incompetencia Militar (14) India (17) Informática (6) Ingeniería (7) Inglaterra (53) Intrigas (9) Islam (10) Italia (22) Japón (20) Joyas (2) Judaísmo (16) Judaísmo y Judíos (10) Juegos y Pasatiempos (4) Juicios (21) Leyenda Negra (2) Leyendas (7) Leyes (20) Libertad de Expresión (8) Libertad de Religión (4) Lingüística (1) Listas de Gobernantes (2) Literatura (50) Mar Mediterráneo (2) Más Allá (3) Matemáticas (16) Matrimonio (7) Medicina (15) Medio Oriente (6) Mesianismo (6) Mesoamérica (11) Mesopotamia (3) México (2) Minería (4) Mitología Latinoamericana (2) Mitos de la Creación (5) Moda (2) Monarquía (26) Mongoles (4) Monumentos (1) Muertes Remarcables (10) Mujeres (30) Mundo Bíblico (12) Música (10) Música Popular (6) Música Selecta (5) Nacionalismo (4) Navegación (23) Negociados (2) New Age (1) Occidentalización (1) Océano Atlántico (5) Oceanografía (2) Origen de la Humanidad (2) Paleolítico (1) Paleontología (11) Palestina (4) Periodismo (2) Persia (3) Personajes (43) Perú (1) Pintura (9) Polinesia (2) Premio Nobel (4) Primera Guerra Mundial (6) Profetas (5) Propaganda (3) Pueblos del Antiguo Testamento (4) Pueblos y Tribus (9) Química (4) Racismo (7) Radiodifusión (1) Regiones Geográficas (5) Reinos Helenísticos (1) Religión Grecorromana (9) Religiones Antiguas (3) Renacimiento (14) Robótica (2) Roma Antigua (42) Romanticismo (1) Rusia (12) Sacerdotes (1) Sacro Imperio Romano Germánico (2) Satanismo (5) Segunda Guerra Mundial (6) Sexismo (7) Sexualidad (20) Siglo 05 (1) Siglo 11 (1) Siglo 14 (1) Siglo 15 (2) Siglo 16 (6) Siglo 17 (32) Siglo 18 (26) Siglo 19 (56) Siglo 20 (24) Siglo 21 (1) Sincretismo Religioso (2) Sudáfrica (1) Suiza (2) Supersticiones (1) Teatro (5) Tecnología Militar (7) Tecnología Nuclear (3) Televisión (5) Teología Cristiana (5) Terremotos (9) Tíbet (1) Universidades (3) Urbanismo (14) Vampiros (3) Vestimenta (4) Viajes y Viajeros (13) Zoología (9)