
En apretadísimo resumen, Zenón tendió a rechazar el idealismo platónico, en pos de una lógica más realista, incluso nominalista a ratos. El pensamiento no es corporal, y por lo tanto no puede ser real, según los estoicos (golpe contra Platón). Lo que importa son las relaciones entre los conceptos y las cosas. Pero si dichas relaciones son necesarias, entonces eso de alguna manera esas relaciones construyen el universo (estoy resumiendo mucho, y además no estoy de acuerdo, no maten al mensajero por favor). En definitiva, el universo se identifica con la palabra ("λόγος", "logos") que lo describe, y por lo tanto el universo es racional. Al final, todo este baturrillo es para... sorpresa, para justificar que existe una moral racional, la sabiduría, etcétera.
En realidad, todo el sistema lógico-cosmológico tiende a tratar de justificar una especie de "filosofía para la acción". Pero como la acción no podía expresarse "hacia afuera" conquistando algo o abriéndose paso en la vida porque el individuo ya no tenía poder en ese medio social, debía expresarse "hacia adentro", bajo la forma de virtud. Dijimos que para nosotros, un estoico es una persona que aguanta palo sin quejarse. Bueno, esa concepción nuestra deriva de que los estoicos predicaban que el universo es racional, y además está determinado, de manera que no tiene sentido quejarse: te iba a llegar palo de todas maneras, quejándote o no. En verdad, dicen los estoicos, sufres menos si eres indiferente al palo, si te desapegas de tus sentimientos (además de que si aguantas con dignidad, la gente te admirará, pero eso, por inadvertencia o por modestia, los estoicos no parecen haberlo puesto por escrito). Este desapego a las emociones y sentimientos encontrará su propio camino hacia nuestro léxico: lo llamaban "ἀπάθεια" ("apatheia", aunque en el contexto estoico implicaba una posición activa frente al propio yo reprimiendo las emociones, lejos de la connotación pasiva y abúlica de la actual derivación "apatía"). Puede parecer un poco lunático para quien no profese sus ideas, pero es ciertamente laudable que muchos estoicos posteriores hayan sido consecuentes hasta el final, y ante cosas insuperables como la vejez o la persecusión del Emperador loco de turno (como Séneca debió sufrirla de Nerón), hayan optado por el suicidio, que para ellos era una muerte con dignidad.
El estoicismo ha tenido una propaganda extraordinaria posterior gracias al cristianismo. Mucho de la idea de virtud en la teología cristiana, fue tomado de aquí. Pero entre los paganos tuvo un gancho más pedestre: si bastaba con ser virtuoso y sabio, entonces podías conservar todas tus riquezas y aún así ser "buena gente" y sentirte feliz contigo mismo. Hubo estoicos de baja condición social, incluso esclavos como Epicteto, pero la mayoría tendió a ser políticos bien enchufados como Cicerón, especuladores acaudalados como Séneca, e incluso Emperadores romanos como Antonino Pío. Por cierto, el nombre viene de la palabra griega "stoa" ("στοά"), que significa "columna", porque Zenón predicaba al aire libre y al lado de una columna en el Agora, la plaza pública de Atenas, a quien quisiera escucharle. Parece que los estoicos posteriores encontraron maneras más respetables de hacerse oir.