Antes de ser conocido universalmente por su apelativo más célebre, Guillermo I de Inglaterra fue llamado Guillermo el Bastardo.
Guillermo el Bastardo nació en el Ducado de Normandía, y era hijo del duque Roberto el Diablo (¡ésos eran nombres!), quien un buen día se marchó a Tierra Santa y como solía suceder en aquellos años, nunca más volvió. La madre de Guillermo era mujer de humilde condición, y él mismo no era hijo legítimo, nacido dentro de matrimonio, por lo que Guillermo padeció toda su infancia y juventud los caprichos de la nobleza normanda, que le miraba en menos.
La venganza de Guillermo fue terrible. Una vez bien aposentado en el trono, ordenó a todos los nobles de su reino jurar fidelidad no sólo a su propio señor inmediato, sino también al duque mismo (o sea, él). Desató una persecusión tan dura, que muchos normandos prefirieron emigrar y reclutarse como mercenarios al servicio de los príncipes italianos, o del emperador bizantino. El propio Guillermo, para afirmar aún más su desprecio sobre los nobles, firmaba cartas y documentos oficiales como "Guillermo el Bastardo", escupiéndoles a la cara que debían obedecer... bueno, a un bastardo.
Pero su mayor triunfo llegó años después. Muerto el rey anglosajón Eduardo el Confesor, Guillermo reclamó el trono inglés por ser pariente del difunto, y cruzó el Canal de la Mancha con un ejército. En la Batalla de Hastings derrotó al rey Haroldo, y conquistó Inglaterra (año 1066). Desde entonces, Guillermo el Bastardo pasó a ser conocido como Guillermo el Conquistador.
Guillermo el Bastardo nació en el Ducado de Normandía, y era hijo del duque Roberto el Diablo (¡ésos eran nombres!), quien un buen día se marchó a Tierra Santa y como solía suceder en aquellos años, nunca más volvió. La madre de Guillermo era mujer de humilde condición, y él mismo no era hijo legítimo, nacido dentro de matrimonio, por lo que Guillermo padeció toda su infancia y juventud los caprichos de la nobleza normanda, que le miraba en menos.
La venganza de Guillermo fue terrible. Una vez bien aposentado en el trono, ordenó a todos los nobles de su reino jurar fidelidad no sólo a su propio señor inmediato, sino también al duque mismo (o sea, él). Desató una persecusión tan dura, que muchos normandos prefirieron emigrar y reclutarse como mercenarios al servicio de los príncipes italianos, o del emperador bizantino. El propio Guillermo, para afirmar aún más su desprecio sobre los nobles, firmaba cartas y documentos oficiales como "Guillermo el Bastardo", escupiéndoles a la cara que debían obedecer... bueno, a un bastardo.
Pero su mayor triunfo llegó años después. Muerto el rey anglosajón Eduardo el Confesor, Guillermo reclamó el trono inglés por ser pariente del difunto, y cruzó el Canal de la Mancha con un ejército. En la Batalla de Hastings derrotó al rey Haroldo, y conquistó Inglaterra (año 1066). Desde entonces, Guillermo el Bastardo pasó a ser conocido como Guillermo el Conquistador.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario