Nada mejor para iniciar la actividad del blog de Siglos Curiosos, ya que estamos inagurando el 01 de Enero, que recordar como anécdota que el año no siempre comenzó en la fecha actual. El año 46 a.C., Julio César encargó a un astrónomo egipcio llamado Sosígenes la reforma del calendario. A pesar de que en verdad los créditos son de Sosígenes, como quien pone la pasta manda, se lo llama con el nombre de Calendario Juliano: injusticias de la historia. Como los sacerdotes romanos, que eran encargados del calendario, tenían el desmadre con el mismo (alargaban o acortaban los años a capricho, según como pagaran los políticos, porque de esa manera alargaban o acortaban el período anual de los cónsules), César decretó de una que el año principiaba en nuestra fecha actual, el 1 de Enero. De paso, para corregir las anomalías del calendario, decretó que 45 a.C. iba a tener más de 400 días, por lo que se lo llamó "el año de la confusión".
Antes de Julio César, en el calendario romano, el año principiaba en Marzo. De ahí el nombre de algunos meses que no corresponden a su actual orden: Quintilis era el quinto mes, Sextilis el sexto (ambos son Julio y Agosto ahora), Septiembre el séptimo (ahora es el noveno), Octubre el octavo (ahora el décimo), Noviembre el noveno (ahora el undécimo) y Diciembre el décimo (ahora el duodécimo).
Que el año comience en marzo se justifica porque en esas fechas, en el Hemisferio Norte, comienza la primavera. Los romanos no fueron los primeros en elegir dichas fechas. El año babilónico también partía aproximadamente en ese tiempo. Aún queda en nuestra actual civilización una reminiscencia de aquella situación (aparte del nombre de los meses, como dijimos). El Zodíaco Occidental parte no en Capricornio (Enero), como sería lógico, sino en Aries, que parte a finales de Marzo, justamente por esta situación histórica. Y quizás algún día nos enfrentemos a los misterios del Zodíaco, que también hay un tanto de tela que cortar por ahí...
Siglos Curiosos les desea un Feliz Año 2006, y espera acompañarlos por el camino revisando las curiosas contingencias de la historia.
Antes de Julio César, en el calendario romano, el año principiaba en Marzo. De ahí el nombre de algunos meses que no corresponden a su actual orden: Quintilis era el quinto mes, Sextilis el sexto (ambos son Julio y Agosto ahora), Septiembre el séptimo (ahora es el noveno), Octubre el octavo (ahora el décimo), Noviembre el noveno (ahora el undécimo) y Diciembre el décimo (ahora el duodécimo).
Que el año comience en marzo se justifica porque en esas fechas, en el Hemisferio Norte, comienza la primavera. Los romanos no fueron los primeros en elegir dichas fechas. El año babilónico también partía aproximadamente en ese tiempo. Aún queda en nuestra actual civilización una reminiscencia de aquella situación (aparte del nombre de los meses, como dijimos). El Zodíaco Occidental parte no en Capricornio (Enero), como sería lógico, sino en Aries, que parte a finales de Marzo, justamente por esta situación histórica. Y quizás algún día nos enfrentemos a los misterios del Zodíaco, que también hay un tanto de tela que cortar por ahí...
Siglos Curiosos les desea un Feliz Año 2006, y espera acompañarlos por el camino revisando las curiosas contingencias de la historia.
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