La primera Enciclopedia en el sentido moderno del término, tenía la soberbia cantidad, para la época, de 71.818 artículos, 3.129 ilustraciones, ocupaba 35 volúmenes, y fue publicada bajo la dirección de Denis Diderot y otros, entre 1751 y 1780. Le dio un puntapié al saber enciclopédico que se ha mantenido, hasta por ejemplo la Wikipedia, con sus cerca de dos millones de artículos en su versión en inglés. Pero esto no es una novedad; ya antes los bizantinos, con Suidas y Focio a la cabeza, habían publicado sendas enciclopedias. Pero todos estos esfuerzos palidecen ante los enciclopedistas chinos, que cuando lo hicieron, lo hicieron a escala monumental, "como chinos"... Y por supuesto, no utilizaron Internet ni el copy-and-paste. Lo hicieron, simplemente, a pulso, como se hacían las cosas en la época anterior a las industrias.
La más grande de las enciclopedias conocidas es la "Ta Tien", mandada confeccionar por el Emperador Yung Lo de China (gobernó entre 1402 y 1424). Las solas cifras llegan a ser mareadoras. "Ta Tien" tenía 22.877 libros, compilados en ¡11.095 volúmenes... que sumaban 917.480 páginas! Y esta última cifra no cuenta los índices, que en total ocupaban unos sesenta volúmenes adicionales... Para colmo, fue compendiada en el plazo irrisorio, para una empresa tan vasta, de cuatro años (1403 a 1407). Lo que no es tan difícil de entender, si se considera que en ella trabajó la friolera de a lo menos 2.180 eruditos... A ella se incorporaron 800 textos desde los más antiguos que China conservó, hasta la Dinastía Ming, de la cual Yung Lo fue el tercer Emperador. El volumen total de la obra ocupaba 40 metros cúbicos.
Por supuesto que una obra tan ingente no podía ser impresa de una sola tirada. De manera que hubo sólo un ejemplar hasta 1557, fecha en la que un incendio arrasó con tres dependencias de la Ciudad Prohibida, el palacio imperial de China (edificado también por la Dinastía Ming). Se ordenó entonces realizar otra copia, mientras que la original desapareció (¿quizás enterrada con el Emperador Jiajing, que ordenó dicha copia...?). Con el paso del tiempo, la monumental obra fue dispersada, aunque en tiempos del Emperador Chieng Lung (1736 a 1796) se hizo un catastro de los volúmenes faltantes, y resultaron faltar sólo 2.422 (aproximadamente un diez por ciento de la obra total). Empero, sus últimos 800 volúmenes ardieron al parecer durante la Rebelión de los Bóxers, en 1900. Aún así, sobrevive la modesta suma de 400 volúmenes, repartidos entre varias bibliotecas privadas en todo el mundo. De esta manera, la Humanidad perdió la más grande enciclopedia jamás elaborada.
Quizás consciente de lo impracticable del uso de esta magna obra, el Emperador Kan Hsi (1662 a 1722) ordenó la confección de otra enciclopedia. Esta sobrevivió debido a su alcance más modesto: sólo "la miseria" de diez mil libros contenidos en 5.000 volúmenes. Su sucesor, Yung Chang (1723 a 1735), aceptó la sugerencia de los sacerdotes jesuitas, de usar tipos móviles de metal, en vez de planchas de madera, y con ello abarató la impresión de la misma, por lo que llegó a elaborarse un centenar de juegos de la enciclopedia, la que por lo tanto vino a reemplazar a la vasta, completísima... e inoperante "Ta Tien".
La más grande de las enciclopedias conocidas es la "Ta Tien", mandada confeccionar por el Emperador Yung Lo de China (gobernó entre 1402 y 1424). Las solas cifras llegan a ser mareadoras. "Ta Tien" tenía 22.877 libros, compilados en ¡11.095 volúmenes... que sumaban 917.480 páginas! Y esta última cifra no cuenta los índices, que en total ocupaban unos sesenta volúmenes adicionales... Para colmo, fue compendiada en el plazo irrisorio, para una empresa tan vasta, de cuatro años (1403 a 1407). Lo que no es tan difícil de entender, si se considera que en ella trabajó la friolera de a lo menos 2.180 eruditos... A ella se incorporaron 800 textos desde los más antiguos que China conservó, hasta la Dinastía Ming, de la cual Yung Lo fue el tercer Emperador. El volumen total de la obra ocupaba 40 metros cúbicos.
Por supuesto que una obra tan ingente no podía ser impresa de una sola tirada. De manera que hubo sólo un ejemplar hasta 1557, fecha en la que un incendio arrasó con tres dependencias de la Ciudad Prohibida, el palacio imperial de China (edificado también por la Dinastía Ming). Se ordenó entonces realizar otra copia, mientras que la original desapareció (¿quizás enterrada con el Emperador Jiajing, que ordenó dicha copia...?). Con el paso del tiempo, la monumental obra fue dispersada, aunque en tiempos del Emperador Chieng Lung (1736 a 1796) se hizo un catastro de los volúmenes faltantes, y resultaron faltar sólo 2.422 (aproximadamente un diez por ciento de la obra total). Empero, sus últimos 800 volúmenes ardieron al parecer durante la Rebelión de los Bóxers, en 1900. Aún así, sobrevive la modesta suma de 400 volúmenes, repartidos entre varias bibliotecas privadas en todo el mundo. De esta manera, la Humanidad perdió la más grande enciclopedia jamás elaborada.
Quizás consciente de lo impracticable del uso de esta magna obra, el Emperador Kan Hsi (1662 a 1722) ordenó la confección de otra enciclopedia. Esta sobrevivió debido a su alcance más modesto: sólo "la miseria" de diez mil libros contenidos en 5.000 volúmenes. Su sucesor, Yung Chang (1723 a 1735), aceptó la sugerencia de los sacerdotes jesuitas, de usar tipos móviles de metal, en vez de planchas de madera, y con ello abarató la impresión de la misma, por lo que llegó a elaborarse un centenar de juegos de la enciclopedia, la que por lo tanto vino a reemplazar a la vasta, completísima... e inoperante "Ta Tien".