Leonardo da Vinci es considerado, con justicia, como uno de los mayores genios en la Historia Universal. Aunque su obra científica no tuvo mayor repercusión, y sus manuscritos fueron redescubiertos y valorados cuando toda esa ciencia estaba virtualmente superada, su proyección pictórica es insuperable.
Uno de los rumores más persistentes en torno a Leonardo da Vinci es el problema de si era o no homosexual. Usualmente se considera que fue Sigmund Freud quien lanzó la hipótesis al mundo. Es cierto que Freud defendió la tesis de la homosexualidad de Leonardo, pero de manera alguna fue el primero.
Para ser concretos, en realidad fueron los propios florentinos los primeros en sospechar. Corría el año 1477, Leonardo tenía 24 años, y fue llevado a juicio bajo la acusación de sodomía, algo sumamente grave en aquellos tiempos, ya que un sodomita podía ser castigado con la hoguera, como hereje. Leonardo salió absuelto de los cargos, pero la duda quedó siempre flotando en el ambiente. ¿Cuánto de auténtica tenía la persecusión judicial, y cuánto había en ella de envidia por parte de sus contemporáneos menos talentosos? Es difícil saberlo. Como fuere, es probable que el juicio seguido a Leonardo por sodomía haya sido el más poderoso aliciente para empujarle a emigrar: entre 1482 y 1498 prestó sus servicios a Ludovico el Moro, el poderoso señor de Milán, bien lejos de Florencia.
Nunca se le conocieron a Leonardo romances con chicas. Además, solía rodearse de bellos efebos, aunque eso pasaba por labores de modelaje. Por otra parte se ha remarcado varias veces la androginia que rodea a sus personajes masculinos y femeninos. Se ha dicho, incluso, que la Mona Lisa podría ser un autorretrato, con él mismo disfrazado de mujer. Todo esto no son más que especulaciones, por supuesto, pero alimentan la leyenda del misterioso genio florentino.
Para ser concretos, en realidad fueron los propios florentinos los primeros en sospechar. Corría el año 1477, Leonardo tenía 24 años, y fue llevado a juicio bajo la acusación de sodomía, algo sumamente grave en aquellos tiempos, ya que un sodomita podía ser castigado con la hoguera, como hereje. Leonardo salió absuelto de los cargos, pero la duda quedó siempre flotando en el ambiente. ¿Cuánto de auténtica tenía la persecusión judicial, y cuánto había en ella de envidia por parte de sus contemporáneos menos talentosos? Es difícil saberlo. Como fuere, es probable que el juicio seguido a Leonardo por sodomía haya sido el más poderoso aliciente para empujarle a emigrar: entre 1482 y 1498 prestó sus servicios a Ludovico el Moro, el poderoso señor de Milán, bien lejos de Florencia.
Nunca se le conocieron a Leonardo romances con chicas. Además, solía rodearse de bellos efebos, aunque eso pasaba por labores de modelaje. Por otra parte se ha remarcado varias veces la androginia que rodea a sus personajes masculinos y femeninos. Se ha dicho, incluso, que la Mona Lisa podría ser un autorretrato, con él mismo disfrazado de mujer. Todo esto no son más que especulaciones, por supuesto, pero alimentan la leyenda del misterioso genio florentino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario