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domingo, 8 de mayo de 2011

Catherine Théot la Madre de Dios.

Que un mesías reclame ser Jesucristo suele ser lo habitual, a lo menos en el contexto cristiano (porque hay mesías que han reclamado mesianismo fuera del Cristianismo, en el contexto judío, e incluso musulmán). Que un mesías reclame ser el mismísimo Dios, es algo más raro. Pero que un mesías mujer (porque la mayor parte de los mesías autoproclamados son hombres) reclame ser la MADRE de Dios, es algo que rompe casi todos los moldes. Y eso fue exactamente lo que hizo Catherine Théot.

Aunque asociada con la Revolución Francesa, Catherine Théot ya estaba en activo en los últimos tiempos del Antiguo Régimen. La Théot aparentemente tenía alucinaciones místicas, y además se mortificaba en un ascetismo exagerado. O sea, la empanada mental idónea para llegar a la convicción de que ella era la Madre de Dios (parece ser que no como la Virgen María, sino que literalmente... la Madre de Dios, así como suena). Por supuesto que predicando un credo de esta naturaleza, Catherine Théot acabó enfrentándose a la Iglesia Católica, a la que acusaba de ser "ministros de la serpiente" y otras lindezas.

Cuando sobreviene la Revolución Francesa, la Madre de Dios no se mantendrá ajena a los acontecimientos, y junto con sus seguidores (porque, delirante y todo, la mujer ha conseguido reunir a gente dispuesta a comprarle el ticket) apoyará fervientemente a Robespierre. Irónicamente, pero de manera un tanto esperable, Robespierre jugará la carta de la ambigüedad con Catherine Théot. Después de todo, aunque recibe apoyo de ella, no es menos cierto que está tratando de instaurar el Culto a la Diosa Razón, y el apoyo de la Madre de Dios lo pone en aprietos para su programa religioso. Eso, sin contar con que le da pretexto a sus adversarios políticos para acusarle de estar fraguando un complot místico para apoderarse de Francia. Los más exaltados incluso acusan a Catherine Théot de estar en conveniencia con William Pitt el Joven, el Primer Ministro de Inglaterra, la patria enemiga jurada de Francia. En plena efervescencia política como la vivida en la Revolución Francesa, ya se pueden hacer la idea de qué significaban tales acusaciones, por mucho que en lo grueso fueran calumnias sin mayor fundamento.

El caso es que Catherine Théot acabó con sus huesos en la cárcel, aunque Robespierre en persona se encargó de salvarla del cadalso. Pero debió juzgar que su grupi era menos peligrosa en prisión, porque ahí se quedó la Madre de Dios. De manera un tanto escalofriante, Catherine Théot anuncia que se producirá una catástrofe el día de su muerte, lo que sucede finalmente en la cárcel de Plessis, el 1 de septiembre de 1794. Y en dicho día justamente, macabra coincidencia ésta (¿o no...?), el polvorín de Grenelle explota. Para los cuatro sonados que aún siguen a la Madre de Dios incluso en la ultratumba, esto es una señal, y comenzarán a esperar pacientemente que ella resucite de entre los muertos para imponer el Reino de su Hijo...

6 comentarios:

  1. Tres siglos antes ya había existido Juana de Arco, que creía que Francia era la nación escogida por Dios, y con eso ayudó a ganar la Guerra de los Cien Años y de paso consiguió un puesto en el panteón de santos católicos. Parece ser que el país de la divina razón debe echar para sustentar sus principios a estos místicos medio heterodoxos y acalaorados.

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  2. Muy interesante el asunto de la francesa esa. Sólo para comentarte de otra parecida y contemporánea: Jahng Gil-Jah, una coreana que se autoproclama "Dios la madre" (sí con esa construcción masculina y todo) y es líder de una secta que se dice cristiana de Corea del Sur.

    Acá el link al artículo que habla de ellos en la wiki en inglés:
    http://en.wikipedia.org/wiki/World_Mission_Society_Church_of_God

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  3. ¡Uf! Me ha traicionado el teclado: la expresión completa es "echar mano a estos místicos..."

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  4. A GALO GOMEZ: Bueno, lo de la canonización de Juana de Arco es reconocidamente una maniobra de la Iglesia Católica para quedar bien con la derecha ultramontana en la Francia de la III República, a finales del XIX. No en balde, en la Francia posterior a 1871 el monarquismo y los intentos de derribar a la República "dentro del imperio de la ley" hicieron nata hasta la Primera Guerra Mundial, y la gente no se acuerda de ellos únicamente porque no tuvieron éxito, aunque siempre hay un maldito y desgraciado General Gato que...

    FRANCISCO: El mesianismo femenino es un fenómeno muy inusual, pero claro, con todo el caso de Catherine Théot no es único. Aún así, desconocía el caso de esa... ¿secta, culto, religión...? Lo que sí no es una novedad en doña Jahng Gil-Jah es el título rimbombante: parece que ninguno se conforma simplemente con ser "profeta" o "mesías", sino que deben ponerse un título a cual más rebuscado que el anterior...

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  5. Por favor,señores!
    Santa Juana de Arco es una Santa reconocida oficialmente por la Iglesia Católica,una heroína de FRancia,y el símbolo de cómo la pureza,la fe,la cosntancia,etc,pueden imponerse a los juegos macabros de los poderosos.
    Desde ya,los ingleses la detestan..así como sus hijos espúreos los norteamericanos...
    En cuanto a théot,su casa de la calle de la contraescarpa reunía principalmente a los jacobinos,la peor hez de la revolución francesa.
    FRancia ha sido siempre un país cristiano(de hecho,su Rey tiene e título de Rey cristianísimo,todavía!)...a despecho de las viejas polémicas del jansenismo,los hugonotes,y el París que bien vale una misa(cfr.Enrique IV)

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  6. Un poco por la geopolítica de estar en el corazón de Europa Occidental, en un territorio fácilmente unificable por una monarquía centralizada, y a solo un Alpes de separación de Roma, es que Francia ha tenido una relación bastante complicada con el cristianismo. Resumiendo mucho, han oscilado desde siempre entre la protección al Papado por un lado (desde Pipino el Breve hasta Napoleón III) hasta los golpes paternalistas de autoridad (Felipe IV, Napoleón Bonaparte...), y a veces ambas al mismo tiempo.

    La Iglesia Católica puede argumentar lo que quiera respecto de las virtudes de tal o cual adición al santoral, pero las beatificaciones y canonizaciones tienen mucho de aprovechar el momento para proyectar un mensaje político. No de otra manera se explica la aberración de que haya hombres de armas santificados por una religión en la que su propio fundador ha dejado claro que "quien a espada mate, a espada perecerá"...

    Y el Rey Cristianísimo Francisco I de Francia se alió con el infiel turco para hacerle la vida imposible a Carlos V y su proyecto de monarquía cristiana universal. Bonito cristiano estaba hecho el Rey Cristianísimo.

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