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jueves, 3 de septiembre de 2009

Chirimoyas y chirimoyos.


Clásica fruta chilena es la chirimoya, que se cría en el árbol del chirimoyo. La "chirimoya alegre" (chirimoya cortada en pedazos, y bañada en abundante jugo de naranja) es uno de los más clásicos postres de la Gastronomía chilena. La zona clásica de las chirimoyas es el Valle de Quillota, aunque con el crecimiento de la competencia en el sector agrario, vamos a ver si aún quedan chirimoyos por ahí... Su nombre científico es Anona Cherimolia, pero su nombre común viene no del Latín, sino del Quechua. "Chiri" significa "frío", y "moyu" se refiere al círculo, circunferencia o rueda. La interpretación más obvia es que la chirimoya en efecto es una fruta redonda y de carne blanca (aunque de cáscara verde), aunque la picaresca chilena ha querido asociarla, a la fruta y al nombre, con los pechos de la mujer...

Pero la chirimoya tuvo también una proyección económica. Como fruta, la chirimoya debe cortarse muy temprano del árbol, cuando aún está verde. Luego, debe envolverse en papel, para que ahí madure. El ingenio popular chileno comenzó a llamar entonces "chirimoyos" a los cheques que no tienen fondos al ser extendidos, pero que eventualmente pueden llegar a tenerlos para el día del cobro: la idea, obviamente, es que el cheque se emite verde, por así decirlo, y va a madurar cuando se cobre. (Por otra parte, aunque en Chile cotidianamente se extienden "cheques a fecha", la ley es clara: todo cheque puede ser cobrado legalmente desde el día de su emisión). Claro está que si el firmante del cheque no tenía fondos en el día de emitirlo, bien puede ser que le guste arriesgarse y se despreocupe de enterar los fondos después en la cuenta corriente, o simplemente se haga el desentendido y desaparezca con lo pagado con el cheque, entonces el chirimoyo nunca va a madurar. Por lo tanto, la expresión "chirimoyo" pasó a designar, del cheque a fecha y probablemente sin fondos, a toda clase de cheques sin fondos, y aún a los cheques falsos... Y siguiendo con la extensión, pasó a llamarse "chirimoyero" al estafador que usa cheques falsos o "chirimoyos" como medio de comisión del delito ("chirimoyero" es inicialmente, el vendedor de chirimoyas).

Hay quienes afirman, quién sabe si con base o no, que la relación fue hecha en Quillota, en donde alguna vez se habría hecho tal estafa comprando chirimoyas. Tales historias, por supuesto, pertenecen a la rumorología popular.

3 comentarios:

  1. Feliz mes de la patria a siglos curiosos.
    Bien ahí con el especial de todos los años.

    Saludos y suerte en todo

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  2. Muy interesante lo que escribes sobre la chirimoya, una de mis frutas preferidas. Aquí en Holanada, donde vivo ahora, no se encuentran apenas.

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  3. A YORKEEM: Gracias, y ahí seguimos adelante. Saludos también. ;-)

    A PILAR MORENO WALLACE: Gracias, aunque (vamos fusilándonos en el pie, pero qué diablos, al César lo que es del César), la noticia es del folclorista chileno Oreste Plath. Y sí, una lástima que la fruta chilena en Europa sea cara y casi inencontrable (me han dicho). Saludos, y suerte...

    A TODO EL MUNDO EN GENERAL: Mis disculpas por responder tan tarde, como de (mala) costumbre. Es que esto de balancearse entre tener un blog y tener una vida... En fin, saludos a todo el mundo.

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