Historias desopilantes, anécdotas curiosas, rarezas antiguas: bienvenidos a los siglos curiosos.
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domingo, 29 de marzo de 2009
Ramificaciones lingüísticas de las estrellas.
El deporte de rastrear el origen de las palabras (etimología) tiene su miga porque las palabras reflejan las concepciones de cada época, y aunque las concepciones cambian, las palabras quedan. Y palabras que a primera vista no tendrían ninguna relación entre sí, de pronto se vinculan por un origen común. Una de estos progenitores lingüísticos con familia frondosa, es la palabra indoeuropea que designa a las estrellas, que en latín es "astrum" y en griego es "asteros" (αστέρας), y que aparece no sólo en el moderno vocablo "estrella", claro está, sino en lugares bastante más alejados. Veamos:
-- ASTERISCO. Por si alguien no ha notado que los asteriscos tienen forma de estrella... El asterisco nació en la Edad Media, cuando los genealogistas lo crearon como símbolo para señalar el nacimiento de una persona. Así, un asterisco seguido de un número, indicaba que en ese año había nacido (o quizás, que en ese año las estrellas habían tenido a bien influenciarlo a través del horóscopo, etcétera).
-- ASTEROIDE. Esta es fácil. Cuando se descubrieron las primeras rocas espaciales, los astrónomos no sabían muy bien qué hacer con ellas. No eran planetas, desde luego, pero tampoco estrellas. Después de pensárselo un poco, decidieron llamarlas "estrellas pequeñas", lo que en griego es "asteroide" (ἀστεροειδής). Y así quedó.
-- ASTROSO. El sentido más habitual (la RAE recoge tres) es la de una persona que anda sucia, desaseada, con la ropa vieja o hecha andrajos. Puede relacionarse el "andar astroso" con el más coloquial "andar de capa caída" o el más economicista "andar con los bonos bajos". Pero el tercer sentido que recoge la RAE, permite hacer la relación: se puede usar la palabra "astroso" (aunque la RAE lo recoge como expresión en desuso) para referirse a algo infausto o malhadado. Recordemos que antiguamente se atribuía a los astros influencia sobre los seres humanos. O sea, en definitiva, andar astroso significa en su origen lo que se dice aún popularmente: "andar con la mala estrella".
-- DESASTRE. Seguimos con lo anterior. Cuando los antiguos echaban horóscopos y se encontraban con las estrellas "mal aspectadas", podían decir que cada una tiraba para su propio lado sin contribuir a la felicidad de la persona. O sea, lo que la persona tenía en su horóscopo era un des-astre, una situación en que las estrellas se están separando o alineando en configuraciones poco propicias. De esta manera, el que cualquier calamidad se atribuyera a la fatalidad de los astros dio pie al origen de la palabra actual "desastre" y "desastroso".
-- ESTER. Y por último, un nombre propio de mujer. Los avisados repararán en que Ester es un nombre hebreo, recordando que en la Biblia hay un Libro de Ester, y la lengua hebrea es semítica y no indoeuropea, mientras que todas las otras palabras referidas aquí se vinculan al griego o al latín (lenguas indoeuropeas ambas). Sin embargo, en este caso, la procedencia viene de otra parte: el persa. Al contrario de lo que muchos piensan, los persas no son semitas sino indoeuropeos (a muchos los ofende, con razón o sin ella, que los llamen "árabes"). Y la raíz persa pasó a la Biblia (como recordarán, el Libro de Ester se ambienta en la corte real del Imperio Persa), pasando a ser otro nombre bíblico más, a pesar de no tener un origen idiomático semita. Y sí, Ester significa también "estrella"...
Me ha gustado mucho tu blog. Tienes cosas interesantisimas por aqui.
ResponderBorrarCon tu permiso, te he enlazado para seguirte.
Un saludo
Gracias por los elogios, y naturalmente que tiene todo el permiso del mundo para enlazar. También he enlazado En la Corte del Rey Sol, me parece un magnífico blog sobre la Francia del siglo XVII.
ResponderBorrarSaludos también.