Historias desopilantes, anécdotas curiosas, rarezas antiguas: bienvenidos a los siglos curiosos.
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domingo, 16 de noviembre de 2008
Y los kusitas sí eran negros a fin de cuentas.
En nuestra época de cierta tolerancia multicultural, el racismo abierto es considerado como algo sumamente ofensivo, y por lo tanto, nos cuesta creer cómo hubo épocas tan impregnadas de éste, que manchaban toda su ciencia histórica con afirmaciones a las claras absurdas, pero que sí cuadraban con un esquema mental de "la raza blanca superior versus las razas inferiores". La investigación arqueológica sobre el Reino de Kush fue una gran víctima de ello. Mientras que la Egiptología moderna principió con la campaña de Napoleón Bonaparte a Egipto en 1798-1799, la investigación arqueológica seria sobre los kusitas, sus vecinos del sur, debió esperar hasta mediados del siglo XX, para que alguien mostrara un cierto interés sobre este pueblo.
A comienzos del siglo XIX, cuando la egiptomanía invadió al mundo académico europeo, nadie tenía muy en claro hasta qué segmento del Río Nilo valía la pena explorar en busca de nuevas ruinas. El primer investigador del Reino de Kush, como se llamó el poderoso ente político que surgió al sur del Egipto Faraónico, fue un investigador llamado Giuseppe Ferlini (1800-1870), más motivado por saquear tesoros que por verdadera investigación arqueológica. Los métodos de "exploración" de Ferlini eran tan expeditos como volar las capas superiores de las pirámides en Sudán a punta de dinamita, para descubrir cámaras secretas en su interior. Pero cuando reveló que sus hallazgos venían del Africa Negra y no de Egipto, se quedó enormemente chasqueado: ningún arqueólogo serio creía que los "negros" eran capaces de civilización. Consiguió vender su material, sí, pero al final de un laborioso proceso de negociaciones con muchos entes culturales distintos.
Con todo, ya no se podía ignorar que al sur de Egipto habían importantes hallazgos arqueológicos, y hubo egiptólogos que se dignaron darle una mirada a Kush. Uno de ellos fue Richard Lepsius, quien al investigar a los kusitas, quedó lo suficientemente convencido de que eran una cultura importante como para escribir que sus ruinas "pertenecían a una raza blanca", cuando hoy en día es evidente por los testimonios arqueológicos que los kusitas eran de raza negra. A tanto llegó la fijación por atribuirles antecedentes "blanqueados" a los kusitas, que el arqueólogo George Reisner (1867-1942) afirmó después de dedicar los años de 1916 a 1919 a la investigación de éstos, que el gran rey Piankhi, el Faraón Negro que conquistó Egipto hacia el año 715 a.C., era en realidad un mercenario libio que había cruzado todo Egipto de norte a sur y se había impuesto militarmente a los negros kusitas. En el libro "Cuando Egipto gobernaba el Oriente", publicado en 1942 por los egiptólogos Keith Seele y George Steindorff, Piankhi sufrió otro desdén, cuando se escribió de él y sus sucesores nubios en Egipto: "Mas su dominio no duró por tanto tiempo".
El asunto empezó a cambiar recién en 1960. Irónicamente fue el cataclismo de erigir la Represa de Asuán, lo que obró el milagro. Debido a que enormes tierras iban a quedar inundadas por las aguas de la represa, las investigaciones arqueológicas adquirieron un ritmo frenético. Con esto, surgieron (en forma de estatuillas y similares) múltiples evidencias de que los nubios kusitas sí eran de raza negra, en particular por los rasgos negroides de las facciones de muchas estatuas representando a figuras de la época del dominio nubio sobre Egipto (hacia 730-671 a.C.). La sensibilidad hacia el racismo había cambiado su tanto en el período intermedio, en particular gracias a la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos, y con ello, el fantasma de los kusitas tuvo una nueva oportunidad de pasar a la Historia, ahora sí como corresponde, sin ser distorsionados ni falseados por los egos racistas de los investigadores.
Muy interesante, más de uno se retuerce al saber que el proceso de hominización nació én África. Es una lástima que medio Partenón esté en Inglaterra, y el destrozo que hicieron los europeos con unos u otros fines. De todas maneras, la historia pone a cada uno en su lugar; piteros, racistas, xenófobos ...
ResponderBorrarY bueno, quizás en algún minuto postee sobre cómo se les cayó el pelo a los europeos cuando descubrieron que los fósiles homínidos de Africa, China y Java eran taintitas veces más antiguos que el muy europeo Hombre de Neanderthal...
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