Uno de los más penosos episodios de la historia económica de finales del XX y comienzos del siglo XXI, se corresponde con el pinchazo brutal de la Burbuja Punto Com. En su tiempo se publicitó abiertamente la creación de una "Nueva Economía", la Economía del Tercer Milenio que iba a dejar obsoletas todas las teorías económicas basadas en la Revolución Industrial. La clave eran las nuevas tecnologías de la computación, y en particular la Internet, la "autopista de la información", que iba a convertir la sociedad industrial en una sociedad de la información, justamente. Al final sucedió, con la irrupción de la blogósfera y con ella de Siglos Curiosos, pero las uvas estaban aún un poco verdes en el paso al 2000. Y quienes apostaron antes de tiempo, se estrellaron.
Como cualquier burbuja financiera, la Burbuja Punto Com es de historial complicado. Pero varios factores incidieron. Por una parte, la caída de la Cortina de Hierro permitió que los capitales pudieran movilizarse como nunca por el mundo. Los inversionistas, alejado el riesgo del holocausto nuclear, miraron también el futuro con mayor confianza. Las economías emergentes (Asia, Latinoamérica) de pronto, al liberalizarse, se transformaron en destinatarios naturales de las inversiones del Primer Mundo, particularmente de Estados Unidos. Y el corazón de todos estos movimientos financieros internacionales era la Nueva Economía, la Internet, que entre otras cosas, modificaba la manera de hacer negocios en el mundo.
Pero claro, la liberalización de los mercados hizo muy ricos a los inversores de Estados Unidos, y mantuvo en la pobreza a muchas otras naciones (incluso creó varios desplomes, como el Tequilazo en 1995, la Crisis Asiática en 1997-98, el Hundimiento con Bife Chorizo de Argentina en el 2000...). En Diciembre de 1999, durante una reunión de la Organización Mundial de Comercio, en Seattle, estallaron disturbios por parte de los grupos antiglobalización, ridiculizados como "globalizados para organizarse por la antiglobalización", sin parar mientes en que no protestaban contra la globalización per se, sino contra ciertos desagradables efectos de la globalización liberal a ultranza. Claro, protestaban porque liberalización a ultranza significaba explotación de los recursos del Tercer Mundo en favor de los inversionistas del Primero, que entretanto tenían más dinero, y lo usaron en especular en las tecnologías de la información. Surgieron así numerosas empresas "punto com", que emitieron acciones a la Bolsa, y los inversionistas, ahora con más dinero para invertir, compraron ávidamente, creyéndose la propaganda de que una Nueva Economía permitiría que (¡por fin!) todo el mundo pudiera ser rico, o tener un aroma a riqueza al menos.
El índice NASDAQ (que agrupa a valores bursátiles relacionados con la tecnología) había subido de 500 puntos en Abril de 1992, a 1.000 puntos en Julio de 1995, a 2.000 puntos en Julio de 1998, y a una cifra récord de 5.132 en Abril de 2000. Para cualquier enterado en cuestiones económicas, era claro que semejantes alzas no podían reflejar un aumento de valor en la Economía real, y que las empresas punto com estaban fuertemente sobrevaloradas. Cuando la gente terminó por darse cuenta y dejó de especular con las empresas punto com, sobrevino el desastre. En el año 2000, America Online y Time Warner se habían fusionado para crear la empresa absoluta de la Nueva Economía (AOL Time Warner), mientras que en los dos años siguientes, tuvo que admitir pérdidas en sus balances de... ¡100.000 MILLONES de dólares! Por supuesto que diez años antes no había ninguna empresa que valiera tantos millones, y menos que pudiera aguantar una pérdida de tamaño semejante sin declararse en bancarrota... Pero AOL Time Warner sobrevivió. La pérdida de capital obligó a las empresas a hacer despidos, y el paro subió del 3,8% al 6,0% en apenas el año 2001. Curiosamente, muchas empresas dot com (cerca de la mitad, según estadísticas) se las apañaron para sobrevivir: eran tan pequeñas, que tenían pocos valores en juego, y por ende sus pérdidas no fueron tan grandes, mientras que los grandes tiburones fueron los que más arriesgaron y murieron. Por supuesto que en ese tiempo ya era Presidente de Estados Unidos el señor George W. Bush, hombre más ávido de dar lecciones que de aprenderlas, y empezó de inmediato a gestarse la siguiente burbuja, la Crisis Subprime 2007-2008...
Desde luego que el nombre del blog está bien elegido. Como siglo curioso el que recién estrenamos. Los entresijos del sistema financiero se parecen cada vez más al cuento de la lechera
ResponderBorrarBueno, no en balde hay quien califica por ahí a las Bolsas de "casinos para ricos"...
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