Páginas

jueves, 11 de septiembre de 2008

Los españoles y el Himno Nacional de Chile.


Como cualquier guerra, la Guerra de Independencia de Chile (librada entre 1810 y 1818) produjo hondos sentimientos y resquemores entre ambos beligerantes. No es raro entonces que en la primera mitad del siglo XIX, y hasta bien avanzada la segunda mitad, hubiera un hondo sentimiento antihispánico en la mentalidad chilena. Y el Himno Nacional de Chile no se libró de esto. La primera letra del Himno Nacional de Chile fue escrita por Bernardo de Vera y Pintado, y su texto era agresivamente antihispánico. Era posible encontrar versos como los siguientes, entre otras perlas: "El cadalso o la antigua cadena / Os presenta el soberbio español: / Arrancad el puñal al tirano / Quebrantad ese cuello feroz" (Estrofa I), "Ciudadanos, mirad en el campo / El cadáver del vil invasor... / Que perezca ese cruel que el sepulcro / Tan lejano a su cuna buscó" (Estrofa IV), "Esos monstruos que cargan consigo / El carácter infame y servil / ¿cómo pueden jamás compararse / con los héroes del cinco de abril?" (Estrofa VII, el 5 de Abril de 1818 es la fecha de la batalla de Maipú en que se aseguró en definitiva la independencia de Chile). Y así el himno sumaba y seguía sobre el bello y bonito Chile asolado por las malvadas huestes del conquistador. Sin parar mientes en que todos los independentistas eran criollos, es decir medio españoles, porque en Chile la independencia fue cualquier cosa menos un levantamiento de la población indígena, nativa, autóctona u originaria...

Irónicamente, la primera vez que se entonó la Canción Nacional, la música no estaba lista aún, y en el apuro, debió entonarse con la música del Himno Nacional de Argentina... La música fue finalmente compuesta por Manuel Robles, que era chileno, pero menos de una década después, se encargó una nueva partitura, que hubo de componerla don Ramón Carnicer, que era... español (se encontraba exiliado en Londres debido a su virulenta oposición contra el todavía reinante Fernando VII de España... y nunca jamás en su vida visitó Chile).

Recién en la década de 1840, España vino a reconocer la independencia de Chile, y entonces las relaciones diplomáticas se normalizaron. Sobrevino entonces el bochorno de tener que explicarle a los españoles por qué el Himno Nacional de Chile se reforcila tanto injuriando a los peninsulares. Don José Santos Tornero, inmigrante que era a la sazón director del diario El Mercurio de Valparaíso (el mismo que todavía existe y se publica), y que era español riojano de pura cepa (nació en Viniegra de Abajo, en la Sierra de Cameros, en La Rioja, en el año 1808), encabezó toda una campaña periodística para cambiar la letra del himno, e incluso llegó a encabezar una delegación que le pidió al Presidente Manuel Bulnes (1841-1851) que se obrara de tal manera. En esa coyuntura, se decidió que se mantendría la melodía del ya mencionado español Ramón Carnicer (que de hecho, sigue siendo la melodía actual del Himno Patrio), pero se cambiaría la letra. Eusebio Lillo Robles fue el encargado de redactar una nueva letra, que es la conservada en la actualidad. El trabajo fue entregado para la supervisión de Andrés Bello, el destacado jurista y gramático que a la fecha estaba redactando atareadísimo el Código Civil, y que para seguir con el baile de nacionalidades, no era ni chileno ni español sino venezolano afincado en Chile. Andrés Bello aprobó la letra, pero objetó el coro, así es que ni cortos ni perezosos, decidieron que el coro del antiguo Himno se mantendría... ("Dulce Patria, recibe los votos / con que Chile en tus aras juró / Que, o la tumba serás de los libres / O el asilo contra la opresión").

El nuevo Himno Patrio tiene un tono harto más amigable, incluyendo un inicio que podría ser calificado de "cautamente amistoso", comparado con el flagrante antihispanismo de la letra anterior: "Ha cesado la lucha sangrienta / Ya es hermano el que ayer invasor / Del vasallo borramos la afrenta / Combatiendo en el campo de honor". En la Segunda Estrofa dice: "Alza Chile, sin mancha la frente / Conquistaste tu nombre en la lid / Siempre noble, constante, valiente / Te encontraron los hijos del Cid"... Y aunque si bien está presente todavía un cierto tono de resquemor, en las interpretaciones oficiales sólo se canta la Quinta Estrofa, que no hace mención alguna a invasores de ningún tipo, sino que sólo se refiere a las bondades de la geografía chilena. Durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) se ordenó también cantar la Tercera Estrofa, que enaltecía a los soldados chilenos ("Vuestros nombres valientes soldados / Que habéis sido de Chile el sostén / Nuestros pechos los llevan grabados / Lo sabrán nuestros hijos también..."), pero cuando la dictadura acabó y empezaron a salir a flote las atrocidades cometidas por los soldados chilenos contra la población civil, la Tercera Estrofa ("segunda estrofa del Himno" en la jerga popular, por cantarse después de la Quinta...) pasó a un discreto olvido, y en la actualidad sólo se canta en los actos de adhesión de los pinochetistas más recalcitrantes. Y dicha Tercera Estrofa tampoco contiene alusiones antihispánicas.

3 comentarios:

  1. ¿Qué interesante!. Mejor ahora sin resquemor, mejor pensar en las cosas que unen que las que separan.
    Un saludo

    ResponderBorrar
  2. Dios mío, este blog es buenísimo. Enhorabuena.
    Un saludo desde España.

    ResponderBorrar
  3. A SBM: Completamente de acuerdo. Aunque siempre es bueno recordar estas cosas, por aquello de que "quien no conoce la Historia, está condenado a repetirla".

    A PAUL SPLEEN: Gracias por las felicitaciones, y un saludo cordial desde Chile (¡y por suerte la historia decimonónica quedó atrás!). :-D

    ResponderBorrar