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domingo, 27 de julio de 2008

La muerte de Evariste Galois.


Evariste Galois es considerado uno de los más importantes y reconocidos genios matemáticos de todos los tiempos, y si no llegó a alcanzar una estatura mayor, es probablemente debido a la tempranísima edad en que falleció, y que no le permitió expresar la totalidad de su genio matemático. Porque Galois murió cuando tenía apenas veinte años de edad.

Galois nació en Octubre de 1811. Podríamos decir de él que pertenecía al típico temperamento romántico de su época. Su carácter apasionado y su desprecio por la autoridad le iba a traer, por supuesto, una enorme cantidad de problemas en su corta vida. Siendo todavía estudiante, publicó un trabajo sobre las condiciones de resolución de una ecuación polinómica por radicales, un problema matemático considerado hasta la fecha como prácticamente insoluble, y que abrió camino a toda una nueva rama de las Matemáticas, llamada con justicia la Teoría de Galois. Publicó aún algunos trabajos más, muy pocos, pero que dan a entender lo lejos que estaba llegando en el Algebra, y que lo mostraban como una futura luminaria en el campo de las Matemáticas.

Esto hubiera sido así, si se hubiera quedado en las Matemáticas. Pero también tenía opiniones políticas, y las sostenía con el temperamento ardiente de un adolescente, lo que le valió, en la Francia de la Revolución de 1830, terminar en prisión. Una vez fuera de la cárcel, encontró tiempo para meterse en líos de nuevo. Desafió o fue desafiado a duelo (la manera en que los caballeros de la época solían resolver sus asuntos de honor, recordemos), quizás por un asunto de faldas. La noche anterior al enfrentamiento, no durmió absolutamente nada: se la pasó en vela escribiendo cartas y textos matemáticos, convencido de que no viviría ya más desde el día siguiente. Su terror a los resultados del duelo, su cansancio extremo a la madrugada del día siguiente, y su cuota de mala suerte, hicieron el resto: Galois recibió un balazo en el abdomen, el 30 de Mayo de 1832, y falleció al día siguiente, a las diez de la mañana. Sus famosas últimas palabras fueron: "Ne pleure pas, Alfred! J'ai besoin de tout mon courage pour mourir à vingt ans!" ("¡No llores, Alfredo! ¡Necesito de todo mi coraje para morir a los veinte años!"). Este Alfredo era su hermano. El reconocimiento llegó tardíamente a Galois, cuando su obra fue publicada en 1843, más de diez años después de su muerte, y fue saludado como uno de los más grandes genios matemáticos del siglo XIX. En ese 1843, Galois hubiera cumplido 32 años.

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