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jueves, 29 de noviembre de 2007

La cobardía patológica del Terrible McC.

Le llamaban el "Terrible McC" porque a su alrededor había creado un aura de que pasaban cosas. Su nombre era George Brinton McClellan (1826-1885), y fue nombrado como Comandante del Ejército del Potomac (el más importante de todos) por Abraham Lincoln, cuando empezaba la Guerra de Secesión Norteamericana (1861-1865). Ya tendría tiempo Lincoln de lamentar el haberse dejado llevar por la reputación, y haber designado a McClellan en dicho lugar.

McClellan parece haber sido la clase de persona que compensa sus inseguridades personales con la más absoluta meticulosidad. Estas características fueron muy bienvenidas al principio, cuando de organizar el ejército se trataba, pero luego le jugaron pesadamente en contra cuando tuvo que utilizarlo. Porque su inseguridad y minuciosidad le llevaron a una actitud completamente pasiva frente al enemigo. Los ejércitos confederados, a cargo de Robert E. Lee, eran inferiores en número y preparación, pero hicieron lo que quisieron sobre el campo de batalla, debido a la reluctancia de McClellan en presentar combate. Para obtener informes, McClellan reclutó a la célebre agencia Pinkerton, y ellos se encargaron de inventarle ejércitos fantasmas y sobreestimar al adversario, lo que creó aún mayores miedos en McClellan. De este modo, se cubrió de ridículo en episodios tales como el asalto a la colina de Munton, que tomó una vez que las tropas confederadas se hubieran retirado... sólo para descubrir que la "potente" artillería enemiga eran en realidad troncos pintados de negro. En la mentalidad de McClellan, sus grandes hazañas eran la ocupación de los campamentos sudistas de Manassas y Yorktown, después de que las tropas rebeldes se retiraran, porque habían sido tomados por la "pura destreza militar", y sin pérdidas de vidas humanas...

Lincoln perdió la paciencia, y empezó a exigir acción. Lo que originó el sainete según el cual McClellan pedía refuerzos, y Lincoln los enviaba apremiando para el ataque, lo que originaba nuevas peticiones de refuerzos... De este modo, en Junio de 1862, los 100.000 hombres de McClellan actuaban como perritos asustados frente a los ¡23.000! confederados enemigos al mando de Magruder. En Octubre del mismo año, McClellan estimaba en 150.000 los efectivos enemigos, mientras que un artículo publicado en el "Harper's Weekly", de un observador imparcial, cifraba los efectivos enemigos en 60.000 "sucios, andrajosos y medio famélicos".

Se dice que un día Lincoln visitó el campamento, y preguntó a uno de sus amigos qué veía. Este respondió que se trataba del Ejército del Potomac. Lincoln contestó: "Así le llaman, pero es un error. Se trata únicamente del cuerpo de guardia de McClellan". A la larga le relevaron de la Comandancia en Jefe primero, y del mando del Ejército del Potomac después. Pero la cobardía crónica de George McClellan le había costado un año entero de campañas militares a la Unión, contra la Confederación.

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