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jueves, 26 de julio de 2007

¿Un segundo Taj Mahal...?


El Taj Mahal es, probablemente, uno de los monumentos arquitectónicos más importantes de la Historia de la Humanidad, y el más característico de una de sus más importantes civilizaciones, la que ha florecido en la India. Pero pocos saben que, en realidad, el Taj Mahal iba a ser no uno, sino DOS monumentos... La historia es la siguiente.
En el siglo XVII, la India atravesaba por un período de relativa estabilidad política (perturbada, eso sí, por algunas rebeliones de tarde en tarde). En este período gobernó Sha Jahan, cuyo verdadero nombre es Shahbuddin Mohammed Shah Jahan, y cuyo apodo es un título persa que modestamente significa "Rey del Mundo" (considerando su poderío sin contrapeso sobre la India, bien podía dar esa impresión). Sha Jahan tenía una favorita, la princesa Arjumand Banu Begum ("begum" es una palabra de la India que significa "princesa"), apodada Mumtaz Mahal ("La Joya del Palacio"). Mumtaz Mahal le dio 14 hijos a Shah Jahan, y murió en 1631, a los 38 años, por las complicaciones del último parto.
Shah Jahan enloqueció entonces de dolor. Casi literalmente. Y ordenó que en la ciudad que era su capital, Agra, se construyera el Taj Mahal como residencia última para su amada. No insistiremos en la belleza ni en los detalles arquitectónicos del Taj Mahal, que se pueden encontrar en cualquier buena enciclopedia, y también en la Wikipedia. Sólo diremos que se estima trabajaron en las obras 20.000 obreros, y que se buscó construir la máxima simetría posible... LLEGANDO HASTA EL PUNTO DE ORDENAR LA CONSTRUCCIÓN DE UN SEGUNDO TAJ MAHAL IDÉNTICO AL PRIMERO, QUE SIRVIERA DE TUMBA A SHAH JAHAN AL LADO DE SU AMADA MUMTAZ MAHAL. Este segundo Taj Mahal iba a ser de piedra negra, para acompañar al primero, que era (y es) de mármol blanco. Pero esto no llegó a ser. Aurangzeb, hijo de Shah Jahan, derrocó a su padre en 1658, y abortó la elefantiásica segunda parte del proyecto, disponiendo que su padre fuera módicamente enterrado en una segunda cripta al lado de la tumba de Mumtaz Mahal. La ironía suprema de esto es que la tumba de Shah Jahan, que buscaba construir un templo de simetría perfecta para su amada, es justamente el único elemento del Taj Mahal que ROMPE la simetría del monumento...