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jueves, 11 de enero de 2007

La miserable condición de los actores.


Quien piense que la profesión de actor es hoy en día una profesión ingrata y malpagada (con la excepción de las figuritas de las telenovelas, por supuesto), debería echar un vistazo al pasado. En la España del Absolutismo, así como en toda Europa, sí que la pasaban mal. Fue recién en el siglo XIX que un actor, don Carlos Latorre (1799-1851), alcanzó el tratamiento de "don", hasta entonces demasiada cosa para uno de su condición.
Peor se le dieron las cosas a Iñigo de Velasco, actor ajusticiado en Valencia el 25 de Agosto de 1643, porque "olvidado de la humildad de su oficio, galanteaba con el despejo que pudiera cualquier caballero". ¿Qué dirían hoy los galanes de las teleseries, si por acostarse con modelos fueran condenados a la pena capital...?

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