Ya hemos comentado acerca de la colección de "El mundo del futuro" aquí en Siglos Curiosos: fueron tres tomos publicados en inglés en 1979, con la autoría de Kenneth Gatland y David Jefferis, y editados en castellano por Editorial Plesa. Resulta interesante echar un vistazo acerca de cómo veían el mundo de finales del siglo XX y comienzos del XXI, gracias a una cómoda tabla cronológica insertada al final; ya lo hemos hecho con los robots en Siglos Curiosos, y ahora lo haremos con las "ciudades del futuro". Muchas de las predicciones fueron desacertadas, sea porque no han sido realizadas, o sea porque fueron realizadas de forma muy posterior a la fecha que le adjudicaban. Pero predecir el futuro siempre es un negocio difícil, así es que no nos reiremos (mucho) de sus desaciertos y fallos. Y ahora, sin más preámbulos... así es como visualizaban las ciudades del futuro en 1979.
Entre 1980 y 1990 tenemos varias profecías fallidas desde el punto de la fecha: se han concretado, pero tardaron mucho más de lo previsto en hacerse realidad. Se menciona que el periódico llega a los hogares impreso por computadora o a través de la pantalla de televisión, lo que en la actualidad es una realidad gracias a Internet y el correo electrónico, pero que no lo era en 1990. Se menciona también el perfeccionamiento de la tecnología para ahorrar energía en las casas (cierto, pero posterior a 1990), y la generalización de los paneles solares para generar electricidad hogareña, tendencia que está al alza hoy en día, pero está lejos de ser "generalizada". La profecía que no vimos ni en 1990 ni en la actualidad, son la aparición de los primeros robots domésticos, salvo aquellos que aparecieron como curiosidad o artículos de lujo (en "Rocky IV", por ejemplo). Las profecías que sí pueden verse como hechas realidad, incluso en su década, son la transmisión de programas educativos para el Tercer Mundo a través de satélites de comunicaciones, así como el perfeccionamiento de las turbinas de aire para suministrar energía eólica barata (aunque desde esa década a la fecha, dicha tecnología todavía no se haya propagado en demasía).
Para el período entre 1991 y 2000 se predijeron varias tecnologías hoy en día disponibles... aunque después del 2000. Incluye la votación electrónica, aunque hoy por hoy dicha tecnología todavía es problemática. Y la televisión en 3-D, aunque su método sea diferente a los actuales disponibles (habría usado técnicas holográficas). Y los experimentos con combustibles orgánicos alternativos a la gasolina. Y el uso de fotocopiadoras (que irónicamente, con la digitalización de documentos, parecieran ir en franco declive). Y la robotización de las fábricas, por supuesto. Los desaciertos, eso sí, son bastante gruesos: lanzamiento de satélites aspiradora para combatir la chatarra espacial, instalación de una granja en órbita por parte de la Unión Soviética (¡¡!!), reemplazo del ama de casa por los robots domésticos, transporte de icebergs para solucionar la crisis del agua, construcción de una ciudad submarina en el Mediterráneo para ayudar en tareas de minería... Los aciertos casi de pleno (salvo el formato, eso sí) es la masificación de las "radios de pulsera", que dicho así parece una profecía fallida, hasta que se piensa en ése fue el período en que comenzó la masificación de la moderna telefonía celular, así como las primeras entregas de correo electrónico, aunque su método es un tanto rústico: "Las cartas escritas a mano se copian electrónicamente y se envía por satélite a su destino"... De hecho, está describiendo el fax, que en los 90s murió en todas partes, excepto en Japón, porque, bueno... Japón, por eso.
Para el período del 2001 al 2050 en que nos encontramos, aún es temprano para decidir los aciertos o errores, claro. Pero mencionemos algunas cosas. Lo realmente importante aquí es que la colonización del espacio está lanzada a toda vela. Para el año 2050 habría estaciones espaciales permanentes en órbita (que las hay) y miniciudades orbitales (veremos), construcción de una base lunar y el nacimiento del primer bebé en la Luna, eliminación de casi todas las taras hereditarias (eso está difícil para 2050), formación de un anillo de chatarra alrededor de la Tierra (tanto como un anillo no, pero esta profecía en la actualidad es deprimentemente correcta, y un escenario como la película "Gravedad" no es ciento por ciento descartable), instalación de una base minera en Marte, utilización de los asteroides como fuentes de materia prima, inicio de la construcción de una colonia espacial para 10.000 personas, comienzo de la terraformación de Venus, una ciudad con 500 habitantes en órbita alrededor de Marte, un hotel para turistas en el espacio, celebración de los Juegos Olímpicos Interplanetarios en la Luna (¡¡!!) (¡¡y para 2020!!), creación de varias ciudades marinas, y finalmente la estabilización de la población planetaria entre 6.000 y 7.000 millones de personas, en parte gracias a la válvula de escape que significa la colonización del espacio. Por supuesto que faltan casi tres décadas y media para el 2050, pero aún así, cabe profetizar que los logros para dicha época van a ser quizás algo más modestos que lo señalado en estas páginas...
Lo de los paneles solares funciona mientras no le pise los callos a las empresas eléctricas. Recuerde mi general que en España se alentó a instalación de paneles solares en los hogares, con incentivos como pagos desde las eléctricas a los usuarios que aportaran su exceso de energía al sistema cetral; hasta que llegó Rajoy y decretó lo diametralmente opuesto: que los usuarios que aportaran su exceso de energía deberían indeminzar a las eléctricas. El mundo de hoy...
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