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jueves, 25 de octubre de 2012

Una resolución jocosa de un militar español.


Hace su tiempo atrás acá en Siglos Curiosos nos referimos a Mariano Osorio, el penúltimo gobernador español de Chile, quien ejerció entre 1814 y 1815, y su peculiar estilo para redactar resoluciones administrativas. Pero el historiador decimonónico chileno Diego Barros Arana se las arregla para recordar al respecto a un español llamado Tomás de Morla. No sólo Morla y Osorio eran ambos andaluces de terruño y militares de profesión, sino que además, Mariano Osorio había sido discípulo de Tomás de Morla en la Escuela de Artillería de Segovia. Sin embargo, la hoja de servicios de ambos resulta divergente desde la invasión napoleónica. Mientras que Osorio se unió a los patriotas que lucharon por expulsar al invasor francés, y después emprendió acciones militares en Latinoamérica al servicio de la Reconquista española, Tomás de Morla defeccionó del bando español y pasó a servir a los franceses.

Digamos también de paso, para terminar de perfilar a nuestro personaje, que Morla dejó para la posteridad un tratado sobre artillería en tres tomos, más un tomo adicional de láminas.

Pero no es por eso que traemos a colación a don Tomás de Morla, sino por una resolución que rescata Diego Barros Arana, en la que también se expresa en verso... Citando a otro historiador, Barros Arana dice que Morla era "bufón a veces en sus providencias". Y menciona como ejemplo la queja de un vecino de Sevilla, sobre que una academia de baile le resultaba molesta. La respuesta de Morla:

"Siga la danza
Baile el danzante,
Y tenga paciencia el suplicante. Morla"...

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