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jueves, 27 de septiembre de 2012

Leyenda de las termas de Jurasi.


Desde el puerto de Arica hacia el interior, cerca de una localidad llamada Putre, hay un lugar llamado las termas del Jurasi. En dichas termas, las aguas alcanzan hasta los 40 grados centígrados. Y como las aguas tan calientes no son tan habituales en la naturaleza, los habitantes de la región inventaron su propia leyenda que explica esto. Reza dicha leyenda que hace muchos años, probablemente en tiempos prehispánicos claro está, gobernaba la región una ñusta (una princesa, en romance). La ñusta en cuestión se las arregló para aprender el secreto de unas fuentes de aguas temperadas, bañándose en las cuales era posible obtener la eterna juventud, y como consecuencia lógica, prácticamente la inmortalidad. La ñusta contrajo entonces varios matrimonios sucesivos, conservándose joven mientras cada marido se hacía viejo y era enterrado (y sustituido por el siguiente, claro). Los maridos parece que eran tontos, porque ninguno llegó a descubrir que algo raro pasaba con su mujercita, pero así es como está la leyenda, y así es como en Siglos Curiosos la transmitimos.

El caso es que la ñusta se encariñó con un chico que no tenía padres, y lo crió como propio. Parece que la crianza fue con buen pecho, porque el mozalbete salió gallardo, robusto, todos los atributos que suelen considerarse admirables en un mocetón indígena. La ñusta decidió entonces que estaba bueno, y se casó con él. Pero él, lo que tenía de apostura lo tenía también de cerebro, y reparó en que mientras él se hacía cada vez mayor, la ñusta parecía aviso de Revlon, congelada en el tiempo. De manera que se dedicó a espiarla, hasta descubrir el secreto misterioso de la eterna juventud de su cónyuge.

Al poco tiempo, se hizo evidente para la ñusta que el chico tampoco envejecía, y empezó a preguntarse por el motivo de ello, sea porque le gustaba el rol de viuda negra, sea porque no era cosa de que el secreto se divulgara... el caso es que descubrió que su hijo adoptivo devenido en marido también se bañaba en las aguas. Su indignación fue tan grande, que comenzó a gritar "¡Jurasi, jurasi!", que en idioma nativo significa "¡Hirviente, hirviente!". El chico no alcanzó a salirse, y acabó hervido como un langostino en la olla...

...sólo que las aguas quedaron a temperatura tal, que la ñusta ya no podía bañarse en ellas, por lo que su remedio de la eterna juventud se terminó, y con él, sus chances de inmortalidad, o al menos de longevidad. Suponemos que las aguas de las termas se han enfriado un poco desde aquellos eventos de crónica roja precolombina, porque en la actualidad la gente sí puede visitar esas termas. Pero sobre si están a temperatura de bañarse o no, no lo puedo asegurar, porque como buen gato, el agua de baño no es de mi gusto.

4 comentarios:

  1. Colega bloguero:

    Muy buen blog, te felicito por tenerlo (y mantenerlo).

    Me gustaría incluir un enlace a Siglos Curiosos, si hicieras lo propio con mi humilde blogcito:
    podermilitar.blogspot.com

    Saludos

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  2. Gracias por las felicitaciones.

    Respecto del enlace, ningún problema. Cuando me enlaces desde Poder Militar, te incluiré en la sección "Blogs que han enlazado a Siglos Curiosos" (dame aviso, por supuesto).

    Saludos igualmente.

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  3. Bueno, el hecho de rescatar el tema....pero digo con respeto...poca elegancia para referirse a los lugareños y su leyenda....nunca se termina de aprender.,....casi despectiva en algunas parte las expresiones.....aquellos que tenemos raíces en Putre, tenemos obviamente una visión y manera distinta de referirnos a Jurasí...Saludos!!

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  4. Tu puedes buscar si hay alguna leyenda o mito sobre una niña como de 12 años en las pisinas chicas las no la del varro las que hirvwn una tibia pero la otra herbia

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