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domingo, 2 de septiembre de 2012

La absurda muerte de Cano y Aponte.


Después de la marejada de gobernadores ineptos, corruptos o desastrosos que fueron la plaga de Chile durante el siglo XVII, el nivel mejoró notablemente durante la siguiente centuria, gracias a las reformas administrativas promovidas por los Borbones en España. Bueno, los Borbones del siglo XVIII al menos, época en la cual la endogamia genética todavía no había obrado la totalidad de sus efectos, y por lo tanto España podía sacarse lustre al respecto. Entre los buenos gobernadores que conoció Chile estuvo don Gabriel Cano y Aponte, que perfecto no era (hubo acusaciones de corrupción en contra suya, en el juicio de residencia que se le siguió a sus herederos, porque como veremos, Cano y Aponte falleció en la gobernación), pero que ciertamente fue capaz de mantener al país luchando contra sus pestes endémicas (la constante piratería y contrabando de las costas, el devastador terremoto de 1730, una epidemia de viruela al año siguiente...), además de meter en cintura y para bien a los siempre interesados oidores de la Real Audiencia. Su período fue inusualmente largo, ya que asumió su cargo en 1717, y en 1733 todavía estaba en él.

El 25 de Julio de 1733 se celebró la festividad de Santiago Apóstol, como era de rigor en una sociedad católica como la de... Santiago de Chile, precisamente. Como era el estilo de la época, la fiesta se celebró con toda clase de tradiciones propias de lo que llamaríamos la "chilenidad", y que hoy en día están cada vez más constreñidas a las Fiestas Patrias, si es que. Entre estas fiestas se contaban por supuesto las pruebas de equitación. Eran también probablemente las últimas fiestas de Santiago Apóstol que celebraría el gobernador, ya que en Marzo pasado había llegado una real cédula en la que debía rendir la gobernación a un nuevo enviado de España, aunque conservaba la misma mientras el nuevo gobernador llegara. Las fiestas duraron por supuesto más de un día, y el día 26...

El gobernador Cano y Aponte tenía ya 68 años, pero no se le despintaba un carácter "alegre, dicharachero, siempre envuelto en aventuras galantes, valeroso y desprendido, de modales pulcros y trato seductor" según lo describe don Leopoldo Castedo. Era por tanto muy popular entre la gente, así como más que un poco confiado. Cabalgaba un hermoso caballo, y se empeñó en que dicho caballo pusiera las patas delanteras sobre el muro. El historiador Vicente Carvallo y Goyeneche describe así lo que sucedió a continuación: "Se interesaron todos en apartarlo de tan peligrosa evolución; pero su capricho hizo vano los esfuerzos de aquellos caballeros; y castigando al bruto con la espuela, le obligó a tocar con las manos la pared; (el caballo) cayó de espaldas y tomó debajo de la silla al gobernador".

A cualquier persona, más aún un casi setentón, terminar aplastado bajo el caballo significaría muerte segura, y de hecho sacaron a Cano y Aponte casi moribundo del accidente. Pero sobrevivió durante MESES con la columna vertebral quebrada, y gran entereza de ánimo. El gobernador empleó sus últimas semanas en ajustarse con su conciencia, reparando algunos males en su opinión injustos que le había hecho a algunas personas en el pasado. El 29 de Octubre, ya superado por los dolores, rindió finalmente su puesto en manos de un gobernador interino. El 11 de Noviembre falleció. Sus funerales fueron discretos, según sus disposiciones, pero a los pocos días se celebraron nuevas exequias, esta vez con el dispendio propio de la figura que había sido, y fue muy llorado por el pueblo. En cuanto al destino del caballo en cuestión, en las crónicas que ha estado ojeando don General Gato vuestro servidor quien esto escribe, nada ha podido encontrar...

5 comentarios:

  1. Muy interesante todo tu blog ! :) Me gustan las curiosidades. Nos leemos :)
    www.adriromero.com

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  2. Dicen que este gobernador -o capitán general, que ése era el nombre del cargo- era una suerte de ídolo pop de la época, y que no tendría nada que envidiarle a algún político de aquellos que en la actualidad ganan elecciones a base de carisma y un rostro bonito (de hecho los vencería). Ahora, si hizo cosas positivas, bastante mejor.

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  3. Rara avis, entre los gobernantes, si hablaban bien de él en vida.

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  4. A ADRI ROMERO: Gracias por las felicitaciones, y nos leemos. :-)

    A GALO NOMEZ: Parece ser que, en general, el común de los gobernadores y virreyes en el Imperio Español eran hombres dedicados a su oficio. Y hay que ver lo que le pasó a Meneses cuando trató de hacerse el listillo. Ahora bien, si hablamos de ser competentes en el cargo, eso es otra cosa... pero dedicados, eso sí que parece haber sido la tónica.

    A MICROALGO: Y duró lo que duró. Que los criollos, cuando no les gustaba un gobernador, hacían hasta lo imposible para que desde España lo removieran con cajas destempladas.

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  5. Tengo entendido que el Gobernador Cano y Aponte impulsó la construccion de varios fuertes en la frontera del Bio Bio, nacimiento, sta. Juana. Talcamavida, tucapel etc. De varios de estos hay vestigios aun.

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