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jueves, 23 de febrero de 2012

El caso de los dos gemelos Jim.


¿Por qué somos lo que somos? ¿Estamos de alguna manera predeterminados a ser lo que somos, o tenemos libre albeldrío para decidir nuestro futuro? ¿Somos producto de la genética o de nuestro medio ambiente? Estas cuestiones que pertenecían al terreno teológico hasta hace un par de siglos atrás, se transformaron en un problema científico en el siglo XIX, la centuria en que comenzó el estudio en serio de la conducta y el comportamiento humanos. En 1875, un científico llamado Francis Galton hizo una propuesta llena de sentido común para resolver el dilema: estudiar a los gemelos idénticos. Aunque los recientes estudios sobre genética de Gregorio Mendel aún no eran conocidos en ese tiempo, ya se podía sospechar que "la naturaleza" en los gemelos debía ser idéntica. Cualquier diferencia entonces debería achacarse a la crianza. Pero para que el asunto funcionara, debería tratarse de gemelos que no fueran criados dentro de una misma familia, por supuesto. Algo difícil de rastrear y conseguir, con los métodos del siglo XIX al menos.

Por una circunstancia u otra, el caso estrella se produjo recién un siglo después. A la oficina de un sicólogo llamado Thomas Bouchard Jr. llegó la noticia de dos gemelos bastante parecidos. Sólo que éstos se habían criado separados. Ambos habían nacido en 1939 y habían sido entregados en adopción a dos familias distintas y separadas, que los habían llamado Jim (uno era Jim Springer, y el otro era Jim Lewis). El reencuentro entre ambos se produjo sólo en 1979.

Las coincidencias entre ambos resultaron entonces abismantes. Pese a haberse criado por separado y en dos familias distintas, ambos medían 1,80 metros y pesaban 82 kilos. Pero hay más: ambos tuvieron perros llamados Toy, pasaron vacaciones familiares en Florida, se casaron con dos mujeres llamadas Linda... y se divorciaron de ellas, se casaron en segundas nupcias con dos sendas chicas llamadas Betty, además de llamar a sus hijos James Alan y James Allan, ser comisarios de medio tiempo y carpinteros aficionados, fumar cigarrillos Salem, beber cerveza Miller Lite... Además tenían rasgos de comportamiento muy similares: la misma sonrisa torcida, notitas de cariño para sus esposas... Bouchard comentó después: "Recuerdo haberme sentado a la mesa con ellos cuando llegaron por primera vez. Ambos tenían las uñas mordidas casi hasta la raíz, y pensé: 'Ningún sicólogo pregunta acerca de esto, pero ahí está, saltándote a la vista'"...

Las investigaciones subsiguientes permitieron arrojar un vuelco en las teorías más aceptadas sobre la inteligencia y el carácter. Mientras que hasta los '80s se creía que éstos eran producto principalmente del medio ambiente, los estudios sobre gemelos (Bouchard encuestó y monitoreó a 137 pares de ellos en dos décadas) permitieron arrojar conclusiones diferentes: parece que mucho de lo que las personas son y cómo se comportan, tienen un componente hereditario. Una idea difícil de tragar, considerando la mala fama que los nazis dejaron en lo que a las ideas sobre la influencia de la genética en las personas se refiere (bueno, en eso y en muchas otras cosas, por desgracia con acierto en las más). Aunque el enfoque determinista genético debe ser matizado: investigaciones aún posteriores han ido señalando que aunque los genes que mueven a tal o cual comportamiento o actitud de vida estén presentes, su activación o desactivación sí podría tener un componente ambiental, lo que vuelve a complicar otra vez el mapa. Aún así, a partir de las investigaciones de Bouchard, el componente genético ya no puede ser despreciado. Como expresó la genetista Danielle Reed sobre Bouchard: "El fue el pionero. Se nos olvida que hace 50 años se pensaba que el alcoholismo y las enfermedades cardíacas eran causadas totalmente por el estilo de vida. Se creía que la esquizofrenia se debía a malos cuidados maternales. Los estudios con gemelos nos han permitido reflexionar más acerca de aquello con lo que realmente la gente nace y lo que es causado por la experiencia"...

3 comentarios:

  1. Por eso es necesario cerrar los vientres y recurrir a la adopción, que dispersa los genes y disminuye la transmisión de enfermedades hereditarias.

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  2. A THE BOSS: Gracias por las felicitaciones. Por desgracia, tu blog no puedo indexarlo en el blogroll por el minuto, porque no calza como blog de Historia, y como no me has enlazado, tampoco puedo ponerlo en la sección de blogs que han enlazado a Siglos Curiosos... En cuanto al blog mismo de cazas de combate, se ve bastante bien. Saludos.

    A GALO NOMEZ: Como todo el mundo quiera seguir teniendo hijos, este planeta que se está reventando por las costuras va a terminar todo eviscerado. Así es como van a salir las cosas después.

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  3. Me encanto la nota... gracias
    No me gusta creer q mi personalidad o gustos depende de la genética y no de mis decisiones o experiencias... pero creo q la herencia genética nos influye en gran medida.

    saludos

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