Páginas

jueves, 3 de marzo de 2011

Herodes entre Octavio y Marco Antonio.

Herodes ha ganado fama de gobernante déspota y cruel, debido a la leyenda de la Matanza de los Inocentes y, por qué no decirlo, gracias a la animosidad que los judíos tenían en su contra, y que le valió a Herodes un trato bastante vejatorio post-mortem por parte de Flavio Josefo, el más insigne historiador judío de su tiempo y uno de los más importantes en su rubro de todos los tiempos. Pero más allá de esto, no cabe duda de que fue un político sagaz, inspirado y maquiavélico, hecho de la madera en que se tallan los supervivientes natos. La historia de sus relaciones con Roma da pautas de ello.

Herodes ascendió al poder con 30 años, en 43 a.C., después de que su padre fuera envenenado. Instantáneamente sus súbditos judíos le detestaron, porque Herodes era de ascendencia idumea por parte de padre y árabe por parte de madre, y los judíos aspiraban a gobernarse ellos mismos a través de una teocracia sacerdotal, no a ser regidos por un extranjero intruso. En 40 a.C., aprovechando una invasión de los partos, se sublevaron. Herodes tuvo que escapar escondido para salvar la vida, y comprendiendo que no habría paz en Palestina si no gobernaba con el favor del todopoderoso Imperio Romano, viajó a Roma y consiguió que le ratificaran como rey de Judea. Reconquistó militarmente toda Judea, se casó con una princesa de la familia de los sumos sacerdotes de Jerusalén, ahogó en una piscina a un flamante nuevo cuñado que le hacía sombra, y consiguió asentarse en su trono.

Pero el trono de Herodes dependía en buena medida del favor romano, y a la sazón éstos se encontraban divididos. Marco Antonio había marchado a someter a Cleopatra en Egipto, pero la zalamera reina se lo había camelado, y Marco Antonio terminó a sus órdenes. Cleopatra, por su parte, también trató de seducir a Herodes para obtener favores territoriales de éste, aunque infructuosamente, quizás porque Herodes sabía lo importante que era mantenerse en buenas relaciones con Marco Antonio, a quién le fue completamente fiel. El problema es que en 31 a.C., un sobrino del asesinado Julio César llamado Octavio destruyó a las tropas de Marco Antonio y Cleopatra, y con esto, Herodes quedó en un difícil pie político.

En tan crítico momento, Herodes jugó todas sus cartas de una manera maestra. Octavio estaba en la isla de Rodas, arreglando los asuntos de Egipto y Oriente, y hacia allá peregrinó Herodes, presentándose con boato y esplendor oriental, pero sin su corona real, cuidándose así de provocar a Octavio. Luego, lejos de apresurarse a echarse como un perro a los pies de Octavio, declaró abiertamente su lealtad hacia Marco Antonio, y proclamó que esa misma bien probada lealtad estaba dispuesto a dársela a Octavio. Este quedó tan impresionado con la sangre fría de Herodes, que lo confirmó como rey de Judea, y lo favoreció sobremanera con posterioridad (lo que no era poco: Octavio, llamado después Augusto, fue Emperador de Roma hasta su muerte en el año 14 después de Cristo). Herodes, por su parte, se cuidó mucho de hacer enfadar a los romanos en sus políticas posteriores, aunque esto le significara ganarse la animadversión de los hebreos. De esta manera pudo gobernar tranquilo en Judea, hasta que falleció de muerte natural en el año 4 a.C.

3 comentarios:

  1. Herodes era descendiente de un pariente lejano de la dinastía de los asmoneos, la que ascendió al trono de Israel tras derrotar al rey griego-egipcio Antioco Epífanes y así recuperar la independencia de su pueblo, hasta que una guerra civil alentó la invasión de Pompeyo, quien decidió mantener la sucesión a través de esta rama remota

    ResponderBorrar
  2. DEBO, porque es un deber, que me impone la “buena manera” que tan poco se ve en estos tiempos, agradecer tu decisión de crear este blog, y tu disposición para mantenerlo de semejante manera (Ya que tienes una magnifica colección de datos aquí reunida) y aunque por supuesto intuyo que para ti en nada se trata de una obligación como si de un deleite, sin embargo, exento de admiración no esta. ¡Maravilloso blog! ¿Qué es lo placentero de la Historia (Con mayúscula, para distinguirla de historietas y tonterías) sino, precisamente, los DETALLES?

    ResponderBorrar
  3. A GALO GOMEZ: Gracias por la acotación. En cualquier caso era esperable que Herodes tuviera alguna relación de familia con los Asmoneos (en esos tiempos, si había que entronizar a un usurpador o un príncipe títere, había que cuidar de que tuviera a lo menos un espejismo de legitimidad dinástica).

    A NICOLAS: Gracias por las felicitaciones, y seguimos adelante contra viento y marea.

    ResponderBorrar