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jueves, 27 de enero de 2011

Mi casa es un florero.

Para el común de los mortales el nombre "Osmia" no dirá demasiado, pero si les hablamos de las famosas abejas albañiles que construyen guaridas de barro para ellas y su prole, quizás ya estemos un poco más en terreno. La existencia del género Osmia era bien conocido, pero en el año 2009 se sumó un nuevo integrante al elenco: la Osmia avosetta (el descubrimiento, con todo, fue anunciado en Febrero de 2010). Su gracia: no utiliza barro sino pétalos de flores.

En realidad, Osmia avosetta había sido reportada desde 1988, pero aparte de la infalible descripción anatómica, no se sabía nada sobre su ciclo vital, etcétera. Hasta que los científicos se llevaron un descubrimiento de hipo. Aunque para nada sorpresivo, si es que uno se lo piensa bien, porque la vida tiene el ingenio para utilizar lo que sea, literalmente lo que sea, en pos de la propia supervivencia. En este caso, los pétalos de flores para construir sus casas.

El hallazgo fue hecho por dos equipos exploradores, uno en Turquía y otro en Irán. Excavando, literalmente. Porque la condenada abeja no había sido observada debido a que sus nidos son subterráneos. Lo primero que hace la hembra (que es solitaria, no se agrupa en enjambres como las abejas melíferas), es cavar un túnel en la tierra suelta de hasta cinco centímetros de largo, que dejará una o dos cámaras de espacio. Luego viene el trabajo de órdago: la hembra en cuestión va y viene hacia y desde los campos cercanos, cargando pétalos enteros de flores (¡uno por uno!) y metiéndolos al nido. En el interior, utiliza los pétalos para tapizar éstos, adhiriéndolos con un poquito de barro. En otros términos, construye un capullo subterráneo con pétalos de flores. Luego llena el capullo con comida para sus futuras larvas. Cuando el capullo se endurece, conserva la humedad en el interior, pero al mismo tiempo es resistente al agua exterior, además de que es difícil de acceder para los depredadores.

Conjuntamente con estos descubrimientos, los científicos también dieron con que estas abejas floristas no son invulnerables. Las avispas del género Sapygidae se las componen para infiltrarse en los nidos, destruir los huevos allí presentes, y luego alimentarse con las provisiones que encuentren en su interior... ¿Quién dijo que la escalada geopolítica era monopolio humano?

2 comentarios:

  1. ¿Estas abejas son realmente abejas? Me refiero a que pertenecen al mismo género que las abejas que conocemos, y no se trata de un alcance de nombre como los abejorros. ¿Y también fabrican cera y miel?

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  2. Según la Wikipedia y Wikispecies (no la fuente más fiable de información, claro, pero soy historiador, no entomólogo), todas las abejas se agrupan en la superfamilia Apoidea, dentro de la cual están las Osmia. A su vez, el nombre "avispa" designa a todos los himenópteros miembros del suborden Apocrita que no son abejas ni hormigas (no es muy gráfico, pero es lo que dice). Las Osmia serían abejas solitarias (no sociales como la popular Apis Mellifera de toda la vida), según todo este tinglado (que la verdad me hace doler un poco la cabeza). En cualquier caso, la fuente de esta nota es la revista National Geographic en español de Diciembre de 2010, y allí se las designa como "abejas".

    Si algún lector puede complementar esto y dejar un comentario ayudando a aclarar un poco el mapa, le estaremos más que agradecidos por aquí.

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