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jueves, 30 de septiembre de 2010

El carbón y el día de los ratones.


La minería del carbón (casi cualquier forma de minería, en realidad) ha sido desde siempre una actividad durísima. No en balde, en la Antigüedad, uno de los suplicios clásicos para los condenados era enviarlos como esclavos a las minas. Aunque hombres legalmente libres, los mineros del carbón en Lota, en el sur de Chile, no la pasaban mucho mejor, esforzándose en jornadas de trabajo inauditamente largas (hasta 14 horas diarias) por sueldos de hambre, y ello, en un trabajo de alto riesgo debido a los accidentes y derrumbes. No es raro entonces que se desarrollaran algunas peculiares supersticiones entre los mineros del carbón de Lota, como defensa psicológica contra la incertidumbre.

Una de estas supersticiones es el "día de los ratones". Los mineros de Lota dedicaron el día de San Agustín como un homenaje a estos roedores que, huelga decirlo, se las arreglaban también para meterse al interior de las minas. Sucede que en las minas de carbón, el peor peligro de todos es el gas grisú, llamado también el "viento negro", que al escaparse, puede crear enormes explosiones dentro de la mina. Ahora bien, como el gas grisú es más pesado que el aire, tiende a irse a la parte baja de la mina, por lo que los primeros afectados son precisamente los ratones. De ahí, por la gratitud hacia esos bichos que daban aviso de la presencia del gas grisú, les dedicaron la festividad.

En el día de los ratones, ningún minero debía trabajar. El que lo hacía, rezaba la superstición, se exponía a serios peligros. Los ratones, por ejemplo, se echaban encima de la ropa del incrédulo y las emprendían con ella.

Hoy en día, el mineral de Lota se encuentra cerrado. Fue clausurado en 1997 por el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle porque los costos de producción superaban al precio de venta de ese carbón en el mercado. Para la posteridad, la infernal vida en el mineral de Lota quedó plasmada en uno de los mejores trabajos literarios chilenos, el libro de cuentos "Sub-Terra" de Baldomero Lillo.

2 comentarios:

  1. La persona de la foto aún está viva, se llama Eudomidio Sanhueza y es mi bisabuelo, el no recuerda la fecha de esa foto así que sería un gran aporte para mi familia si es que tu sabes y me puedes hacer llegar la info (alvarosalazarneira@gmail.com)
    Saludos cordiales.

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  2. Mi mamá, neuquina, de Argentina, se acuerda todos los años de esta tradición y hasta cuenta que los roedores le comieron un chaleco a su tío por transferir la fecha. 🐁🐁🐁

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