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jueves, 15 de julio de 2010

Sin fe en las comunicaciones.


La predicción del futuro es un arte difícil, y no en balde, los que aseguran poder hacerlo bien y venden su producto, se forran de dinero, llámense profetas, adivinos, tarotistas, asesores financieros o Alvin Toffler. Los más inteligentes no suelen arriesgar demasiado, pero no faltan los que hacen declaraciones al respecto, y después quedan allí para el cachondeo de las futuras generaciones. No deberíamos reirnos de ellos porque dieron sus opiniones de manera informada y honrada y simplemente se equivocaron, pero una cosa es que no debamos hacerlo, y otra muy diferente que no lo vayamos a hacer en realidad, que una cosa es ser buena gente y otra muy distinta ser un ejemplo moral a seguir. He aquí un par de perlas referidas al desarrollo de las comunicaciones.

Ya hemos referido cómo Thomas Alva Edison se forró con sus invenciones, en parte porque fue el primero, o uno de los primeros, que llevó al campo del desarrollo tecnológico aquello de tener a un grupo de negros trabajando, llevándose él crédito como jefe del equipo. Pero su capacidad profética no andaba en días buenos cuando en 1922 declaró: "La locura de la radio morirá con el tiempo". Casi nueve décadas después de aquellas candentes declaraciones, y aunque seriamente herida por la televisión e Internet, la radio ha seguido firme al pie del cañón. Incluso, lejos de matarla, Internet le encontró un nuevo campo con las radios online. Y es que, Edison no vio esto, la radio acompaña sin necesidad de fijar la atención, como sí debe hacerse con los medios audiovisuales (con imágenes, entiéndase), y gracias a ello ha seguido manteniéndose. Bueno, más o menos, que vuesto seguro servidor el General Gato no la escucha nunca, pero me han dicho por ahí que es así.

Poco más adelante, en 1926, nos encontramos con lo siguiente: "Mientras que teórica y técnicamente la televisión puede ser posible, comercial y financiera lo considero una imposibilidad". Lo dijo Lee De Forest, quien veinte años antes había inventado el audión, el primer modelo de triodo (válvula electrónica), y por tanto un importante gestor de las primeras y primitivas etapas de la electrónica. En su defensa debemos decir, con todo, que si bien en la época estaban bastante avanzadas las investigaciones para crear aparatos que permitieran reproducir imágenes por medios electrónicos (el cinematógrafo ya existía, pero no era electrónico sino mecánico, en esos años al menos), la televisión tal y como la conocemos hoy en día no sería técnicamente viable sino hasta la década de 1940, y recién en los '50 comenzó su venta a gran escala. Más interesante es sacar cuentas de que el bueno de De Forest (que por cierto falleció en 1961, faltándole poco para los 88 años, y por lo tanto testigo del boom de la televisión) subestimó el poder de la maquinaria publicitaria por un lado, y el enorme negocio de las ventas y arriendos de derechos de autor por el otro. Ni siquiera Internet, con la posibilidad de saltarse ambos mediante las descargas de archivo, legales o no, aunque ha herido lo suyo el negocio, ha conseguido tumbarlo ni de lejos.

Más allá de reirnos un rato a costa de la ingenuidad de ambos inventores y expertos en tales materias, lo cierto es que esto prueba lo difícil que era imaginarse hasta dónde iba a llegar la penetración de los modernos medios de masas. Quizás en un futuro las comunicaciones sean por neurocircuitos implantados directamente en la mente, y nuestra manera de percibir el mundo cambie radicalmente. Ya se habla de hecho de "realidad aumentada", de la posibilidad de inyectar información sobre la mente para que se solape con lo que estamos viendo allá afuera, cosa que no muchos antes pudieron profetizar. En cierta manera, aunque nos riamos de nuestros venerables abuelitos, lo cierto es que no estamos dos pasos demasiado lejos de ellos...

2 comentarios:

  1. bastante interesante, ya habia escuchado algo de lo de edison, claro que tambien hay que hablar de tesla su gran rival, tampoco que quedaba corto

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  2. Es que uno se pregunta sobre qué hubiera pasado si hubieran dejado a Tesla llevar su genio hasta las últimas consecuencias. Quizás el mundo hubiera avanzado tecnológicamente medio siglo en un periquete. Pero como decía Einstein... ¡el verdadero signo de que se es un genio, es que todos los mediocres se pondrán en tu contra!

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