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jueves, 17 de junio de 2010

Cary Grant no quería trabajar con Audrey Hepburn.


En un Top 100 de las más grandes estrellas de Hollywood de todos los tiempos, es casi seguro que dentro del listado estarían Cary Grant, el galán caballeroso por antonomasia, y Audrey Hepburn, dama cuyo encanto y sus expresivos ojos no han tenido rival en la Historia del Cine. Ambos podían haber trabajado juntos en tres películas, pero por el prurito de Cary Grant, sólo ocurrió en una.

En 1953, el director William Wyler, que algunos años después batiría todos los récords cosechando 11 premios Oscar con "Ben Hur", rodó una película llamada "La princesa que quería vivir" ("Roman Holiday"). Por una serie de piruetas presupuestarias y de agenda de rodaje, el rol protagónico de la princesa fue a dar a las manos de una actriz a quien en ese entonces nadie conocía: una Audrey Hepburn con juveniles 24 años. El rol lo obtuvo gracias a que en su casting anunciaron "¡corten!" y ella se salió del personaje y empezó a actuar con espontaneidad, sin reparar en que las cámaras seguían filmando... y esa espontaneidad convenció a Wyler de ficharla. La movida salió estupenda: Audrey Hepburn acabaría llevándose el Premio Oscar a la Mejor Actriz, por "La princesa que quería vivir". (Interesantemente, la inexperta Hepburn, que se haría conocida por obligar a rodar interminables veces las escenas, no fue capaz de llorar con lágrimas en una escena clave, y Wyler, reprendiéndola por la enorme cantidad de tomas que se necesitaban con ella, la hizo llorar, y en ese minuto se rodó la escena sin contratiempos)... Pero volviendo a Cary Grant. Resulta que le plantearon ser el galán de Audrey Hepburn. Y Grant se puso nervioso. Resulta que tenía 49 años, y por lo tanto, más que le doblaba la edad a la Hepburn (ella tenía 24, dijimos, y la diferencia era de 25 años...). El rol cayó al fin en las manos de Gregory Peck, "sólo" 13 años mayor que la Hepburn.

Al año siguiente, Audrey Hepburn rodó "Sabrina", a las órdenes de otro grande de la dirección que es Billy Wilder. La historia de la chica pobre que se debate entre el amor de dos hermanos, se le ofreció a Cary Grant, y éste la rechazó por idénticos motivos que la anterior. Irónicamente, el rol ofrecido a Grant cayó en las manos de Humphrey Bogart, que era... ¡cinco años mayor que Cary Grant, treinta más que Audrey Hepburn, y que la doblaba en edad! Se supone que el personaje de Audrey Hepburn y el de Humphrey Bogart se enamoran a despecho del personaje de William Holden, pero en la vida real fue exactamente al revés: Bogart (quien estaba casado con Lauren Bacall) despreciaba a Hepburn como una actriz sin talento, mientras que ella y Holden cayeron en los brazos uno del otro, en un breve affaire (la Hepburn envió a Holden a freir espárragos, luego de enterarse de que él, que a la sazón estaba legalmente casado y tenía ya dos hijos, se había hecho la vasectomía).

Y como la tercera es la vencida, le ofrecieron una vez más a Cary Grant el protagónico masculino acompañando a Audrey Hepburn en "Charada" (1963). Cary Grant seguía teniendo prevenciones respecto de la edad, y además estimaba que el guión lo ponía casi como un animal sexual frente a la pobrecilla Audrey. El guionista entonces recurrió a un truco genial: simplemente intercambió los diálogos, los de él a ella, y los de ella a él, de manera que ELLA pasó a ser la chica sexualmente agresiva. Eran los '60s, de todas maneras, y la moral puritana se había erosionado un poco, de manera que el rol de la hembra sexualmente agresiva lucía más aceptable. Esta vez, Cary Grant aceptó el rol. Tenía 57 años, y Audrey Hepburn 34. Cary Grant quedó tan complacido, que después declaró: "Todo lo que quiero para Navidad, es hacer otra película con Audrey Hepburn". Pero aunque hubo alguna que otra posibilidad, éstas nunca se materializaron, y Cary Grant, que tan remiso fue dos veces a rodar con Audrey Hepburn, ya no tuvo otra oportunidad para compartir el set con su coestrella de "Charada".

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