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jueves, 28 de mayo de 2009

"El Señor de los Anillos" y los Inklings.

Que los escritores suelen ser gente porfiada y reticente a aceptar sugerencias sobre su obra, por aquello del orgullo artístico (narcisismo o pedantería, dirían algunos), no es un tópico desconocido. Pero en J.R.R. Tolkien, esto parece haber alcanzado cotas bastante elevadas. Sus relaciones con los Inklings, durante la época en que Tolkien escribió "El Señor de los Anillos", su mastodóntica obra en tres volúmenes de 500 páginas cada uno (adaptada en la famosa trilogía de Peter Jackson) testimonian esto.

Los Inklings (palabra intraducible al castellano, pero que podría significar muy libremente algo así como "los diletantes" o "los aficionados", los que tienen alguna idea de algo) fueron un grupo de amigotes literatos relacionados con la Universidad de Oxford (Tolkien mismo, sin ir demasiado lejos, hacía clases de literatura medieval allí) que se reunieron entre 1930 y 1950, aproximadamente. No fueron un club ni una asociación, sino simplemente una pandilla de amiguetes tomadores de cerveza, sólo que por sus ocupaciones personales, sus conversaciones solían tener un tono elevado y doctoral. Otros Inklings importantes, aparte del propio Tolkien, fueron C.S. Lewis (el famoso autor de "Las Crónicas de Narnia"), Charles Williams (escribió sobre ocultismo y también sobre la tradición artúrica) y E.R. Eddison (autor de romances planetarios tempranos como "La serpiente Uróboros"). Los Inklings tienen el honor, para ellos por entonces impensado, de ser los primeros en haber escuchado la obra tolkieniana, porque era costumbre de los Inklings leerse mutuamente sus trabajos aún incompletos, conversar sobre ellos y hacerse sugerencias más o menos amistosas.

Pero Tolkien era de otra madera. Terco como él solo, simplemente no aceptaba comentarios. Todos los miembros del grupo están de acuerdo en esto. En una carta fechada el 15 de mayo de 1959, C.S. Lewis escribía: "Nadie ha tenido ascendente sobre Tolkien (...). Escuchábamos la lectura de su obra, pero sólo influíamos en ella mediante el estímulo. El sólo reacciona de dos maneras ante las críticas: o bien reescribe toda la obra desde el principio o no hace el menor caso". Y se sabe que Tolkien, aparentemente, tuvo varias partidas en falso para "El Señor de los Anillos"... Al revés, por su parte, parece claro que Tolkien sí influyó en el Lewis de la Trilogía de Ramson, y muy en particular en el de las Crónicas de Narnia (irónicamente Tolkien era católico y Lewis era anglicano).

El propio Tolkien, por su parte, entrevistado en una ocasión, afirmó sobre el tema: "(...) recuerdo que en cierta ocasión Lewis -quién tenía muy en cuenta la opinión de los demás (...)- me dijo: 'Qué demonios, en ti no hay quien influya. Yo lo he intentado, pero ha sido inútil'". La única influencia que reconocería Tolkien, exceptuados los mitos nórdicos claro está, fue "Ella" de H. Rider Haggard, sobre cuya protagonista Ayesha ya hablamos en Siglos Curiosos. Y Tolkien se salió con la suya y publicó su novela contando con 62 años, y se haría mundialmente famoso con ella...

2 comentarios:

  1. Es al revés, Tolkien era católico y Lewis anglicano, influído en su conversión por el propio Tolkien.

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