La palabra "azafata" tiene varias aplicaciones. En Chile es el nombre que reciben las señoritas que atienden a los viajeros en los aviones, las "aeromozas" o "auxiliares de vuelo". En España se llaman azafatas (según llega el mejor de mis conocimientos) a las modelos de programas televisivos que promocionan productos o auxilian a los concursantes, usualmente sin decir muchas palabras a menos que el animador o animadora se dirija a ellas.
Considerando estos usos muy modernos para la palabra, tiene su miga que derive del árabe, así como numerosas otras palabras del idioma castellano, que arribaron al español por el contacto cultural de la Edad Media. La palabra viene del árabe "as-sa-fat", que se refiere a la loza o a la vajilla de una mesa. La azafata era así la persona encargada de poner y retirar los cubiertos y vajilla de la mesa, durante los banquetes, festines y cenas. Andando el tiempo, azafatas pasaron a ser las damas que atendían el tocado de la reina, presentándole los vestidos y alhajas, o recogiéndolos cuando la reina se desvestía. De ahí a las azafatas de los aviones o de los programas de concursos televisivos, la conexión es obvia.
Por último, mencionemos que las azafatas reciben a veces otros nombres. En Colombia se las llama "cabineras", ya que son las únicas que pueden pasar de la carlinga (el espacio de los pasajeros) a la cabina de los pilotos. Otra denominación más curiosa es "cantinera del aire", por extensión con el trabajo de las cantineras, las mujeres que en las guerras del siglo XIX se encargaban de refrescar a los soldados con sus cantimploras, y que seguramente tiene que ver con el trabajo de traer los bebestibles con o sin alcohol para los pasajeros...
desconocía que en españa tenían ese concepto de azafatas.
ResponderBorrarVieras lo que me costó encontrar la imagen para ilustrar este posteo, muchas de ellas eran sobre azafatas en el sentido español del término, precisamente... (aunque poner a chicas bonitas en lycra montadas sobre bonitos 0-100 en 5 segs. en una Feria de Automóviles de seguro que me hubiera hecho doblar el número de visitas en el blog...).
ResponderBorrarte felito x el blog, no recuerdo bn como llegue a el, pero en 2 dias he leido un monton de historias, c/u mejor ke la anterior. Soy de Colombia, pero nunka habia eskuchado el termino cabineras, aunke este pais es muy regionalista y el español ke hablan en un departamento es muy diferente al de los demas
ResponderBorrarGracias por las felicitaciones. Y en cuanto al término, puede influir que el texto consultado es la reedición de un texto antiguo, y hoy en día hablar de "cabineras" en Colombia sea una expresión en desuso (que no lo era en tiempos de la fuente original, cuyo título es un libro que no cito de minuto porque después del terremoto tengo un despaturre de libros acá en casa, y a ver si lo encuentro; pero es un libro del folclorista chileno Oreste Plath, eso sí). Estaría bueno si algún otro lector de Colombia (o de países vecinos, que a veces las palabras se contagian) pudieran ayudarnos a aclarar la cuestión.
ResponderBorrarQué bueno el blog cayó en gracia, y saludos.
kreo ke esa debe ser la razon, xke en este pais las palabras evolucionan rapidamente, por decirlo de alguna manera. En los años 90, por citar un ejemplo, en el habla popular cotidiana se usaba "llave" en lugar de "amigo", y hoy en dia esa palabra solo se usa con su significado original, siendo reemplazado por "parce" en el uso vulgar del idioma. bno amigo, lamento mucho lo ke paso en chile, tengo un par de amigos viviendo alla, espero ke tu pais se recupere pronto
ResponderBorrarNo me extraña, acá también el vocabulario cambia una barbaridad, y las palabras que usaban los críos hace 20 e incluso 10 años atrás, ya están obsoletas.
ResponderBorrarPor cierto, casualidades de la vida, encontré el dichoso libro mientras estaba buscando OTRO libro (uno sobre terremotos en Chile, así es que si vienen posteos sobre el tema, pueden dar por hecho que lo encontré). El libro es "Folclor lingüístico chileno", de Oreste Plath, en la edición (parece ser que resumida) de Copesa en el año 2008. En la bibliografía, el texto más reciente mencionado es de 1978, descontando un libro de 1994 que, por ser obra del propio Plath, en realidad puede ser una recopilación de fuentes más antiguas.
Gracias por los buenos deseos para nuestra atribulada nación, porque aunque por suerte acá nos la sacamos más o menos barata, nuestros compatriotas de la Octava siguen sufriendo las consecuencias de la rabieta de la Tierra. Saludos.