Como advertencia preliminar, a pesar de llevar "Rapa Nui" en su título, este posteo no tiene nada que ver con Isla de Pascua. En vez de eso, hablaré sobre Hernán del Solar, probablemente uno de los escritores más clásicos de Chile, el grueso de cuya obra literaria es infravalorado por pertenecer a ese género literario tan denostado por los críticos, que es el cuento infantil (como si Renault o Andersen no valieran de nada).
Del Solar nació con el siglo, el 19 de Septiembre de 1901 (el 19-11 no era todavía el Día de las Glorias del Ejército, que se instauró algo más de una década después). Sus primeros andares literarios, los desarrolló en el campo de la Poesía, publicando un libro llamado "Senderos". Pero también publicó prosa, y se dedicó a la crítica literaria. Fue el primer autor que tradujo al español la densa obra de Thomas Mann, así como la de Nikos Kazantzakis (autor de la novela en que se basó la peli "La última tentación de Cristo", por más señas). Y ayudó a difundir autores que en ese entonces eran lo último en materia de Literatura europea: Stefan Zweig, Aldous Huxley, André Maurois...
En 1946 tuvo la idea de fundar una editorial que se dedicara a la Literatura Infantil. Lo que se concretó cuando fundó la Editorial Rapa Nui (sin relación con la Isla de Pascua, como decíamos, salvo por el nombre). Hernán del Solar comprometió a una buena cantidad de escritores para que escribieran relatos cortos para niños, y como política editorial decidió publicar dos tomos al mes. La decisión fue casi ruinosa, porque prácticamente ningún escritor le cumplió (entre los pocos que sí cumplieron estuvieron Mariano Latorre y su "El choroy de oro", y Luis Durand y su "Guauguau y sus amigos"). De manera que Hernán del Solar debió empezar a escribir él mismo los libros que iba a editar, camuflándose con una tonelada de seudónimos distintos (Peter Kim, Gastón Colina, Oliverio Baker, Abelardo Troy, Ricardo Chevalier, Clovis Kerr, Bat Palmer...). En la colección fueron publicados varios clásicos infantiles chilenos como "Mac el microbio desconocido" y "La porota", además de (con el seudónimo de Ricardo Chevalier), la historia de una dupla al estilo de Sherlock Holmes y Watson, pero en versión perruna, que resuelven crímenes y misterios en la ciudad de Animalandia, cuales son los detectives Nap y Moisés, saga que tuvo varias entregas. La colección hubo finalmente de cerrar en 1951, después de 61 tomos publicados, por problemas económicos, pero su legado continuaría por generaciones.
Y como curiosidad final sobre esta colección. Nadie suponía que el tomo N° 27 de la colección, iba a desarrollar la que es probablemente la más exitosa franquicia literaria chilena, con once secuelas y una más inédita y sin terminar (por la muerte de la autora), además de una adaptación del personaje para el cine en una película animada. Me refiero, claro está, a "Papelucho" de Marcela Paz...
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