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jueves, 17 de abril de 2008

¿De dónde salió el Deuteronomio?


Los primeros cinco libros de la Biblia ("Génesis", "Exodo", "Levítico", "Números" y "Deuteronomio") se suelen denominar el "Pentateuco", y la tradición atribuye su autoría a Moisés, debido a la unidad temática que presentan, ya que refieren la historia de los patriarcas, con especial detención en Moisés y sus leyes. Sin embargo, los estudiosos contemporáneos que se han detenido a examinar la Biblia, tienden a pensar que el Pentateuco fue escrito por diferentes autores, en un período de tiempo aproximado de unos 400 años. Y uno de ellos, el "Deuteronomio", el quinto libro del "Pentateuco", suele ser considerado como un gran golpe propagandístico que ya se lo quisieran los publicistas de hoy en día.

Desde que el Reino de Salomón se fraccionara a la muerte de éste (hacia 930 a.C.), la política religiosa de los dos reinos sucesores (Israel al norte, Judá al sur) osciló entre el puritanismo nacionalista (la "religión de Yahveh") y una relativa libertad religiosa, tanto como se podía pedir en el mundo antiguo (en el lenguaje de los profetas, la "idolatría"). Después de que Israel fuera conquistada por Asiria en 721 a.C., Judá siguió corriendo su carrera en solitario. Años después, durante el reinado de Josías, hubo un desesperado intento por fortalecer la monarquía hebrea, de cara a una nueva oleada militarista asiria. El truco era, por supuesto, endosar a la monarquía de Josías todo el poder de Yahveh, el Unico Dios.

El relato bíblico dice que Helquías, Sumo Sacerdote, encontró el texto de la Ley, y se lo envió a Josías; la tradición añade que dicho relato era el Pentateuco, o al menos, el Deuteronomio. Sin embargo, los eruditos modernos ven esto desde un punto de vista diferente, porque el "Deuteronomio" tiene un tono bastante distinto al resto del "Pentateuco", y por lo tanto, sospechan que bien pudiera ser que Josías, en un gran golpe propagandístico, habría fraguado el "Deuteronomio" (o bien él, o bien Helquías) y le habrían cargado a Moisés la autoría del mismo, para darle sanción religiosa a la monarquía de Josías. Ya el propio nombre del libro en griego ("deuteros" es "segundo" y "nomos" es "ley", de manera que viene siendo "segunda ley") delata que podría tratarse de un tratado completamente diferente al resto del Pentateuco. Además, las leyes del Levítico y el resto del Pentateuco discurren sobre la base de un código de conducta individual y familiar, mientras que el Deuteronomio hace varias asunciones que denotan la existencia de un estado nacional como trasfondo (véase, por ejemplo, las normas sobre fiestas nacionales en el capítulo 16 de Deuteronomio). De hecho, a cada rato repite la expresión "en el país que Yahveh te dará"... denotando una promesa futura, que no se condice con el carácter del Deuteronomio de ser un texto legal (y aunque así fuera, ¿por qué Yahveh está legislando por anticipado, cuando el pueblo hebreo aún no necesitaba esas leyes por encontrarse en pleno Desierto del Sinaí?).

Sea como fuere, el caso es que Josías utilizó el texto encontrado como palanca para prohibir todos los cultos distintos al de Yahveh (los cultos idólatras), promoviendo una dura persecusión religiosa. Los hechos relativos a Josías, la Biblia los recoge en el Segundo Libro de Reyes, capítulos 22 y 23. Por desgracia, este texto es la versión que los profetas de Yahveh han dejado para la posteridad, y por lo tanto, es más que parcial a favor de Josías. Sería interesante que hubiera sobrevivido una fuente ajena y más imparcial, para valorar en su justa medida el reinado de Josías, y en el mejor de los casos, salir de dudas respecto a si verdaderamente Josías y Helquías fraguaron o no el Deuteronomio...

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