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domingo, 16 de marzo de 2008

Koh-i-Noor.


El Koh-i-Noor es uno de los diamantes más reputados de la Historia Universal. Sus orígenes son desconocidos, su prestigio inconmensurable, y su valor es incalculable. He aquí su historia.

Nadie conoce a ciencia cierta el origen del Koh-i-Noor, ni siquiera la época de su confección. Reza la leyenda que tiene la friolera de 5000 años de antigüedad, y su primer dueño habría sido nada menos que el dios Krishna, pero que éste lo perdió porque se lo robaron mientras dormía. De todas maneras, el Emperador mogol Babur, que conquistó Delhi en 1526, y cuyas memorias son una de las fuentes más confiables sobre la Historia de la India, menciona que el rey Aladino la tomó para sí luego de saquear la ciudad de Malwa, en el año 1304, y ésta es la referencia confiable más antigua sobre la piedra en cuestión.

La piedra pasó entonces por las manos de los distintos Emperadores Mogoles de la India, hasta que el país fue conquistado por el guerrero afgano Nadir Shah en 1739. Dice otra leyenda que, para hacerse con el Koh-i-Noor, recurrió a una estratagema. Resulta que el diamante, se dice, estaba escondido en el turbante de Mohammed Shah, el Emperador Mogol, de manera que Nadir Shah sugirió que, como muestra simbólica de hermandad después de la guerra, ambos gobernantes debían cambiar de turbantes; como Mohammed Shah no podía rehusarse sin provocar de nuevo las hostilidades (que había perdido), no tuvo más posibilidad que acceder. Cuando Nadir Shah, más tarde, registró el turbante, quedó tan extasiado con el diamante que encontró, que habría exclamado "¡Koh-i-Noor!" ("Montaña de Luz", en hindi), obteniendo así su nombre.

Después de pasar por varias manos, el diamante reposa actualmente en la Corona Británica, junto con otros 2000 diamantes, y por tanto, fue usada en la coronación de varios reyes, incluyendo a Isabel II de Inglaterra. Llegó hasta allí después de que las tropas británicas saquearan la ciudad de Lahore (1849), y encontraran la piedra en su tesorería, tomándola como botín de batalla, por las "molestias" de haber reprimido una revuelta de los sijs. Actualmente pesa unos 105 carats (algo más de 20 gramos), aunque en su tiempo se dijo del Koh-i-Noor ser el diamante más grande del mundo; tenía 186 carats cuando fue poseído por los Emperadores Mogoles, y se reputa que llegó a tener unos fabulosos 793 carats (casi 160 gramos). Y, como peso invisible adicional, a semejanza de otras piedras, carga consigo con una leyenda negra, una maldición, que trae infortunio a varios propietarios. Coincidencia o no, muchos dueños del Koh-i-Noor han tenido vidas trágicas y muertes crueles...

4 comentarios:

  1. Bonita historia. Me gusta tu blog. Un saludo

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  2. Gracias por el buen comentario. La historia del Koh-i-Noor, en todo caso, está bastante condensada aquí. Y es que cuando uno se pone a hurgar... :-D

    Saludos.

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  3. Vaya. A veces olvidamos que no solo la personas traen historia a cuestas que se ocultan por su belleza. Cuando vi la imagen me dije que era increíble... ahora no solo es una piedra, tiene entidad y lo hace único.
    Gracias por contar su historia, es algo que jamás me habría cuestionado.
    Un beso a la distancia. Nos estamos Leyendo.
    Byeeeee

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  4. De nada. Una de las intenciones de "Siglos Curiosos" es mostrar que la historia es más que un aburrido repertorio de fechas y batallas, y encontrarle ángulos diferentes a nuestro pasado. Supongo que tanto la belleza como las peripecias del Koh-i-Noor dicen bastante sobre nosotros mismos, lo que somos, quizás lo que aspiramos a ser... No lo sé. En todo caso me pareció una bonita historia, y por eso la publiqué.

    Saludos, y nos estamos leyendo.

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