La campaña presidencial de 1920 en Chile fue enormemente reñida. A diferencia de las anteriores, que tenían un aire de aburguesamiento, al candidato tradicionalista Ramón Barros Borgoño se le oponía ahora un Arturo Alessandri Palma, que buscaba apoyo en la emergente clase media. La campaña de Alessandri se volvió entonces un verdadero fenómeno popular, lo que venía apoyado por su estupenda oratoria, que le había ganado el apodo de "el León de Tarapacá".
Pero en uno de sus días de campaña, no fue Alessandri quien dio el discurso más celebrado, sino una cobradora de tranvías. En una concentración, la mujer se limitó a decir, con la vehemencia propia de alguien procedente de las clases bajas: "Comparar a Barros Borgoño con Alessandri es lo mismo que comparar el peo con l'agua de colonia". Después del silencio resonó una fuerte carcajada, y Alessandri, complacido con el espíritu de campaña de su improvisada prosélita, premió a la oradora con un gran abrazo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario