Aunque la política oficial de Siglos Curiosos no es postear eventos de actualidad, porque este blog se llama "Siglos Curiosos" y no "Actualidad Curiosa" o "Farándula Curiosa", la verdad es que a veces debemos hacerlo. Porque los eventos que hoy día mismo se están produciendo, mañana serán históricos. Y lo serán en su dimensión épica o transhistórica, o bien, como lo que narraremos a continuación, en una simplemente anecdótica. Porque las pifias y abucheos contra altas autoridades son cosa de todos los días. Pero cuando esas autoridades son el Presidente de la República, el asunto se pone más serio. Y cuando se trata de TRES Presidentes de la República (bueno, en realidad una Presidenta en ejercicio y dos ex Presidentes), congregados en el mismo lugar y pifiados por igual, el asunto se transforma en algo claramente inusual. Quizás nunca en la Historia de Chile ha ocurrido una coincidencia semejante. Las fuentes para lo que narraremos, son el diario Las Ultimas Noticias, y secundariamente La Nación.
Sucedió el Lunes 05 de Noviembre de 2007. Se inaguraban las nuevas instalaciones de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile. Esta es, para noticia de nuestros lectores extranjeros, la más antigua de Chile (fundada en 1842), y su primer rector, don Andrés Bello, quien era de nacionalidad venezolana, fue también el redactor casi único del Código Civil de Chile, todavía en vigencia. Michelle Bachelet, Presidenta de Chile, fue invitada como patrona de la casa de estudios. Y dos ex Presidentes, Ricardo Lagos (2000-2006) y Patricio Aylwin (1990-1994) fueron invitados, en su calidad de antiguos estudiantes de la Escuela (no es la única conexión: tanto Lagos como Bachelet tienen relaciones conocidas con la Masonería, mientras que el escudo de la Universidad de Chile tiene la escuadra y el compás propios de las logias masónicas).
El primero en ingresar fue Ricardo Lagos. Fiel a su estilo apoteósico y cuasi monárquico, ingresó con la mano izquierda levantada y extendida, en un estilo muy mussoliniano. Hubo aplausos, pero éstos fueron contundentemente aplastados por la rechifla posterior. Los varios estudiantes, además, alzaron el dedo índice en contra de Lagos, gesto reminiscente de otro famoso del propio Lagos, que a finales de la dictadura militar apuntó de esa manera a Augusto Pinochet, encarándolo para preguntarle dónde estaban los detenidos desaparecidos de la dictadura militar. Lagos bajó el brazo, se quedó paralojizado un par de segundos, y luego marchó hacia su asiento, siguiendo a su guardaespaldas.
Para ahondar más en su desprecio contra Lagos, los universitarios aplaudieron rabiosamente a un funcionario cualquiera que pasó por ahí. Pero luego llegó Patricio Aylwin, y comenzaron gritos más fuertes: "¡Golpista! ¡Golpista!" (Aylwin fue el Presidente de la Democracia Cristiana en vísperas del golpe de estado de 1973). Luego llegó Michelle Bachelet, y el grito cambió: "¡Concertación, vergüenza nacional, hay plata para coimas, pero no para estudiar!" ("coima", en Chile, significa soborno). Y de ese modo, en un mismo día y un mismo lugar, tres personajes que han desfilado por la Presidencia de la República de Chile, fueron unánimemente abucheados. Eso debe marcar alguna clase de récord.
Entre las pancartas hubo varias ingeniosas. Una de ellas rezaba "Lagos, gracias. Atentamente, los empresarios", todo un insulto si se considera que Ricardo Lagos pertenece al Partido Socialista. Otra decía "¿Y la alegría, cuándo?", en alusión al eslogan "Chile, la alegría ya viene" de la campaña presidencial de Patricio Aylwin contra la dictadura militar, en 1989. Y otra decía "¿Recuerdan que estudiaron gratis?", lo que es efectivo porque antes de la dictadura militar, la universidad pública era gratuita, mientras que en 2007, el arancel para Primer Año de Derecho se empinó a cerca de 2.200.000 pesos anuales... (como comparación: un computador de 80 GB en una multitienda sale aproximadamente 400.000 pesos).
Por su parte, en su discurso, Michelle Bachelet se refirió al aporte de la Universidad de Chile al país, incluyendo a varios otros ex mandatarios como Domingo Santa María (1881-1886) o Pedro Aguirre Cerda (1939-1942), así como a la recuperación de la democracia en 1990, y dio algunos tácitos espaldarazos tanto a Aylwin como a Lagos, los abucheados en la ceremonia. O sea, hubiera sido otra ceremonia estándar de discursos aburridos, de no ser por esta curiosa casualidad histórica...
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