Un monogatari es simplemente una novela clásica y tradicional japonesa. Claro que, por razones históricas, el monogatari tiene algunas grandes diferencias con la novelística occidental, algo explicable si se considera que se desarrollaron sin contacto una con otra, y en medio de contextos culturales diferentes.
El monogatari aparece en Japón más o menos durante el siglo X, lo que cronológicamente coincide, de manera quizás no casual, con las primeras grietas que resquebrajaron el poderío imperial, al final del Período Heian (el período de esplendor empieza en 794, con el traslado de la capital a Nara, y culmina con la gran guerra civil de 1185). Como ha sucedido en otras culturas, contextos y lugares, la literatura japonesa se había desarrollado predominantemente en clave poética, y la prosa había aparecido de manera algo tardía. Pero cuando lo hizo, fue a lo grande: algunas crónicas mencionan hasta unos treinta monogatari en el siglo X, aunque sólo se conserven actualmente dos (por afán completista mencionemos sus títulos: "Ochikubo Monogatari" y "Utsuho Monogatari").
"Monogatari" significa en japonés simplemente "relato" o "historia" (más literalmente, "aquello que se declara" o "aquello que se cuenta"). Por ejemplo el Genji Monogatari, el más famoso de su género, significa simplemente "La historia del genji" (genji es genéricamente un descendiente de emperador, privado de las prerrogativas imperiales). Formalmente son relatos en prosa, muchas veces con un argumento conductor débil, en el cual se van engarzando diversas anécdotas, un poco como los novelones o folletines del siglo XIX, con los cuales comparten más de un punto en común, puesto que su pretensión básica, más que reflexionar o construir "alta literatura", es simplemente divertir a la audiencia, apelando a los recursos clásicos de toda la vida: lo maravilloso y lo mágico, las coincidencias milagrosas, lo truculento, etcétera. En algunos casos, los universos narrados suelen ser larguísimos, abarcando ya no años completos, sino décadas (lo dicho, son novelones), y algunas de sus tramas llevan bien lejos del argumento principal.
Terminemos diciendo que un rasgo característico de muchos monogatari es la inclusión exacerbada de poemas, en particular con el formato del waka (muy prestigioso en la época, más o menos como el soneto en la España del Siglo de Oro), lo que se debe a un intento por los escritores masculinos por prestigiar sus obras, ya que el monogatari nació como un matarratos de escritoras mujeres, y por ende, era considerado como una forma literaria poco prestigiosa, e incluso banal. Resulta irónico que en la actualidad se aprecien mucho más la soltura y espontaneidad de los monogatari, que mucha de la literatura artificiosa que solían escribir los escritores varones... Tanto, que varios mangas y animés utilizan la expresión "monogatari" en su título, para resaltar su carácter épico.
"Monogatari" significa en japonés simplemente "relato" o "historia" (más literalmente, "aquello que se declara" o "aquello que se cuenta"). Por ejemplo el Genji Monogatari, el más famoso de su género, significa simplemente "La historia del genji" (genji es genéricamente un descendiente de emperador, privado de las prerrogativas imperiales). Formalmente son relatos en prosa, muchas veces con un argumento conductor débil, en el cual se van engarzando diversas anécdotas, un poco como los novelones o folletines del siglo XIX, con los cuales comparten más de un punto en común, puesto que su pretensión básica, más que reflexionar o construir "alta literatura", es simplemente divertir a la audiencia, apelando a los recursos clásicos de toda la vida: lo maravilloso y lo mágico, las coincidencias milagrosas, lo truculento, etcétera. En algunos casos, los universos narrados suelen ser larguísimos, abarcando ya no años completos, sino décadas (lo dicho, son novelones), y algunas de sus tramas llevan bien lejos del argumento principal.
Terminemos diciendo que un rasgo característico de muchos monogatari es la inclusión exacerbada de poemas, en particular con el formato del waka (muy prestigioso en la época, más o menos como el soneto en la España del Siglo de Oro), lo que se debe a un intento por los escritores masculinos por prestigiar sus obras, ya que el monogatari nació como un matarratos de escritoras mujeres, y por ende, era considerado como una forma literaria poco prestigiosa, e incluso banal. Resulta irónico que en la actualidad se aprecien mucho más la soltura y espontaneidad de los monogatari, que mucha de la literatura artificiosa que solían escribir los escritores varones... Tanto, que varios mangas y animés utilizan la expresión "monogatari" en su título, para resaltar su carácter épico.