Uno de los eventos más insólitos de la Edad Media es, seguramente, la llamada Cruzada de los Niños. Corría el año 1212, y Europa estaba bastante convulsionada. Por una parte, el surgimiento de las ciudades creaba bastante inestabilidad en el bien engrasado sistema feudal. Por la otra, el surgimiento de herejías y de nuevas teorías filosóficas y teológicas hacía que muchos se refugiaran en un Cristianismo más simple, con muestras de devoción. Al mismo tiempo, estaba vivo el ideal de la Cruzada, ya que en 1209 había sido lanzada ésta sobre los herejes del sur de Francia.
En todo este ambiente, algunos predicadores populares insistieron en convocar a los niños, fieles al mandato bíblico según el cual "de los niños es el Reino de los Cielos", y partieron tan campantemente hacia Tierra Santa, a combatir a los infieles paganos que habían conquistado Jerusalén (en el año 1187, por más señas). El propio Papa Inocencio III los alentaba diciendo: "¡Estos niños avergüenzan a los adultos, pues mientras nuestro ardor se adormece, ellos parten con alegría a conquistar la Tierra Santa!".
Investigaciones modernas apuntan a dos expediciones, una francesa y alemana. Parece ser que, contra lo planteado por cronistas medievales más preocupados de embellecer la Historia que de narrarla tal y cual fueron los hechos, no había sólo niños involucrados en la Cruzada de los Niños, aunque la mayoría eran jóvenes simples y de baja condición (no adultos ni guerreros feudales). También se incorporaron mendigos, sacerdotes, artesanos, bandoleros y mujeres.
Por supuesto que, jóvenes y ayunos de experiencia militar, confiando sólo en los portentos y maravillas del Señor, estos bravos expedicionarios terminaron mal. Los miembros de la expedición francesa arrendaron barcos para pasar a Tierra Santa, pero los desalmados navieros se los llevaron a Egipto y los vendieron como esclavos. Unos quince años después, estos comerciantes tuvieron la desgracia de caer en manos de Federico II, Emperador de Alemania, quien había organizado una Cruzada "seria"; Federico mandó a ahorcarlos sin mayor trámite. La expedición de Alemania llegó hasta Italia, y el obispo de Brindisi consiguió impedir que se embarcaran, aunque en el camino de regreso, murieron a miles, víctimas del hambre y los bandoleros.
Hay quien piensa que las leyendas y cuentos infantiles sobre el Flautista de Hamelín tienen su origen en estos sucesos históricos, deformados por supuesto para adaptarlos al gusto popular.
Investigaciones modernas apuntan a dos expediciones, una francesa y alemana. Parece ser que, contra lo planteado por cronistas medievales más preocupados de embellecer la Historia que de narrarla tal y cual fueron los hechos, no había sólo niños involucrados en la Cruzada de los Niños, aunque la mayoría eran jóvenes simples y de baja condición (no adultos ni guerreros feudales). También se incorporaron mendigos, sacerdotes, artesanos, bandoleros y mujeres.
Por supuesto que, jóvenes y ayunos de experiencia militar, confiando sólo en los portentos y maravillas del Señor, estos bravos expedicionarios terminaron mal. Los miembros de la expedición francesa arrendaron barcos para pasar a Tierra Santa, pero los desalmados navieros se los llevaron a Egipto y los vendieron como esclavos. Unos quince años después, estos comerciantes tuvieron la desgracia de caer en manos de Federico II, Emperador de Alemania, quien había organizado una Cruzada "seria"; Federico mandó a ahorcarlos sin mayor trámite. La expedición de Alemania llegó hasta Italia, y el obispo de Brindisi consiguió impedir que se embarcaran, aunque en el camino de regreso, murieron a miles, víctimas del hambre y los bandoleros.
Hay quien piensa que las leyendas y cuentos infantiles sobre el Flautista de Hamelín tienen su origen en estos sucesos históricos, deformados por supuesto para adaptarlos al gusto popular.
Hola
ResponderBorrarMe ha gustado mucho este post. Y me ha llamado la atención la vinculación de las "Cruzadas de los niños" con el cuento del "El flautista de Hamelín". Sería interesante indagar sobre esto y realizar una especie de tesis.
Un saludo.
¡Hombre, es que eso es de no terminar! El relato del Flautista de Hamelín es recogido por los Hermanos Grimm, y hay historias relacionadas con la ciudad de Hamelín (Hameln) desde a lo menos el siglo XIV.
ResponderBorrarEn todo caso, es de recordar que muchos relatos considerados actualmente como "cuentos infantiles" por su aire fantástico, nacieron en su época como ácidas críticas sociales que podían pasar la censura y ser socialmente aceptables justamente porque eran "historias de encantadores y magos", y habría que ser tonto para ser autoridad y darse por aludido en un cuento tan abiertamente "ficticio"... Pietismo medieval aparte, no creo que a demasiada gente le entusiasmara que le reclutaran a sus niños para una empresa militar, por muy bendecida por Cristo que pudiera estar, y en ese caso, la historia del Flautista podría ser una especie de crítica social encubierta. Eso, si es que de verdad el cuento tuvo su origen en la Cruzada de los Niños.
Saludos.
P.D. Cabeza de pollo de yo tenía anotado un listado de blogs para enlazar, entre ellos el suyo, señor Hispanus, y cabeza de pollo de yo lo perdió. Por suerte que posteó, porque así pude recordar su blog y darle el enlace que cumplidamente se merece. Saludos. ;-)
ResponderBorrarMuchas Gracias, General Gato.
ResponderBorrarYo también le tengo enlazado en mi blog.
Por otra parte, al igual que los mitos griegos esconden realidades muy duras, estos cuentos pueden que también.
Por ejemplo, el mito de Pandora o Helena no son más que alegorías de cómo la mujer llegó al hombre como un castigo y por tanto la mujer es la culpable de todos sus males. Estos cuentos pueden que también tenga sus trasfondos.
Un saludo.
Que eso del trasfondo del cuento de la mujer maléfica que acarrea males a la Humanidad, no se lo lea una feminista de pro, o ya verá como le arrojan tomates podridos a su blog... :-D
ResponderBorrarAhora en serio, muchos cuentos infantiles, y por qué no decirlo, leyendas bíblicas o paganas, insisten a machamartillo en el personaje de la mujer como portadora suprema de males (la bruja de Hansel y Gretel, la madrastra de Blancanieves, la manzana de Eva, Jezabel, las mismas Pandora o Helena...). Respecto de la misoginia rampante de todo ese material, la verdad nunca he encontrado una explicación que me satisfaga al cien por ciento, pero sería demasiado raro tanta coincidencia sobre de un tema determinado... Algún resorte psicológico debe haber por ahí al respecto.
Un saludo.