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miércoles, 20 de diciembre de 2006

La pequeña casita en la piedra.


Un tal Lino Bueno, campesino de Alcolea del Pinar (en España), construyó una casa de dos plantas, con portal, dos ventanas y balcón, en 25 años. La peculiaridad de todo esto es que fue construido a golpe de pico en la piedra, porque la casa entera está tallada en la roca de un peñón.
La famosa casa tiene dos plantas, unidas por una escalera, y una gran mesa circular en el patio de acceso, todo ello también tallado en piedra. Don Lino dejó encargado que dicha mesa estaba destinada para depositar su féretro, en el día de su muerte, a la espera de que apareciera el señor cura a oficiar una última oración, antes de salir con el ataúd hacia el cementerio. Cosa que ocurrió en 1935, cuando Don Lino contaba con 87 años de edad.
La casa llamó en su tiempo la atención de las autoridades. El rey Alfonso XIII la visitó, y poco después, el dictador Miguel Primo de Rivera (1923-1930) condecoró al constructor (más cantero que constructor, probablemente) con la medalla del Trabajo.
Lamentablemente, no pudimos obtener una mejor imagen que la superior, tomada por un grupo de turistas, para ilustrar este posteo.

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