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domingo, 25 de noviembre de 2012

El nombre del monstruo de Frankenstein.


Hace algunos meses atrás en Siglos Curiosos dedicábamos un posteo a la partícula alemana "-stein", que está presente en varias palabras de dicho idioma (o idiomas, en realidad, considerando que casi cada valle alemán habla SU propio alemán). Pero a propósito de dicho posteo salió un breve debate sobre el nombre del monstruo de Frankenstein, y quizás es una buena instancia para echarle un vistazo al asunto en un posteo especial a propósito. De manera que aquí tienen... el nombre del monstruo de Frankenstein. Que, aunque no lo sabían, por el título del posteo habrán adivinado que no es Frankenstein.

La historia nació de la fértil imaginación de la escritora inglesa Mary Shelley, quien publicó en 1818 la novela "Frankenstein o el moderno Prometeo". En la misma describe cómo el científico loco de turno, el doctor Frankenstein, le otorga vida a una criatura inanimada, sólo para dejarla abandonada detrás suyo al descubrir que el engendro le ha salido... bueno, un poco horrible (sí, novela de padre modelo aquí). La criatura es rechazada y abandonada por todos los seres humanos por la misma razón, por horrible, y acaba por volverse amarga y vengativa, arruinándole la vida a su padre. Como puede observarse, el doctor Frankenstein es un moderno Prometeo porque insufla vida en paralelo a como el Prometeo griego insufló inteligencia a la Humanidad. Y por volver al tema del posteo... la criatura no tiene nombre. Como el doctor la deja abandonada nada más "nacer", jamás se preocupó de darle un nombre, y por ende, no es Frankenstein. Aunque podría argumentarse que si hereda el apellido de su padre, entonces sí sería Frankenstein como el doctor... supuesto de que el doctor la hubiera pasado por reconocimiento de paternidad alguna vez, el muy desalmado.

Que la criatura carezca de nombre es un punto interesante del denso trasfondo filosófico de la novela. A través de la relación del monstruo con el doctor Frankenstein, la novela hace un extenso análisis de la relación del ser humano con Dios. Si Dios nos hizo a su imagen y semejanza... ¿por qué entonces somos malvados y Dios no nos ayuda? La respuesta de la novela es escalofriante: porque Dios puede habernos creado para su propia vanidad y nada más. Este símil se refuerza mucho más cuando descubrimos que la criatura aprende a leer y desarrolla su visión del mundo a través de "El paraíso perdido" de Milton, el poema en donde se detalla la rebelión de Satán contra el Creador. La criatura en efecto se identifica con Satán, y por lo tanto, su búsqueda del Creador es metafóricamente una búsqueda satánica. Ahora bien, está implícita la idea de que "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" (Evangelio de Juan 1:1), de que Dios crea a través de la Palabra, del "hágase" ("hágase la luz", etcétera). Por lo tanto, que la criatura no tenga nombre es significativo: significa que su Creador, su Dios, lo ha dejado abandonado, no ha terminado en verdad de crearlo. (Puede quizás relacionarse y ahondarse incluso más con Génesis 1:19-20, en donde Dios encarga a Adán darle nombre a las criaturas vivientes: el monstruo está vivo, pero no tiene un nombre propio, ¿eh?).

¿Entonces, por qué si la criatura en la novela original carece de nombre, hoy en día la llamamos con el nombre del Creador que rehusó en primera instancia a reconocerla? La culpa la tienen las pelis de monstruos de la Universal. En 1931 rodaron una peli llamada "Frankenstein", que es clásica por darnos la iconografía propia del monstruo (que no es de la novela original, para variar un poco, aunque venga interpretada por el gran Boris Karloff), y les fue tan bien que en 1935 se dejaron caer con una secuela. ¿Título? "La novia de Frankenstein". Al final de la peli (spoiler aquí, claro), el doctor termina por crearle una novia al monstruo. A partir de entonces, todo el mundo salvo los sabidillos de toda la vida se les olvidó que Frankenstein era originalmente el doctor o científico loco, no el monstruo de marras...

5 comentarios:

  1. vaya el gran karloff junto a vincent price han hecho mi vida feliz =), y mira que yo nunca me había planteado lo de el nombre, creo que pondré en mis pendientes la novela, ya que solo conocía las películas de la Universal, por cierto general gato, me pido unas entradas sobre cine clásico =) es mi debilidad

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  2. Hace años que no he tenido ocasión de repasar las pelis de Frankenstein de la Universal, aunque en el jurásico de Cine 9009 publiqué en dicho blog sendos comentarios sobre "Drácula" y "La hija de Drácula". En cuanto a pelis en donde haya aparecido Vincent Price, he posteado en Cine 9009 (por orden cronológico) "Mi reino por un amor", "Terror en el museo de cera", "Los diez mandamientos", "La comedia de los terrores", "El abominable Dr. Phibes" y "El retorno del Dr. Phibes". Y del ciclo de Price versionando a Poe está pendiente como borrador para fecha a determinar, el posteo sobre "La máscara de la muerte roja" (el resto de las pelis de Price sobre Poe me las he visto hace una cantidad obscena de años, y no podría escribir en propiedad sobre ellas sin revisitarlas antes). Saludos.

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  3. No sé dónde leí que se referían a el con el nombre de Adán, aunque es cierto que todo el mundo le llama con el apellido del Dr. Victor Frankestein.

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  4. Efectivamente en la novela no se menciona el nombre, pero hay datos registrados que la escritora se referia a la criatura como ADAM.

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