Si bien India es una de las potencias demográficas y económicas del planeta, está lejos de imponer su supremacía financiera al planeta como podría hacerlo, digamos, China. Y parte importante del problema es la corrupción, tan endémica que es considerada como algo normal y parte de su cultura. Incluso existen frases tragicómicas como ped... er... promover a la merced de soltar dos billetes con la frase "Haz que Gandhi sonría dos veces".
Pero Vijay Anand y su organización 5th Pillar descubrieron una manera muy interesante para combatir a la corrupción. Lo que el grupo empezó a hacer desde el año 2007, es imprimir billetes por el valor exacto de cero rupias (la rupia es, huelga decirlo, la moneda de la India). Como son billetes sin ningún valor nominal, técnicamente no son falsificaciones, ni tampoco pueden ser ilegales porque no irrogan costo para el Estado (cada billete de banco es, técnicamente hablando, un crédito que tiene el particular en contra del Estado, y por esa razón sólo el Estado puede imprimirlos).
Luego, estos billetes se reparten a la gente para que éstos, a su vez, los utilicen a la hora de sobornar a alguien. De esta manera, si un policía o un inspector o un burócrata pide un soborno, el feliz habitante de la India no tiene más que extender el billete de cero rupias, y asunto arreglado. ¿Qué va a hacer el sobornado? ¿Dejar de cumplirle al tipo que ha pasado el billete, a riesgo de que éste lo denuncie? ¿Ir ellos mismos a acusar al tipo de tratar de sobornarlo, cuando la única evidencia es un billete sin valor nominal alguno? ¿Seguir tratando al tipo en forma prepotente amparándose en una autoridad moral que no posee y que la otra persona no le reconoce, y además se lo ha hecho saber claramente...?
La iniciativa en la India ha tenido el éxito suficiente como para que organizaciones anticorrupción hayan pensado en extender la idea a otros países. Una idea que funciona no gracias a la intervención de los Gobiernos o inútiles llamados a la moralidad pública, sino al funcionamiento de miles de ciudadanos que, atomizados a través de la nación, obran como un solo hombre para oponerse a aquello que consideran estar mal dentro del sistema.
Curiosísimo.
ResponderBorrarUn saludo.
Ingenioso. Claro, mirado ahora es una idea casi obvia, pero... ¿por qué nadie la había pensado antes?
ResponderBorrarSaludos.
No creo que China o la India se impongan como potencias mundiales. Son países pobres, con una alta desigualdad económica, y dictaduras poco transparentes, seudo comunista el uno, amparada en la religión el otro. Además, los EUA o Europa acabarán imponiendo sus términos valiéndose de triquiñuelas alejadas del juego de los negocios, de lo cual la reciente invasión a Libia es un buen ejemplo.
ResponderBorrarEso es combatir la picaresca con picaresca, sí señor...
ResponderBorrarA GALO GÓMEZ: La India probablemente no, debido al mosaico racial y una democracia débil, pero China... nunca debe subestimarse el poder de una autocracia centralizada en donde se pueden tomar drásticas decisiones para la supervivencia del Estado desde el timón del Gobierno, sin tener que hacer transacas con políticos enrédalotodo. Y si de verdad Estados Unidos o Europa tuvieran tanto poder como para comerse íntegro al Medio Oriente y asegurarse el petróleo, a fe fija que ya lo habrían hecho en vez de tener que conformarse con una política de mantener príncipes clientes con una mano y lidiar con grupos terroristas en la otra.
ResponderBorrarLa invasión de Libia... puro poder aéreo, pero si ponen al más enano de los soldados en suelo libio, el griterío por las calles de Londres y Washington va a dejar chico a Jane Fonda vociferando por Vietnam. Y los planificadores militares no pueden alegar ignorancia de que el poder aéreo es tradicionalmente inefectivo sin tropas de tierra que aseguren los objetivos militares perseguidos en territorio enemigo. No importa qué tan quirúrgico sea un bombardeo de precisión, los invadidos siempre pueden refugiarse en cuevas y contraatacar.
Y eso mientras China está extendiendo sus redes clientelares en Africa. ¡Yong-Le vive!
A AMAYA: Eso es combatir la picaresca con sicología. Porque la vergüenza padre que deben llevarse los pidesobornos... ya me gustaría tener uno de esos billetes de cero rupias en las manos sólo para verles cómo se les derrite la cara, eso debe ser impagable.
excelente dato de color, me ha agradado jeje hoy los billetes son cada vez menor denominados. mi sitio financiero es https://finconsejo.es/ para el interesado. soy Jonathan!!
ResponderBorrar