Historias desopilantes, anécdotas curiosas, rarezas antiguas: bienvenidos a los siglos curiosos.
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jueves, 5 de marzo de 2009
Auge y caída de Miguel Adrover.
Cuando la realidad golpea, golpea fuerte. Todo buen empresario sabe que debe hacer apuestas, y aunque puede consolidar sus ganancias con una adecuada planificación de costos, beneficios y riesgos, siempre existen contingencias externas de lo más imprevistas, que terminen por echarlo todo a perder. Tal cosa le ocurrió al diseñador Miguel Adrover, cuya historia contaremos acá.
Miguel Adrover nació en Calonge, en Mallorca, hacia finales de 1969. Dejó el Colegio cuando tenía 11 años, para ayudar a su familia en el trabajo de la recolección de almendras. Llegó a Nueva York para trabajar de limpiavidrios, o también de friegapisos en Queens, hasta que pudo montar su propia tienda de modas, a la que llamó Horn (se puede traducir por "Cuerno" o "Bocina", en inglés... vaya un nombre para una tienda). Llamó rápidamente la atención en el evanescente mundo del "fashion today, gone tomorrow". El mismo lo expresó así: "Cuando aparecí, la ciudad ardía de ganas de expresarse y yo canalicé eso. Saqué la camiseta de I love NY de las tiendas de souvenirs de Chinatown y la coloqué en la portada de Harper's Bazaar". En febrero del 2000 presentó su segunda colección, le otorgaron el muy prestigioso Premio Perry Ellis al mejor diseñador emergente, y lo más importante, el conglomerado económico Pegasus decidió que invertir en su empresa era un negocio rentable, y así lo hizo.
Y vino el desastre. Al año siguiente lanzó una colección basada en la realidad social de los países islámicos, llamada Utopia. La crítica de modas la hizo pedazos, tachándola de homenaje a los talibanes. La fecha fue el 9 de Septiembre de 2001: dos días después, esos mismísimos talibanes echaron abajo las Torres Gemelas. El grupo inversor se declaró en bancarrota, y Adrover tuvo subsecuentemente que cerrar. Al respecto dijo: "La prensa me trató de simpatizante del enemigo cuando yo sólo trataba de abrir la mente a otra cultura. La verdad, fue mala suerte que tiraran las torres. Ahí todo se fue al carajo".
El resto parece sacado de una de esas historias de "The E! True Hollywood Story". Se retiró a Egipto, y se puso a trabajar de taxista en Luxor. Trató de regresar a Nueva York y presentar nuevas colecciones, pero sin éxito, y en 2004 tuvo que abandonar finalmente Nueva York. Pero su breve paso por el mundo de la moda neoyorkina había dejado estela (algunos de sus modelos llegaron, en el intertanto, a ser exhibidos en el Museo Victoria & Albert de Londres, y en el Metropolitan de Nueva York), y le buscaron hasta llevarle de regreso a Nueva York. En 2008 tiene su nueva oportunidad de presentar sus modelos. El resto ya no es Historia, y por lo tanto escapa de momento a los Siglos Curiosos, aunque nunca deberíamos subestimar la capacidad de alguien para seguir dando tabarra en este blog...
Ya puedes actualizar la entrada ya que para este fashion week va a mostar nuevamnrtr en el circuito de NY fashion week! ;)
ResponderBorrar¿También en el mundo de la moda se ven muertos cargando ataúdes? Vaya... Bueno, a desearle la mejor de las suertes, para compensar la mala suerte del 2001, digo yo...
ResponderBorrarNació en Calonge sí, pero en la isla de Mallorca
ResponderBorrarCrap. Revisado, confirmado, corregido. Gracias por la corrección.
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