Espectáculo, arte, industria, entretención... El cine podrá ser todas esas otras cosas, pero para serlo, debe primero ser magia y sueños. El problema es qué pasa cuando los actores y actrices que interpretan sus roles no son exactamente mágicos. La solución es un tanto cubista: el actor que llena las salas con su nombre deberá interpretar todas las escenas con ropa, y las otras habrá que dejárselas a otra persona que lo suplante en forma anónima. Aunque, andando el tiempo, dicho "doble de cuerpo" emerja a la luz y rompa su poco la ilusión de haber visto a un actor o actriz que interpreta su papel y además tiene un cuerpo de ensueño...
En Hollywood la práctica ha resultado un poco conflictiva porque la idea de usar dobles de cuerpo para actrices choca con el concepto del star-system, de la estrella "integral" que es el súmmun de perfección física y psicológica. Pero a veces, el pudor de la estrella (más en el pasado que en el presente) obligó a tales maniobras. En "Psicosis" (1960), por ejemplo, la bellísima actriz Janet Leigh se negó a desnudarse para la célebre escena de la ducha. De manera que todas las escenas que no importen mostrar su cara, en realidad pertenecen a Marli Renfro, una estriptisera de Las Vegas que cobró 500 dólares por darse la ducha fatal... Otro caso fue el de la peli "La muerte le sienta bien" (1992), en que Isabella Rosselini y Meryl Streep "recibieron" el cuerpo de una por entonces desconocidísima Catherine Bell, años antes de hacerse famosa por su rol en la serie militarista "J.A.G.".
Ha habido algún caso de doble de cuerpo que después ha seguido desarrollando carrera. La más famosa probablemente es Shelley Michelle, quien le prestó cuerpo a Catherine Oxenberg, a Anne Archer, a Claudia Christian, ¡a Kim Basinger! ("Mi novia es una extraterrestre", "Deseo y decepción"), además de prestarle piernas a Barbra Streisand (!!!) en la peli "El príncipe de las mareas". Pero su doblete más famoso fue a Julia Roberts en "Mujer bonita", que le ganó el reconocimiento suficiente para iniciar una carrera actoral bajo su propio nombre, en algunas pelis de serie B. Por su parte, existe al menos un caso inverso, de actriz que oficia de doble de cuerpo, cual fue el caso de una jovencísima Melanie Griffith en la peli "Doble de cuerpo" de Brian de Palma, precisamente.
En otras cinematografías, menos preocupadas del star-system, el tema es mucho menos controvertido. Durante muchos años, en Italia fue práctica común que las pelis de serie B (fundamentalmente peplum) que los roles fueran interpretados por actores que prestaban su cuerpo y ademanes, y las voces fueran después dobladas. Quizás el caso más bizarro de esto sea la peli "Aída" de 1953, adaptación literal y con partitura de la ópera de Giuseppe Verdi, que ya comentamos en Siglos Curiosos, y en la que uno puede preguntarse quién realmente doblaba a quien, si una jovencísima Sophia Loren prestando el cuerpo, o la gran Renata Tebaldi cantando arias...
Hola. Gracias por las alabanzas, y habrá que esforzarse para sorprender entonces... Saludos también.
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