Páginas

domingo, 11 de marzo de 2007

El ombligo de Adán.

Durante mucho tiempo, una de las arduas cuestiones que ocupaban a los teólogos medievales era el asunto de si Adán tenía o no tenía ombligo. Puede parecer una cuestión baladí, pero lo que estaba en juego era nada menos que la idea de perfección de Dios.
Vamos por partes. Según el Génesis, Dios creó a Adán como el primer ser humano viviente, por lo que Adán no puede haber nacido de mujer, y por ende, debería carecer de ombligo. Sin embargo, esta idea repugnaba a muchos teólogos, porque era una crítica frontal a la perfección de la Creación. Es decir, si Dios era perfecto, tenía que crear un mundo también perfecto, y sería una tamaña imperfección que Dios hubiera creado a todos los seres humanos con ombligo, salvo a uno que, para remate, ear nada menos que el primero de todos.
Pero por otra parte, si Adán hubiera tenido ombligo, entonces Dios hubiera creado algo superfluo, porque el ombligo de Adán hubiera carecido de toda función, ¿y cómo puede haber creado Dios algo sin ninguna función...?
Por supuesto que hoy en día sabemos que la historia de Adán y Eva es un mito, y todo este debate nos parece una fruslería. Pero ya en el siglo XIX, cuando Darwin postuló que el hombre y el mono tienen antepasados comunes, el debate teológico estaba clausurado muhos siglos hacía, gracias a la intervención de los pintores. En efecto, al atreverse con temas bíblicos, nada menos que por encargo de la Iglesia Católica, los pintores renacentistas, enamorados de la belleza del cuerpo, pintaron a Adán y Eva, a ambos con ombligo. Y así quedó desde entonces.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario