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domingo, 1 de octubre de 2006

La populosa Teotihuacán.


En los libros de Historia, la América anterior a la llegada de los españoles aparece muchas veces como una especie de apéndice a la Gran Historia de los Europeos y los Asiáticos. Por eso, las civilizaciones anteriores a los españoles en América suelen ser consideradas vulgarmente como curiosidades históricas, o cuando mucho, como imperios poderosos para su entorno, pero aún así, de un cierto primitivismo encantador y naif. Por eso, Teotihuacán es una ciudad tan sorprendente.
El origen de Teotihuacán es incierto. Por supuesto que esta ciudad comenzó su carrera como la mayor parte de las restantes, a partir de un poblado campesino que empezó a crecer imparablemente. ¿Qué tan imparable fue este crecimiento? Pues bien, hay quienes estiman que su población debió superar las 250.000 personas. Parece poco impresionante para los estándares de hoy día, ya que esa cantidad de gente existe en una ciudad mediana actual, pero se debe considerar que en ese tiempo la Humanidad se empinaba apenas entre los 300 a 500 millones de personas en total, y que de esa cifra, más del 90% eran campesinos que no vivían en ciudades. Sólo grandes ciudades, como la Atenas antigua o la Florencia renacentista, pudieron elevarse a cifras tan altas. Entre las ciudades medievales contemporáneas a Teotihuacán, sólo Changan en China, Constantinopla en el Imperio Bizantino, y Bagdad en el Califato Abasida podían compararse a Teotihuacán, tanto en cantidad bruta de habitantes, como en su condición de ser un centro mundial del comercio, la cultura, la política y la civilización (y Bagdad fue fundada cuando ya Teotihuacán estaba en plena decadencia).
No insistiremos en los grandes monumentos de Teotihuacán, incluyendo una enorme cantidad de pirámides, templos y palacios, pero sí hablaremos sobre una peculiaridad de la habilidosísima ingeniería social de sus líderes. El principal problema de ese exceso de población era controlar los disturbios y estallidos sociales. La solución fue simple: para los barrios obreros y artesanos, construyeron edificios de varios pisos, en cada una de cuyas habitaciones alojaron a una familia. Estos edificios carecían de ventanas, y daban sólo a un patio interior. A su vez, este patio interior tenía una sola puerta de acceso. De manera que en caso de rebelión, bastaba un piquete de soldados apostado en la puerta de cada edificio, para contener a cualquier sedicioso.
Y todo esto, los teotihuacanos lo hicieron con medios bastante precarios. A diferencia de los pueblos eurasiáticos, que conocían la rueda, el caballo y los metales, la tecnología en Teotihuacán nunca superó el nivel de la Edad de Piedra...

NOTA DE SIGLOS CURIOSOS: La historia de América ha sido un ámbito hasta el momento bien poco tocado en Siglos Curiosos. Y ya que en Octubre se recuerda el primer contacto entre americanos y europeos, en el año 1492, hemos decidido subsanar esa importante omisión dedicando los posteos de Octubre a la América Precolombina. Este es el primero de ellos.

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