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domingo, 18 de junio de 2006

La puntualidad de Inmanuel Kant.

Inmanuel Kant fue un filósofo alemán nacido en la ciudad de Köenigsberg, en esa época diudad alemana, aunque ahora esté en manos de Rusia, bajo el nombre de Kaliningrado, cambios en las fronteras políticas mediante. Su vida fue cualquier cosa, menos una aventura constante. Los grandes acontecimientos de su existencia son de tipo "dictó una cátedra universitaria en tal lugar" o "escribió este o este otro libro". Ni siquiera salió de su ciudad natal en todo lo que vivió. Un hombre tan apegado a la rutina y esclavo de su propia vida, no podía hacer otra cosa sino crear una filosofía en la que todo es calma, quietud y estructura. No ahondaremos en la misma porque esto es "siglos curiosos", y no "siglos empollones", "siglos tediosos" o "siglos bochornosos". Sólo diremos que, según la leyenda negra de Kant, cada tarde daba un paseo a la hora exacta. Tan exacta, que los habitantes de la ciudad, apenas lo veían venir, ponían sus relojes a la hora y le daban cuerda. Debe considerarse, por supuesto, que en ese tiempo los relojes "de precisión" podían atrasarse hasta varios minutos al día...

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