Historias desopilantes, anécdotas curiosas, rarezas antiguas: bienvenidos a los siglos curiosos.
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jueves, 3 de enero de 2013
Séptimo aniversario y despedida de Siglos Curiosos.
Escribo este posteo, destinado a ser el último de Siglos Curiosos, con sentimientos mezclados de pena y alegría. Y ya se sabe lo difícil que es la concurrencia de ambos en un gato tan bien timbrado como yo. En primer lugar, el martes 1 de Enero de 2013 el blog de Siglos Curiosos cumplió siete años en línea. Es sabido que siete años para un blog es una enorme cantidad de tiempo, y más aún si se cuenta en años de gato. Cuando partió Siglos Curiosos, la blogósfera estaba en su máximo, y todo el mundo debía tener un blog personal para anotar las chorradas que se les ocurrieran (o hacer como que tenían un blog, copiando material desde otras partes, como cierto plagiador denunciado aquí). Con el paso de los años, la fiebre de los blogs ha ido cediendo a medida que mucha gente ha descubierto medios para expresarse que son más adecuados a sus perfiles, tales como Facebook y Twitter. Eso no es algo malo, necesariamente. Ambos son medios para los corredores de corto alcance, mientras que los blogs tradicionales son para maratonistas. Somos menos los blogueros en activo, pero los que quedamos somos los mejores. O los que tenemos algo de importancia que decir, al menos.
Pero en conjunto con el onomástico del blog, viene la mala noticia para sus lectores. A partir de este posteo, Siglos Curiosos cierra sus puertas. No quiero decir "para siempre" porque nadie tiene la vida comprada (ni siquiera un gato, que ya me he gastado algunas vidas en el camino), y nadie sabe lo que le depara el destino. Las razones son una combinación de motivos personales con, digamos, profesionales, si consideramos el bloguear como una actividad de ese tipo. En lo personal, cada vez hay más trabajo acá porque en Chile la cantidad de ratas no para de crecer. Y alguien tiene que ponerse con la labor de desratizar. Digo yo. Y en lo profesional, por otra parte, los costos de mantener Siglos Curiosos en activo se han incrementado. Este blog ha publicado a razón de dos posteos semanales sin pausa durante siete años: el repertorio completo suma cerca de 700 posteos en total. No hubo interrupciones ni siquiera para el terremoto de Febrero de 2010, el sexto más intenso jamás registrado por los sismógrafos. Esta permanencia debe ser alguna clase de récord para la blogósfera. El caso es que podría seguir indefinidamente de no ser porque los costos de escribir nuevos posteos se han incrementado, a medida que debo ir a buscar el material cada vez más y más lejos, si quiero seguir manteniendo un blog interesante y variado. Cada posteo en particular me toma cerca de dos horas de trabajo, incluyendo el tiempo de investigación (usualmente los posteos salen de mis lecturas en libro o en línea, pero toda información debe ser cotejada, ya saben), escribirlo (la parte más sencilla, créanlo o no), editarlo (una lata, ahora y siempre), buscar una imagen adecuada y de buen tamaño y resolución para ilustrarlo (otra soberana lata, también ahora y siempre)... Por otra parte, considero que el blog ha entrado en una fase de misión cumplida. La intención primaria era abordar la Historia no desde el registro de los grandes hombres y estatuas para la inmortalidad, sino desde abajo, desde ángulos inusuales, desde lo cotidiano, incluso desde el sentido común. En resumen, ofrecer una imagen de la Historia humana y viva, no una pedante ni académica: una en donde sus protagonistas fueran seres de carne y hueso, no esqueletos llenos de polvo. En última instancia, se trata de despertar en el lector casual (e incluso en el aficionado de siempre a la Historia, por qué no) el amor por nuestro pasado histórico que a veces los historiadores "profesionales", llevados por su pedantería y por un montón de teorías constructivistas, matan con su supremo énfasis en el tecnicismo, la jerga pseudofilosófica, y la aridez narrativa, confundida esta última con "objetividad" y "seriedad". Habiendo cumplido sobradamente Siglos Curiosos estos objetivos, creo yo que no tiene sentido seguir el blog más allá. No sin empezar a repetirme, como creo que en efecto ha estado sucediendo o a punto de suceder en más de alguna ocasión. O peor aún, de disminuir la calidad, hacerlo más descuidado, en definitiva hacerlo saltar el tiburón, como dicen los angloparlantes.
Si les sirve de consuelo, vuestro seguro servidor el General Gato quien esto escribe no se retira de la blogósfera. El blog paralelo de Cine 9009 seguirá en activo, durante el 2013 a lo menos, salvo eventos extraordinarios como choques cometarios, interrupciones de Internet, o algún perro cazagatos con el cual yo tenga el infortunio de cruzarme. El otro blog me es significativamente menos trabajoso, porque... bueno, salvo que me quede ciego o algo parecido, no tengo planes de dejar de ver pelis, en el cine o en el cable o en DVD o en donde sea, y terminar comentándolas en línea es casi una continuación natural para un aporreateclados impenitente como yo. Imagino que algún fanático de Siglos Curiosos mascullará que debería ser al revés, que debería haberle descargado el hachazo a Cine 9009 para encontrar tiempo para Siglos Curiosos, pero como decía (me repito), Cine 9009 me da mucho menos trabajo que Siglos Curiosos. Además, menos agua da una piedra, ¿no?
Así es que, a partir de ahora el blog de Siglos Curiosos pasa a formar parte de la Historia que éste mismo ha tratado, bien o mal, pero con las mejores intenciones y el mayor rigor posibles, de historiar para ustedes. Con los mejores deseos de que se hayan divertido y descubierto rincones nuevos en la Historia, se despide de este espacio vuestro seguro servidor el General Gato quien esto escribe. Hasta siempre.